/ viernes 16 de julio de 2021

“Siempre caigo en los mismos errores”

Parafraseando a José Alfredo Jiménez, “nada me han enseñado las elecciones pasadas”. Por increíble o por irónico que parezca, el PRI todavía no le cae el veinte de las elecciones de 2018. A raíz de esos resultados, se convirtió en la tercera fuerza política del país.

Todos daban por hecho que el tricolor aprendería de sus errores. En el año 2000 recibió la primera llamada con Vicente Fox Quesada: “Los sacó a patadas de Los Pinos”, pero regresaron doce años después. Todo parecía color de rosa, Peña Nieto representaba la esperanza de regresar a los años dorados, al partido aplanadora, al partido invencible, el anuncio de un nuevo PRI, con las mañas del viejo partido.

Aquí en Durango, con sus matices, confunden la victoria de la alianza con la batalla de 2022. Nada más lejos de la realidad. En vez de pensar en cómo ganarle a MORENA que va en alianza con el PT y Verde Ecologista, se están enfrentando por la nueva dirigencia del tricolor estatal. Como usted sabe, en pocos días Rubén Escajeda Jiménez cumplirá el periodo de Enrique Benítez Ojeda. Se publicó ya la convocatoria para elegir al nuevo comité estatal.

Dicha convocatoria estará abierta para cualquier militante con vigencia de derechos para que se pueda inscribir, incluyendo al propio Rubén Escajeda Jiménez, quien, por cierto, no ha levantado la mano para repetir como presidente. En cambio, quien anda diciendo que por instrucciones de “Alito” será el próximo presidente del partido es Arturito Yáñez. Afirma Arturito que por ser amigo del dirigente nacional no habrá nadie que se le pare enfrente, y que “Alito”, vendrá a levantarle la mano y a su toma de protesta.

Por eso decimos: “Haiga sido como haiga sido”, el tricolor siempre cae en los mismos errores. Este partido ha perdido mucho porque a los presidentes del partido estatal los sigue poniendo el presidente del Comité Ejecutivo Nacional. Como es el caso de “Alito”, que quiere poner al frente del partido a su amigo Arturito Yáñez, “¿qué de raro tiene?”, después de todo, la amistad se refleja en la nómina. ¿Para qué quiere Arturito ser el próximo presidente del PRI?, ¿para democratizarlo y que al fin surja el nuevo PRI? Eso es lo que menos importa, esto tiene su lectura.


Como usted ya está enterado, Esteban Villegas Villareal quiere ser el candidato del tricolor, con alianza o sin alianza. El actual diputado local pertenece al grupo de Jorge Herrera Caldera y, por supuesto, Arturito Yáñez También. Si así fuera, Herrera Caldera pondría al presidente del PRI, y en su momento a Esteban Villegas Villareal como candidato. Dos pájaros de un tiro.

¿Los grupos de “Las Águilas” y de Mezquital, le pondrán la alfombra verde a Esteban, Arturito y Jorge? Supongamos, sin conceder, ¿se imagina a Rubén Escajeda Jiménez coordinando la campaña de Esteban Villegas?, y ya encarrerado el gato, ¿Esteban como candidato de la alianza PRI y PAN? Pero eso no sería todo, el ex gobernador Herrera Caldera tiene posibilidades de poner candidato por MORENA a la presidencia municipal, y no se sorprenda si pone candidata a gobernadora también por MORENA. Como se puede ver, el efecto “Alito” y Arturito trae mucha cola, y muchos mensajes. Si así fuera, muchas y muchos les harán el vacío si por instrucciones del presidente nacional impone a la “guadaña”.

¿El PRI estatal es un partido político o es un partido de amigos? La alianza que viene en el 2022, hacerla realidad no será nada sencillo. Por los intereses que representa, la gubernatura está prendida con alfileres. No es lo mismo hacer “amarres perros” con diputaciones, que despachar en el Bicentenario. El “dedazo” cuesta.

Parafraseando a José Alfredo Jiménez, “nada me han enseñado las elecciones pasadas”. Por increíble o por irónico que parezca, el PRI todavía no le cae el veinte de las elecciones de 2018. A raíz de esos resultados, se convirtió en la tercera fuerza política del país.

Todos daban por hecho que el tricolor aprendería de sus errores. En el año 2000 recibió la primera llamada con Vicente Fox Quesada: “Los sacó a patadas de Los Pinos”, pero regresaron doce años después. Todo parecía color de rosa, Peña Nieto representaba la esperanza de regresar a los años dorados, al partido aplanadora, al partido invencible, el anuncio de un nuevo PRI, con las mañas del viejo partido.

Aquí en Durango, con sus matices, confunden la victoria de la alianza con la batalla de 2022. Nada más lejos de la realidad. En vez de pensar en cómo ganarle a MORENA que va en alianza con el PT y Verde Ecologista, se están enfrentando por la nueva dirigencia del tricolor estatal. Como usted sabe, en pocos días Rubén Escajeda Jiménez cumplirá el periodo de Enrique Benítez Ojeda. Se publicó ya la convocatoria para elegir al nuevo comité estatal.

Dicha convocatoria estará abierta para cualquier militante con vigencia de derechos para que se pueda inscribir, incluyendo al propio Rubén Escajeda Jiménez, quien, por cierto, no ha levantado la mano para repetir como presidente. En cambio, quien anda diciendo que por instrucciones de “Alito” será el próximo presidente del partido es Arturito Yáñez. Afirma Arturito que por ser amigo del dirigente nacional no habrá nadie que se le pare enfrente, y que “Alito”, vendrá a levantarle la mano y a su toma de protesta.

Por eso decimos: “Haiga sido como haiga sido”, el tricolor siempre cae en los mismos errores. Este partido ha perdido mucho porque a los presidentes del partido estatal los sigue poniendo el presidente del Comité Ejecutivo Nacional. Como es el caso de “Alito”, que quiere poner al frente del partido a su amigo Arturito Yáñez, “¿qué de raro tiene?”, después de todo, la amistad se refleja en la nómina. ¿Para qué quiere Arturito ser el próximo presidente del PRI?, ¿para democratizarlo y que al fin surja el nuevo PRI? Eso es lo que menos importa, esto tiene su lectura.


Como usted ya está enterado, Esteban Villegas Villareal quiere ser el candidato del tricolor, con alianza o sin alianza. El actual diputado local pertenece al grupo de Jorge Herrera Caldera y, por supuesto, Arturito Yáñez También. Si así fuera, Herrera Caldera pondría al presidente del PRI, y en su momento a Esteban Villegas Villareal como candidato. Dos pájaros de un tiro.

¿Los grupos de “Las Águilas” y de Mezquital, le pondrán la alfombra verde a Esteban, Arturito y Jorge? Supongamos, sin conceder, ¿se imagina a Rubén Escajeda Jiménez coordinando la campaña de Esteban Villegas?, y ya encarrerado el gato, ¿Esteban como candidato de la alianza PRI y PAN? Pero eso no sería todo, el ex gobernador Herrera Caldera tiene posibilidades de poner candidato por MORENA a la presidencia municipal, y no se sorprenda si pone candidata a gobernadora también por MORENA. Como se puede ver, el efecto “Alito” y Arturito trae mucha cola, y muchos mensajes. Si así fuera, muchas y muchos les harán el vacío si por instrucciones del presidente nacional impone a la “guadaña”.

¿El PRI estatal es un partido político o es un partido de amigos? La alianza que viene en el 2022, hacerla realidad no será nada sencillo. Por los intereses que representa, la gubernatura está prendida con alfileres. No es lo mismo hacer “amarres perros” con diputaciones, que despachar en el Bicentenario. El “dedazo” cuesta.