Por un mundo sin estereotipos donde no haya juguetes “para niños” o “para niñas”, sólo juguetes.
Los roles han cambiado y cada día más personas entendemos la igualdad real entre hombres y mujeres, pero acceder a este derecho humano va a ser muy difícil si seguimos enviando mensajes de desigualdad a través de los juguetes.
Llegaron las fiestas de invierno, en esta época las niñas y niños reciben juguetes; para ellas y ellos juguetes sin género, lo que quiere decir que igual podemos regalar una cocinita a un niño, como un carrito a una niña.
Hay que acabar con la desigualdad y una de las formas es romper los estereotipos de género mediante juguetes en los que se elimine la división entre rosa y azul, entre niños y niñas.
Los estereotipos culturales, los de los juguetes, reflejan discriminación de género; nos han educado con la idea de que hay juguetes para niños y juguetes para niñas, lo que nos lleva dar un mensaje equivocado cuando de juguetes se trata: regalamos muñecas y cocinitas a las niñas y las encaminamos a sólo ser madres y amas de casa; a los niños les llevamos coches y pistolas donde desde pequeños les decimos a ellas y a ellos que los hombres van a tener más recursos económicos , además que los encaminamos a la violencia y aunque hay muchos comerciales que nos dicen que no compremos juguetes bélicos, las tiendas están llenas de todo tipo de armas de juguete y personas comprándolas.
Los roles han cambiado y cada día más personas entendemos la igualdad real entre hombres y mujeres, pero acceder a este derecho humano va a ser muy difícil si seguimos enviando mensajes de desigualdad a través de los juguetes.
En niñas y niños los juegos, juguetes y cuentos son instrumentos que trasmiten ideas, creencias, valores sociales, expectativas, necesidades, las niñas y los niños se van formando; es necesario entonces acabar con la discriminación de mujeres y hombres a través de los juguetes y de la relación que establecen niños y niñas con ellos. Para ello no se asuste si un niño quiere un hornito o si una niña quiere un carrito, o si los dos quieren un juego de química.
Los juguetes sin género o no sexistas son los que no responden a roles de hombres y de mujeres y fomentan el desarrollo de capacidades en igual medida en niños y en niñas.
Debe quedar muy claro que no se trata de obligar a los niños a que jueguen con muñecas o cocinitas, o a las niñas a jugar con carritos o pistolas, sino de que cada niño o niña pueda elegir el juguete que más le atraiga y que seguramente tendrá que ver con su formación futura. Jamás decirles “no, ese es de niña” o “no, ese es de niño”.