/ miércoles 20 de noviembre de 2019

SÍ HAY MUJERES EN DURANGO

La mujer en la Revolución

El 20 de noviembre de 1910, estalla la Revolución Mexicana, sus ideales los derechos de libertad e igualdad. Miles de mujeres participaron, en la lucha revolucionaria, no sólo las adelitas que se fueron a “la bola” a preparar comida y servir de enfermeras a los hombres.

Además están las duranguenses Juana Belén Gutiérrez Chávez y Hermila Galindo Acosta y otras fueron otras mujeres como Elisa Griesen, que con un grupo de niñas y niños de 5º. año y algunas mujeres en 1916 sacó al ejército norteamericano de Parral, Chihuahua.

Otras valientes mujeres fueron Carmen Alanís que tomó Ciudad Juárez comandando a 300 hombres o Dolores Jiménez Muro participó en la redacción del Plan de Ayala y fue nombrada coronela del Ejército Liberador del Sur; Encarnación Mares, coronela María Quinteros, Margarita Neri, además Carmen Serdán inicia la campaña de apoyo a Francisco I. Madero. Otras mujeres destacadas: Margarita Ortega, Rosaura Gortari y Natividad Cortés, Aurora Martínez nombrada por Zapata agente del Ejército Libertador del Sur; Teresa Arteaga con Flores Magón.

En 1914 Juana Belén Gutiérrez de Mendoza funda el diario “La Reforma”, que reivindica a la raza indígena. Este mismo año Emiliano Zapata nombra a Aurora Martínez de Hernández agente del Ejército Libertador del Sur. En 1915 Hermila Galindo funda La Mujer Moderna, semanario ilustrado y feminista, ahí promovía el derecho al voto.

Las mujeres ante el impulso revolucionario formaron la Liga Femenil de Propaganda Política, que realiza una activa oposición a la reelección de Porfirio Díaz.

Las adelitas se llamaron así a partir de la incursión de Adela, una mujer que, por cierto, la poetisa Olga Arias dice que era de Durango; en su folleto Homenaje a las Mujeres de Durango publicado en 1979 expresa: “Se ha dicho que la leyenda está relacionada con el mito que es su modo o forma menor de éste, es anónima y en ella, lo maravilloso y lo real se interfieren, para alcanzar su finalidad de satisfactor afectivo de la colectividad pero, muchas veces, más de las que se pueden contar sin fatigarse, la realidad es más rica y hace aparecer pálidas todas esas invenciones narrativas, en que lo ingenuo y lo mágico se unen. Tal es el caso de Adelita -inmortalizada por la popular canción que lleva su nombre- y sus amores, con el no menos legendario general Domingo Arrieta”, (revolucionario duranguense).

Agrega la poetisa: “La Adelita fue una joven serrana, de ojos negros, boca encendida, largas trenzas y cintura breve, que, en ancas del caballo del general Arrieta, allá por los primeros años de la Revolución Constitucionalista, recorrió valientemente la geografía del norte de nuestro país, hasta que una bala le arrancó la vida en tierra zacatecana, donde el general la sepultó”. Las otras 2 mujeres duranguenses revolucionarias fueron Juana Belén Gutiérrez Chávez y Hermila Galindo Acosta, ambas periodistas.

Juana Belén colaboró en Chihuahua en los periódicos de oposición al porfirismo “El Diario del Hogar” y “El Hijo del Ahuizote”, estuvo presa a causa de sus escritos; en Coahuila, la vuelven a meter a la cárcel por alrededor de cuatro meses, por seguir en contra de la dictadura de Porfirio Díaz.

Juana Belén simpatiza con el liberalismo y opositora de los abusos del porfirismo y del clero católico; ella participa en el famoso Congreso Liberal de 1901 en San Luis Potosí, se convierte en su defensora y difunde su programa e ideas a través de Vésper, su célebre periódico fundado en ese mismo año en la ciudad de Guanajuato.

Juana Belén es la primera mujer en la historia de México que fundó y dirigió un periódico político y de oposición al gobierno; en Vésper, Gutiérrez Acosta criticó la centralización del poder en el presidente, la subordinación de legisladores y jueces al mando del presidente, así como los abusos de los gobernadores estatales.

El Diario del Hogar la llamaba “nuestra Juana de Arco” y los Flores Magón, en “Regeneración”, se alegraban de su labor periodística en favor de la libertad del pueblo.

Emiliano Zapata pone a Juana Belén al frente de un regimiento militar, llamado Victoria, y la nombra coronela.

Impulsó y dirigió clubes liberales, vivió en Ciudad de México y continuó con la publicación de Vésper.

Fue primera vocal del Club Liberal “Ponciano Arriaga”, donde estaba también por Camilo Arriaga, Antonio Díaz Soto y Gama, Ricardo Flores Magón, entre otros el grupo fue encarcelada.

Juana Belén fue acusada de sedición y rebelión, permaneció varios meses en la prisión de Belén, al ser liberada se exilió a los Estados Unidos de Norteamérica, siguiendo a los demás liberales que ya se habían establecido allí.

Desde USA siguió publicando Vésper. Regresó a México y siguió luchando por la “justicia y libertad” que era el lema de su periódico el Vésper.

Se unió al maderismo; fue una de las personas que fundó el Club Político Femenil Amigas del pueblo y el Club Hijas de Cuauhtémoc que, durante la campaña electoral de Francisco I. Madero, exigieron el derecho al voto y “la total emancipación de la mujer mexicana”.

Terminada la lucha armada, Juana Belén se convierte en maestra misionera de la cruzada vasconcelista contra el analfabetismo en Jalisco y Zacatecas.

Años después es nombrada inspectora de escuelas rurales en esta última Entidad, donde también fundaría la organización indigenista Consejo de los Caxcanes.

Esa fue la actividad revolucionaria que llevó a cabo Juana Belén Gutiérrez Acosta.

Hermila Galindo es otra duranguense merecedora de un espacio aparte, ya que fue considerada la feminista del constitucionalista.

La mujer en la Revolución

El 20 de noviembre de 1910, estalla la Revolución Mexicana, sus ideales los derechos de libertad e igualdad. Miles de mujeres participaron, en la lucha revolucionaria, no sólo las adelitas que se fueron a “la bola” a preparar comida y servir de enfermeras a los hombres.

Además están las duranguenses Juana Belén Gutiérrez Chávez y Hermila Galindo Acosta y otras fueron otras mujeres como Elisa Griesen, que con un grupo de niñas y niños de 5º. año y algunas mujeres en 1916 sacó al ejército norteamericano de Parral, Chihuahua.

Otras valientes mujeres fueron Carmen Alanís que tomó Ciudad Juárez comandando a 300 hombres o Dolores Jiménez Muro participó en la redacción del Plan de Ayala y fue nombrada coronela del Ejército Liberador del Sur; Encarnación Mares, coronela María Quinteros, Margarita Neri, además Carmen Serdán inicia la campaña de apoyo a Francisco I. Madero. Otras mujeres destacadas: Margarita Ortega, Rosaura Gortari y Natividad Cortés, Aurora Martínez nombrada por Zapata agente del Ejército Libertador del Sur; Teresa Arteaga con Flores Magón.

En 1914 Juana Belén Gutiérrez de Mendoza funda el diario “La Reforma”, que reivindica a la raza indígena. Este mismo año Emiliano Zapata nombra a Aurora Martínez de Hernández agente del Ejército Libertador del Sur. En 1915 Hermila Galindo funda La Mujer Moderna, semanario ilustrado y feminista, ahí promovía el derecho al voto.

Las mujeres ante el impulso revolucionario formaron la Liga Femenil de Propaganda Política, que realiza una activa oposición a la reelección de Porfirio Díaz.

Las adelitas se llamaron así a partir de la incursión de Adela, una mujer que, por cierto, la poetisa Olga Arias dice que era de Durango; en su folleto Homenaje a las Mujeres de Durango publicado en 1979 expresa: “Se ha dicho que la leyenda está relacionada con el mito que es su modo o forma menor de éste, es anónima y en ella, lo maravilloso y lo real se interfieren, para alcanzar su finalidad de satisfactor afectivo de la colectividad pero, muchas veces, más de las que se pueden contar sin fatigarse, la realidad es más rica y hace aparecer pálidas todas esas invenciones narrativas, en que lo ingenuo y lo mágico se unen. Tal es el caso de Adelita -inmortalizada por la popular canción que lleva su nombre- y sus amores, con el no menos legendario general Domingo Arrieta”, (revolucionario duranguense).

Agrega la poetisa: “La Adelita fue una joven serrana, de ojos negros, boca encendida, largas trenzas y cintura breve, que, en ancas del caballo del general Arrieta, allá por los primeros años de la Revolución Constitucionalista, recorrió valientemente la geografía del norte de nuestro país, hasta que una bala le arrancó la vida en tierra zacatecana, donde el general la sepultó”. Las otras 2 mujeres duranguenses revolucionarias fueron Juana Belén Gutiérrez Chávez y Hermila Galindo Acosta, ambas periodistas.

Juana Belén colaboró en Chihuahua en los periódicos de oposición al porfirismo “El Diario del Hogar” y “El Hijo del Ahuizote”, estuvo presa a causa de sus escritos; en Coahuila, la vuelven a meter a la cárcel por alrededor de cuatro meses, por seguir en contra de la dictadura de Porfirio Díaz.

Juana Belén simpatiza con el liberalismo y opositora de los abusos del porfirismo y del clero católico; ella participa en el famoso Congreso Liberal de 1901 en San Luis Potosí, se convierte en su defensora y difunde su programa e ideas a través de Vésper, su célebre periódico fundado en ese mismo año en la ciudad de Guanajuato.

Juana Belén es la primera mujer en la historia de México que fundó y dirigió un periódico político y de oposición al gobierno; en Vésper, Gutiérrez Acosta criticó la centralización del poder en el presidente, la subordinación de legisladores y jueces al mando del presidente, así como los abusos de los gobernadores estatales.

El Diario del Hogar la llamaba “nuestra Juana de Arco” y los Flores Magón, en “Regeneración”, se alegraban de su labor periodística en favor de la libertad del pueblo.

Emiliano Zapata pone a Juana Belén al frente de un regimiento militar, llamado Victoria, y la nombra coronela.

Impulsó y dirigió clubes liberales, vivió en Ciudad de México y continuó con la publicación de Vésper.

Fue primera vocal del Club Liberal “Ponciano Arriaga”, donde estaba también por Camilo Arriaga, Antonio Díaz Soto y Gama, Ricardo Flores Magón, entre otros el grupo fue encarcelada.

Juana Belén fue acusada de sedición y rebelión, permaneció varios meses en la prisión de Belén, al ser liberada se exilió a los Estados Unidos de Norteamérica, siguiendo a los demás liberales que ya se habían establecido allí.

Desde USA siguió publicando Vésper. Regresó a México y siguió luchando por la “justicia y libertad” que era el lema de su periódico el Vésper.

Se unió al maderismo; fue una de las personas que fundó el Club Político Femenil Amigas del pueblo y el Club Hijas de Cuauhtémoc que, durante la campaña electoral de Francisco I. Madero, exigieron el derecho al voto y “la total emancipación de la mujer mexicana”.

Terminada la lucha armada, Juana Belén se convierte en maestra misionera de la cruzada vasconcelista contra el analfabetismo en Jalisco y Zacatecas.

Años después es nombrada inspectora de escuelas rurales en esta última Entidad, donde también fundaría la organización indigenista Consejo de los Caxcanes.

Esa fue la actividad revolucionaria que llevó a cabo Juana Belén Gutiérrez Acosta.

Hermila Galindo es otra duranguense merecedora de un espacio aparte, ya que fue considerada la feminista del constitucionalista.

ÚLTIMASCOLUMNAS
viernes 19 de abril de 2024

Si hay mujeres en Durango

11 de abril nace Gertrudis Bocanegra heroína de la independencia

Julieta Hernández Camargo

miércoles 10 de abril de 2024

Si hay mujeres en Durango

6 de abril de 1953 preludio de reconocimiento de la ciudadanía de las mujeres mexicanas

Julieta Hernández Camargo

miércoles 20 de marzo de 2024

Si hay mujeres en Durango

Características del feminicidio

Julieta Hernández Camargo

miércoles 13 de marzo de 2024

Sí hay mujeres en Durango

premio mujeres duranguense 2024 el Sol de Durango

Julieta Hernández Camargo

miércoles 06 de marzo de 2024

Si hay mujeres en Durango

8 de marzo "Día Internacional de la Mujer"

Julieta Hernández Camargo

jueves 29 de febrero de 2024

Sí hay mujeres en Durango

Los tipos de feminismo, parte dos

Julieta Hernández Camargo

miércoles 14 de febrero de 2024

Sí hay mujeres en Durango

14 de febrero y el mito del amor romántico

Julieta Hernández Camargo

miércoles 07 de febrero de 2024

Sí hay mujeres en Durango

Mujeres, solo el 35% de estudiantes de carreras científicas

Julieta Hernández Camargo

Cargar Más