/ sábado 30 de enero de 2021

Sí hay rastreros

El pasado jueves, al salir a comprar mis medicinas propias de los de la tercera edad, al llegar a la esquina de Norman Fuentes y 5 de Febrero, una persona me miró y, no obstante, el cubrebocas me preguntó si yo era quien escribía en este prestigiado periódico, contestándole afirmativamente.

Lo que dio origen a una amena plática en donde identificamos nuestras coincidencias afirmando ambos que, era inconcebible que pudiéramos tener un presidente como el actual, y aún más, que aún existieran personas que lo respaldaran.

Aunque me dijo su nombre y nos presentamos, no estoy autorizado para mencionarlo, pero sí puedo expresar que es un prestigiado ingeniero con bastantes estudios y en pocas palabras, llegamos a hacer nuestra una frase de Enrique Jardiel Poncela: - “El que no se atreve a ser inteligente, se hace político”. Coincidimos que, como están las cosas, debemos pedirle a Dios que nos agarre confesados, pero al parecer los políticos están ganando en plegarias implorando para su pueblo bueno y sabio: - “Pídole a Dios por los pendejos para que nunca se acaben”.

Además de haber platicado con el profesionista que comento y con algunos otros de mis escasos lectores, he tenido la oportunidad de coincidir en que, pareciera increíble que hubieran postulado a Enrique Peña Nieto, como candidato a la Presidencia de la República y además que fuera electo, sin embargo, siempre estuvo protegido por un equipo.

Pero mucho más increíble es que pudiera haber electores que se dejaran sorprender por las promesas del actual presidente, quien contestaba como candidato a sus entrevistadores que, acabaría con la delincuencia, con le huachicol, con la corrupción y todo lo malo con su ejemplo.

Resultando inconcebible que, con esos elementos o atribuciones que se ha dicho que posee y que, por supuesto, ha demostrado que tampoco son ciertos, pueda decirles a los huachicoleros, corruptos y criminales de todos tipos: - “¡Eit vean mi ejemplo, soy honrado, ya dejen de hacer el mal”.

En boca de todos se habla de no ser posible que, personas de la calaña de Félix Salgado Macedonio, sean legisladores, y peor tantito, alcalde de Acapulco, y ahora candidato a gobernador de Guerrero. Un tipo por demás ignorante, acusado de violar a mujeres, y que cuente con personas que lo apoyen y lo defiendan, además de ser de las más de quinientas personas asistentes a su fiesta, en donde indican abundaron despilfarros y derroches, pero en sus campañas y al igual que los demás, su lema es: “Primero los pobres”.

Ciertamente, muchos se dejaron llevar por indicar que existían buenas intenciones de los candidatos, aunque nunca les demostraran cómo pudieran lograr lo que estaban ofreciendo en campaña, pues es muy conocido que “el infierno está empedrado de buenas intenciones”, pues el que se tengan buenos propósitos, no significa que se puedan hacer las cosas, ni que se hagan de manera automática. Cualquier buen estudiante no lo será sólo de buenas intenciones, sino estudiando bien, siendo responsable y disciplinado con sus estudios, porque también se puede estudiar mal, trabajar mal, hacer las cosas mal, actuar mal, etc.

Las buenas intenciones, la buena fe, la supuesta honestidad y algunas otras virtudes más se demuestran con hechos y no con palabras o auto llenándose de incienso, señalando lo malo de los otros, pero no dando resultados absolutamente de nada; una cosa es predicar y auto ensalzarse y otra es presentar resultados tangibles y apropiados.

Lo que no puede ser aceptado es que, no obstante, la sarta de mentiras manifiestas, descubiertas por los ciudadanos, aún existan los chairos que dan su vida por su presidente, para muchos el restrerismo es por algo, como el de El Tirantes, quien se desvive en elogios para el Peje, buscando su candidatura; López Gatell, quien el 11 de agosto de año pasado descartó la vacuna Sputnik, pero ahora la propone, al fin y al cabo, le creen sus babosos.

Qué decir de Jesús Estrada, alcalde de Culiacán, que mandó hacer un mural en donde se encuentran Cárdenas, Madero, Juárez, (al centro) López Obrador, a continuación, Hidalgo y después Morelos, pues claro es alcalde morenista, pero ¿será posible tanta ceguera de los chairos que sólo reciben su mensualidad y no tienen esperanza de más?

El pasado jueves, al salir a comprar mis medicinas propias de los de la tercera edad, al llegar a la esquina de Norman Fuentes y 5 de Febrero, una persona me miró y, no obstante, el cubrebocas me preguntó si yo era quien escribía en este prestigiado periódico, contestándole afirmativamente.

Lo que dio origen a una amena plática en donde identificamos nuestras coincidencias afirmando ambos que, era inconcebible que pudiéramos tener un presidente como el actual, y aún más, que aún existieran personas que lo respaldaran.

Aunque me dijo su nombre y nos presentamos, no estoy autorizado para mencionarlo, pero sí puedo expresar que es un prestigiado ingeniero con bastantes estudios y en pocas palabras, llegamos a hacer nuestra una frase de Enrique Jardiel Poncela: - “El que no se atreve a ser inteligente, se hace político”. Coincidimos que, como están las cosas, debemos pedirle a Dios que nos agarre confesados, pero al parecer los políticos están ganando en plegarias implorando para su pueblo bueno y sabio: - “Pídole a Dios por los pendejos para que nunca se acaben”.

Además de haber platicado con el profesionista que comento y con algunos otros de mis escasos lectores, he tenido la oportunidad de coincidir en que, pareciera increíble que hubieran postulado a Enrique Peña Nieto, como candidato a la Presidencia de la República y además que fuera electo, sin embargo, siempre estuvo protegido por un equipo.

Pero mucho más increíble es que pudiera haber electores que se dejaran sorprender por las promesas del actual presidente, quien contestaba como candidato a sus entrevistadores que, acabaría con la delincuencia, con le huachicol, con la corrupción y todo lo malo con su ejemplo.

Resultando inconcebible que, con esos elementos o atribuciones que se ha dicho que posee y que, por supuesto, ha demostrado que tampoco son ciertos, pueda decirles a los huachicoleros, corruptos y criminales de todos tipos: - “¡Eit vean mi ejemplo, soy honrado, ya dejen de hacer el mal”.

En boca de todos se habla de no ser posible que, personas de la calaña de Félix Salgado Macedonio, sean legisladores, y peor tantito, alcalde de Acapulco, y ahora candidato a gobernador de Guerrero. Un tipo por demás ignorante, acusado de violar a mujeres, y que cuente con personas que lo apoyen y lo defiendan, además de ser de las más de quinientas personas asistentes a su fiesta, en donde indican abundaron despilfarros y derroches, pero en sus campañas y al igual que los demás, su lema es: “Primero los pobres”.

Ciertamente, muchos se dejaron llevar por indicar que existían buenas intenciones de los candidatos, aunque nunca les demostraran cómo pudieran lograr lo que estaban ofreciendo en campaña, pues es muy conocido que “el infierno está empedrado de buenas intenciones”, pues el que se tengan buenos propósitos, no significa que se puedan hacer las cosas, ni que se hagan de manera automática. Cualquier buen estudiante no lo será sólo de buenas intenciones, sino estudiando bien, siendo responsable y disciplinado con sus estudios, porque también se puede estudiar mal, trabajar mal, hacer las cosas mal, actuar mal, etc.

Las buenas intenciones, la buena fe, la supuesta honestidad y algunas otras virtudes más se demuestran con hechos y no con palabras o auto llenándose de incienso, señalando lo malo de los otros, pero no dando resultados absolutamente de nada; una cosa es predicar y auto ensalzarse y otra es presentar resultados tangibles y apropiados.

Lo que no puede ser aceptado es que, no obstante, la sarta de mentiras manifiestas, descubiertas por los ciudadanos, aún existan los chairos que dan su vida por su presidente, para muchos el restrerismo es por algo, como el de El Tirantes, quien se desvive en elogios para el Peje, buscando su candidatura; López Gatell, quien el 11 de agosto de año pasado descartó la vacuna Sputnik, pero ahora la propone, al fin y al cabo, le creen sus babosos.

Qué decir de Jesús Estrada, alcalde de Culiacán, que mandó hacer un mural en donde se encuentran Cárdenas, Madero, Juárez, (al centro) López Obrador, a continuación, Hidalgo y después Morelos, pues claro es alcalde morenista, pero ¿será posible tanta ceguera de los chairos que sólo reciben su mensualidad y no tienen esperanza de más?