/ miércoles 13 de febrero de 2019

Surge movimiento para regenerar sindicalismo decadente y corrupto

Incorporado en los objetivos de la Cuarta Transformación, y al amparo de lo estipulado en la Organización Internacional del Trabajo sobre la libertad de asociación y el voto libre y directo para elegir de manera transparente y democrática a sus dirigentes, brota movimiento de renovación sindical, con la premisa de erradicar vicios, corrupción y hasta personas eternizadas en las organizaciones laborales, y que las han utilizado para empoderarse política y económicamente, a costa de acotar los derechos de los trabajadores.

En tal contexto hace su aparición como la “tabla de salvación” para el sindicalismo caciquil, anquilosado y decadente, la nueva Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, CATEM, que desde el próximo 16 de marzo iniciará funciones en Durango con la adhesión inicial de agrupaciones del transporte, y la mira puesta en los gremios de la burocracia y las maquiladoras.

A nivel nacional es encabezada por el senador morenista, Pedro Haces Barba, que es el contrapeso de su homólogo Napoleón Gómez Urrutia, criticado y cuestionado dirigente del sindicato de Mineros, acusado por supuesta malversación de 55 millones de dólares a los trabajadores afiliados, y quien ahora pretende erigir una Confederación Nacional de Sindicatos.

El propio Haces ha manifestado el deslinde de la Catem, de las organizaciones laborales que busca aglutinar el senador “Napito”, al considerarlo como el ala radical de Morena en los temas relacionados con el sindicalismo mexicano.

La expectativa es atraer a grupos de trabajadores inconformes con el abandono en que se encuentran por parte de sus dirigencias sindicales. Y hacer valer la libertad de afiliación y sobre todo, que las personas al frente de las agrupaciones laborales sientan como suyos los problemas de la clase trabajadora, y utilicen los instrumentos legales que el marco jurídico en México y el mundo, ponen a disposición para la defensa de los asalariados.

El sindicalismo en Durango “está dormido y agotado, vamos a despertarlo y dinamizarlo para beneficio de los derechos de los trabajadores”, expresa quien será el primer dirigente de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, CATEM. Cristhian Salazar Mercado.

El joven profesionista proviene de una familia sindicalista: Su padre Juan Salazar (Queped), fue fundador de organizaciones de transportistas, como la Unión Benito Juárez, afiliada inicialmente al Partido del Trabajo.

El abuelo materno de Cristhian Salazar, es el segundo de a bordo en el comité directivo del Sindicato de Transportistas de la CTM, y la actual diputada local priista, Catalina Mercado, forma parte de la dirigencia cetemista y del PRI, es tía del juvenil “líder obrero”.

Incluso, el propio Cristhian Salazar era parte del Comité Ejecutivo de la Federación de Estado, CTM, pero argumentó que de facto quedó fuera de esa central obrera al promover la constitución de la CATEM.

Y al igual que a nivel nacional lo han anunciado, tanto Gómez Urrutia como el propio Haces Barba, el objetivo es confederar al mayor número de sindicatos y grupos de trabajadores, y los sectores en los que habrán de poner mayor énfasis son los empleados al servicio del estado, en cualquiera de los tres órdenes de gobierno, los transportistas, y uno al que se considera aún “virgen” que son las maquiladoras.

La CATEM será una aliada de las empresas por lo que en el caso de las maquiladoras (que son 17 en el Estado), no se trata de organizar a los trabajadores en sindicatos para agredir a los dueños del capital, sino encontrar mediante el diálogo y la armonía, las condiciones laborales que respeten las normas oficiales. Coadyuvaremos a que haya más inversión y empleo, dice Salazar.

La Catem, a decir de Cristhian Salazar, sorprenderá con el número de sindicatos que nacerá. Incluso lo hay de algunos gobiernos municipales. Afirma que uno de los gremios más afectados por el alicaído sindicalismo, son los transportistas, a los que se usa como carne de cañón para fines políticos, y se obliga al pago de constantes cuotas económicas. Y sus dirigentes llevan décadas en la explotación de los “trabajadores del volante”.

Por lo pronto en la CTM, CROC, lo que queda de la CROM y la Alianza de Transportistas, cierran filas entre sus agremiados, a fin de inhibir la deserción masiva hacia el nuevo Sindicato, que al parecer tiene la venia presidencial con el fin de acabar con las vetustas organizaciones obreras.

Incorporado en los objetivos de la Cuarta Transformación, y al amparo de lo estipulado en la Organización Internacional del Trabajo sobre la libertad de asociación y el voto libre y directo para elegir de manera transparente y democrática a sus dirigentes, brota movimiento de renovación sindical, con la premisa de erradicar vicios, corrupción y hasta personas eternizadas en las organizaciones laborales, y que las han utilizado para empoderarse política y económicamente, a costa de acotar los derechos de los trabajadores.

En tal contexto hace su aparición como la “tabla de salvación” para el sindicalismo caciquil, anquilosado y decadente, la nueva Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, CATEM, que desde el próximo 16 de marzo iniciará funciones en Durango con la adhesión inicial de agrupaciones del transporte, y la mira puesta en los gremios de la burocracia y las maquiladoras.

A nivel nacional es encabezada por el senador morenista, Pedro Haces Barba, que es el contrapeso de su homólogo Napoleón Gómez Urrutia, criticado y cuestionado dirigente del sindicato de Mineros, acusado por supuesta malversación de 55 millones de dólares a los trabajadores afiliados, y quien ahora pretende erigir una Confederación Nacional de Sindicatos.

El propio Haces ha manifestado el deslinde de la Catem, de las organizaciones laborales que busca aglutinar el senador “Napito”, al considerarlo como el ala radical de Morena en los temas relacionados con el sindicalismo mexicano.

La expectativa es atraer a grupos de trabajadores inconformes con el abandono en que se encuentran por parte de sus dirigencias sindicales. Y hacer valer la libertad de afiliación y sobre todo, que las personas al frente de las agrupaciones laborales sientan como suyos los problemas de la clase trabajadora, y utilicen los instrumentos legales que el marco jurídico en México y el mundo, ponen a disposición para la defensa de los asalariados.

El sindicalismo en Durango “está dormido y agotado, vamos a despertarlo y dinamizarlo para beneficio de los derechos de los trabajadores”, expresa quien será el primer dirigente de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, CATEM. Cristhian Salazar Mercado.

El joven profesionista proviene de una familia sindicalista: Su padre Juan Salazar (Queped), fue fundador de organizaciones de transportistas, como la Unión Benito Juárez, afiliada inicialmente al Partido del Trabajo.

El abuelo materno de Cristhian Salazar, es el segundo de a bordo en el comité directivo del Sindicato de Transportistas de la CTM, y la actual diputada local priista, Catalina Mercado, forma parte de la dirigencia cetemista y del PRI, es tía del juvenil “líder obrero”.

Incluso, el propio Cristhian Salazar era parte del Comité Ejecutivo de la Federación de Estado, CTM, pero argumentó que de facto quedó fuera de esa central obrera al promover la constitución de la CATEM.

Y al igual que a nivel nacional lo han anunciado, tanto Gómez Urrutia como el propio Haces Barba, el objetivo es confederar al mayor número de sindicatos y grupos de trabajadores, y los sectores en los que habrán de poner mayor énfasis son los empleados al servicio del estado, en cualquiera de los tres órdenes de gobierno, los transportistas, y uno al que se considera aún “virgen” que son las maquiladoras.

La CATEM será una aliada de las empresas por lo que en el caso de las maquiladoras (que son 17 en el Estado), no se trata de organizar a los trabajadores en sindicatos para agredir a los dueños del capital, sino encontrar mediante el diálogo y la armonía, las condiciones laborales que respeten las normas oficiales. Coadyuvaremos a que haya más inversión y empleo, dice Salazar.

La Catem, a decir de Cristhian Salazar, sorprenderá con el número de sindicatos que nacerá. Incluso lo hay de algunos gobiernos municipales. Afirma que uno de los gremios más afectados por el alicaído sindicalismo, son los transportistas, a los que se usa como carne de cañón para fines políticos, y se obliga al pago de constantes cuotas económicas. Y sus dirigentes llevan décadas en la explotación de los “trabajadores del volante”.

Por lo pronto en la CTM, CROC, lo que queda de la CROM y la Alianza de Transportistas, cierran filas entre sus agremiados, a fin de inhibir la deserción masiva hacia el nuevo Sindicato, que al parecer tiene la venia presidencial con el fin de acabar con las vetustas organizaciones obreras.