/ lunes 3 de mayo de 2021

Tal vez sea anti estadista

Al participar en las redes sociales, el video de la intervención que tuvo Porfirio Muñoz Ledo en la Cámara de Diputados, quien en forma sobria y elocuente pronunció, que no conocía a ningún jurista que se hubiera manifestado a favor de la ampliación del término que señala el cuarto párrafo del artículo 97 de nuestra Carta Magna.

Expresamente señala: “Cada cuatro años, el Pleno elegirá de entre sus miembros al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el cual no podrá ser reelecto para el periodo inmediato posterior”, que fuera propuesto por el Senado de la República en un artículo transitorio. Corrigiendo posteriormente Muñoz Ledo, que con excepción de Scherer, pero que lo había hecho acatando las órdenes de ya saben quién.

Algunos de mis contactos “chairos” respondieron como si estuvieran amaestrados, en forma totalmente similar: “que la demencia senil de Porfirio lo había hecho presa de él, y que sería conveniente que, ya abandonara las lides políticas”. Permitiéndome manifestarles que, ¿si al igual que Muñoz Ledo, todos los juristas de la república también ya padecían de dicho trastorno? Algunos no respondieron, pero otros, al igual que lo comenté anteriormente, como si estuvieran estudiados indicaron que para ellos no existía mejor jurista que su presidente.

Tanta ignorancia y tanto servilismo sí es preocupante, pero al parecer la ignorancia proviene de ya saben quién, que desconoce lo que es un estadista y que Winston Churchill, llegó a expresar lo siguiente: “El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. Desgraciadamente, en nuestro país es lo contrario, como fue y ha sido lo contrario con Hugo Chávez y Nicolás Maduro, en Venezuela; Cristina Kirchner, en Argentina; Rafael Correa, en Ecuador; Evo Morales, en Bolivia y Daniel Ortega. en Nicaragua, entre otros.

Siendo un estadista una persona de gran saber y experiencia en los asuntos del Estado, que tenga visión a futuro y desprendimiento de las ambiciones personales, concertador de grandes acuerdos nacionales, con el don de ubicuidad, para conocer, comprender, asimilar y representar las diversas clases sociales, a las que debe representar dar forma igualitaria. Un estadista es elocuente en sus discursos, en los que demuestra su sabiduría y con ella logra la unión y el progreso de una nación. Y hablando de estadistas, bastante bien conocemos a una persona sale en las mañanas a decir y redundar en barbaridades, y exhibe su pobreza de lenguaje además de su falta de sabiduría en todo. No sé si alguno de ustedes, haya escuchado a un similar pronunciando: “Fuchi guácala”, “me canso ganso”, “fuchi caca”, “ya chole”, “lo que diga mi dedito”, etc.

Arremete en contra de los jueces que otorgan una suspensión en un juicio de amparo por la violación a las garantías individuales, (que considero las ignora). O bien, faltándole al respeto a cualquiera del Poder Judicial, a tal grado de amenazar que, si en el Poder Judicial votan contra la llamada “Ley Zaldívar”, entonces serán cómplices de la corrupción.

¿En dónde se habrá visto a su estadista culpando a los anteriores gobiernos de su ineptitud, a sus adversarios, a los conservadores, intimidando a diestra y siniestra y alabándose incansablemente de sus virtudes que solo él puede ver y creer?

Señalar que la decisión del Tribunal Electoral, canceló la posibilidad de contender para gobernador, por no haber cumplido con lo establecido por la ley su compadre y denunciado por violador Salgado Macedonio, es un golpe a la democracia, además de ser un ciego a la legalidad establecida y a la propia democracia, es sólo intimidar, como lo ha hecho toda su vida y sus mascotas consideran que eso es gobernar.

La sociedad entera se está dando cuenta de las formas de amenazar e intimidar a quien no esté de acuerdo con él, procediendo a la descalificación total, insultos, agresiones, coacciones, manipulación, hostigamiento, exclusión y bloqueo social etc.

Mientras continúe con la idea de acabar con el INE y que se haga la voluntad de su pueblo bueno y sabio, todo será como sucedió con sus consultas, para la cancelación del aeropuerto de Texcoco y Constellation Brans, para las construcciones de sus caprichos, etc., resultando algo parecido como cuando el pueblo accedió a la libertad de Barrabás y la crucifixión de Jesús.

Al participar en las redes sociales, el video de la intervención que tuvo Porfirio Muñoz Ledo en la Cámara de Diputados, quien en forma sobria y elocuente pronunció, que no conocía a ningún jurista que se hubiera manifestado a favor de la ampliación del término que señala el cuarto párrafo del artículo 97 de nuestra Carta Magna.

Expresamente señala: “Cada cuatro años, el Pleno elegirá de entre sus miembros al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el cual no podrá ser reelecto para el periodo inmediato posterior”, que fuera propuesto por el Senado de la República en un artículo transitorio. Corrigiendo posteriormente Muñoz Ledo, que con excepción de Scherer, pero que lo había hecho acatando las órdenes de ya saben quién.

Algunos de mis contactos “chairos” respondieron como si estuvieran amaestrados, en forma totalmente similar: “que la demencia senil de Porfirio lo había hecho presa de él, y que sería conveniente que, ya abandonara las lides políticas”. Permitiéndome manifestarles que, ¿si al igual que Muñoz Ledo, todos los juristas de la república también ya padecían de dicho trastorno? Algunos no respondieron, pero otros, al igual que lo comenté anteriormente, como si estuvieran estudiados indicaron que para ellos no existía mejor jurista que su presidente.

Tanta ignorancia y tanto servilismo sí es preocupante, pero al parecer la ignorancia proviene de ya saben quién, que desconoce lo que es un estadista y que Winston Churchill, llegó a expresar lo siguiente: “El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. Desgraciadamente, en nuestro país es lo contrario, como fue y ha sido lo contrario con Hugo Chávez y Nicolás Maduro, en Venezuela; Cristina Kirchner, en Argentina; Rafael Correa, en Ecuador; Evo Morales, en Bolivia y Daniel Ortega. en Nicaragua, entre otros.

Siendo un estadista una persona de gran saber y experiencia en los asuntos del Estado, que tenga visión a futuro y desprendimiento de las ambiciones personales, concertador de grandes acuerdos nacionales, con el don de ubicuidad, para conocer, comprender, asimilar y representar las diversas clases sociales, a las que debe representar dar forma igualitaria. Un estadista es elocuente en sus discursos, en los que demuestra su sabiduría y con ella logra la unión y el progreso de una nación. Y hablando de estadistas, bastante bien conocemos a una persona sale en las mañanas a decir y redundar en barbaridades, y exhibe su pobreza de lenguaje además de su falta de sabiduría en todo. No sé si alguno de ustedes, haya escuchado a un similar pronunciando: “Fuchi guácala”, “me canso ganso”, “fuchi caca”, “ya chole”, “lo que diga mi dedito”, etc.

Arremete en contra de los jueces que otorgan una suspensión en un juicio de amparo por la violación a las garantías individuales, (que considero las ignora). O bien, faltándole al respeto a cualquiera del Poder Judicial, a tal grado de amenazar que, si en el Poder Judicial votan contra la llamada “Ley Zaldívar”, entonces serán cómplices de la corrupción.

¿En dónde se habrá visto a su estadista culpando a los anteriores gobiernos de su ineptitud, a sus adversarios, a los conservadores, intimidando a diestra y siniestra y alabándose incansablemente de sus virtudes que solo él puede ver y creer?

Señalar que la decisión del Tribunal Electoral, canceló la posibilidad de contender para gobernador, por no haber cumplido con lo establecido por la ley su compadre y denunciado por violador Salgado Macedonio, es un golpe a la democracia, además de ser un ciego a la legalidad establecida y a la propia democracia, es sólo intimidar, como lo ha hecho toda su vida y sus mascotas consideran que eso es gobernar.

La sociedad entera se está dando cuenta de las formas de amenazar e intimidar a quien no esté de acuerdo con él, procediendo a la descalificación total, insultos, agresiones, coacciones, manipulación, hostigamiento, exclusión y bloqueo social etc.

Mientras continúe con la idea de acabar con el INE y que se haga la voluntad de su pueblo bueno y sabio, todo será como sucedió con sus consultas, para la cancelación del aeropuerto de Texcoco y Constellation Brans, para las construcciones de sus caprichos, etc., resultando algo parecido como cuando el pueblo accedió a la libertad de Barrabás y la crucifixión de Jesús.