/ viernes 15 de mayo de 2020

Temas de república

La nueva “mafia de la corrupción” pero recargada de ineptitud y cinismo


Es curioso ver la metamorfosis de un personaje, (de cualquier personaje), dentro de una novela –por ejemplo- resulta interesante el ver cómo va evolucionando dicho personaje con la historia (aunque no siempre para bien).

De igual modo, cualquier hombre o mujer cambia al convertirse en artista o cantante y saltar a la fama, pero en la política estos cambios son de magnitudes sísmicas.

Es bastante patético ver cambios radicales de pensamiento en una misma persona al ser candidato primero y cuando resulta electo y llega al poder después, casos y nombres podríamos dar miles, pero concentrémonos en el de moda, el personaje que mantiene estupefactos a sus gobernados con sus ocurrencias en sus falsas conferencias de prensa, (a las que ya ni la prensa asiste), sino que con peje–boots, (en vez de periodistas) llena la sala de prensa todos los días, porque ya no son periodistas los que asisten al concierto de barrabasadas mañaneras, a escuchar las frases populacheras de un presidente al que ya nadie le cree nada.

Paradójicamente, Andrés Manuel López Obrador, llegó al poder de nuestro país, enarbolando la bandera del combate a la corrupción, buscó el voto visceral y no el voto razonado, se aprovechó del enojo de la población con su gobierno, al que calificó como “la mafia de la corrupción” en donde todo el mundo cabía si no era partidario de su movimiento para llegar a la Presidencia de la República.

Durante su campaña, AMLO despachó en una casona que abarcaba una cuadra en la calle Chihuahua, marcada con el número 216 de la colonia Roma Nte, en la Delegación Cuauhtémoc de la Ciudad de México, a donde todo el mundo llegó e incluso fue sede del gobierno electo, recibiendo a funcionarios del extranjero, cónsules y hasta el mismísimo Mike Pompeo, acudió a saludar al presidente electo en esa casa.

Hoy sabemos que esta casa pertenecía a un testaferro de Manuel Bartlett, actual director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y digo pertenecía, porque al llegar Morena al poder, AMLO ordenó que se hiciera la compra de este millonario inmueble, pero no conforme con eso, el presidente de nuestro país, ha estado otorgándole al hijo de este obscuro personaje del pasado, un seudo empresario de nombre León Manuel Bartlett, una serie de contratos por adjudicación directa, (ni siquiera por medio de licitaciones tal y como lo marca la Ley), hasta por 175 millones de pesos del presupuesto público, a través de la Sedena, Marina y más recientemente del IMSS.

En este tema, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) dio a conocer que el pasado 30 de abril del 2020 que el IMSS celebró un contrato para la adquisión de 20 ventiladores por un monto de 31 millones de pesos a la empresa Cyber Robotics Solutions, propiedad de León Manuel Bartlett, hijo del director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz. MCCI también reveló que era el precio más alto de un ventilador desde que se declaró la emergencia sanitaria por Covid-19.

Después de este escándalo, el IMSS salió a decir que se habían regresado los ventiladores a la empresa de León Manuel Bartlett, vendidos a millón y medio de pesos cada uno, porque no cubrían las especificaciones requeridas para utilizarlos contra el Covid–19, pero la compra ya se había realizado, es como cuando intentas robar y te cachan las cámaras de seguridad y sólo te piden regresar lo robado; posteriormente se descubrió que los tentáculos del clan Bartlett, llegaban a 12 empresas y 23 residencias, una de ellas de un millón de dólares, de ese tamaño es el capital a la vista, es decir, sólo la punta del iceberg de Manuel Bartlett padre e hijo en este sexenio.

Otro factor a considerar es que el hijo de Bartlett está también asociado con uno de los empresarios más prósperos del momento, aún y en esta etapa de recesión económica brutal, me refiero al hijo de nuestro flamante presidente de la República, quien por cierto, actualmente, no muchas personas saben que es el único autorizado (por parte del gobierno de su papá) para comprar insumos médicos en esta fase de la pandemia en México, no cabe duda de que aquí sí cabe la frase “En cada crisis unos lloran y otros venden pañuelos”.

Hoy es viernes 15 de mayo, no hay nada que celebrar para el sector educativo, pero tampoco para ninguno de los más de 550 mil trabajadores que tan sólo en abril perdieron su empleo; así es como el gobierno de la Cuarta Transformación (4T) ha gestionado su actuar frente a la epidemia del coronavirus, aprovechando la oportunidad de la enfermedad de su pueblo, para empobrecer a los más pobres y enriquecer a sus funcionarios y los hijos de los grandes funcionarios (incluidos los hijos del propio López Obrador), quienes ya se codean con las grandes cerveceras, entre otros negocios.

¿Qué va a pasar con México? Esa es la pregunta que millones de nacionales nos hacemos mientras cientos de personas están muriendo por el virus, mientras la corrupción se reinventa en el gobierno, “La mafia del poder” que tanto se criticó en campaña, pero recargada de ineptitud y cinismo.

Hoy México paga muy caro el haber desmantelado los presupuestos de salud y también el de las catástrofes y emergencias, para dárselos “a los pobres” a través de los programas de Bienestar, para asegurar el voto de Morena durante las próximas elecciones, luego la 4T se adjudicó también el presupuesto de los fideicomisos para la cultura en México y por si fuera poco, le solicitó al Congreso de la Unión, desviar el 10% del presupuesto total de México, para manejarlo a su antojo, sólo que hubo un morenista en el Senado de la República, que se ha dado cuenta del estado mental del presidente López Obrador, calificado por muchos como “desfasado” por decirlo amablemente y detuvo esta locura de saqueo del presupuesto.

Por supuesto que la frase del flamante protagonista de las “mañaneras” aquella de “la pandemia nos cayó como anillo al dedo” pasará a la historia porque en realidad AMLO se refería a justificar el decrecimiento económico de -2.5% (aún antes de que se cerrara la economía frente a la pandemia) y a la temible corrupción que hemos visto por parte del Gobierno, el pésimo manejo sanitario y económico de un gobierno que sistemáticamente no solamente se equivoca, sino se burla, se ríe de la tragedia que vive nuestro país.

Aún no hemos llegado a la fase crítica de la pandemia, el famoso “pico” que no termina de aparecer, pero sería bueno que algún periodista (de verdad periodista y no uno de los boots que asisten a las mañaneras), le preguntara al presidente… ¿de qué se ríe usted señor presidente?, porque realmente no entiendo que es lo que le causa hilaridad cada mañana, en medio de una crisis de magnitudes literalmente pandémicas.

Feliz fin de semana. Cuídese #QuedeseEnCasa #QuédeseVivo.

La nueva “mafia de la corrupción” pero recargada de ineptitud y cinismo


Es curioso ver la metamorfosis de un personaje, (de cualquier personaje), dentro de una novela –por ejemplo- resulta interesante el ver cómo va evolucionando dicho personaje con la historia (aunque no siempre para bien).

De igual modo, cualquier hombre o mujer cambia al convertirse en artista o cantante y saltar a la fama, pero en la política estos cambios son de magnitudes sísmicas.

Es bastante patético ver cambios radicales de pensamiento en una misma persona al ser candidato primero y cuando resulta electo y llega al poder después, casos y nombres podríamos dar miles, pero concentrémonos en el de moda, el personaje que mantiene estupefactos a sus gobernados con sus ocurrencias en sus falsas conferencias de prensa, (a las que ya ni la prensa asiste), sino que con peje–boots, (en vez de periodistas) llena la sala de prensa todos los días, porque ya no son periodistas los que asisten al concierto de barrabasadas mañaneras, a escuchar las frases populacheras de un presidente al que ya nadie le cree nada.

Paradójicamente, Andrés Manuel López Obrador, llegó al poder de nuestro país, enarbolando la bandera del combate a la corrupción, buscó el voto visceral y no el voto razonado, se aprovechó del enojo de la población con su gobierno, al que calificó como “la mafia de la corrupción” en donde todo el mundo cabía si no era partidario de su movimiento para llegar a la Presidencia de la República.

Durante su campaña, AMLO despachó en una casona que abarcaba una cuadra en la calle Chihuahua, marcada con el número 216 de la colonia Roma Nte, en la Delegación Cuauhtémoc de la Ciudad de México, a donde todo el mundo llegó e incluso fue sede del gobierno electo, recibiendo a funcionarios del extranjero, cónsules y hasta el mismísimo Mike Pompeo, acudió a saludar al presidente electo en esa casa.

Hoy sabemos que esta casa pertenecía a un testaferro de Manuel Bartlett, actual director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y digo pertenecía, porque al llegar Morena al poder, AMLO ordenó que se hiciera la compra de este millonario inmueble, pero no conforme con eso, el presidente de nuestro país, ha estado otorgándole al hijo de este obscuro personaje del pasado, un seudo empresario de nombre León Manuel Bartlett, una serie de contratos por adjudicación directa, (ni siquiera por medio de licitaciones tal y como lo marca la Ley), hasta por 175 millones de pesos del presupuesto público, a través de la Sedena, Marina y más recientemente del IMSS.

En este tema, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) dio a conocer que el pasado 30 de abril del 2020 que el IMSS celebró un contrato para la adquisión de 20 ventiladores por un monto de 31 millones de pesos a la empresa Cyber Robotics Solutions, propiedad de León Manuel Bartlett, hijo del director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz. MCCI también reveló que era el precio más alto de un ventilador desde que se declaró la emergencia sanitaria por Covid-19.

Después de este escándalo, el IMSS salió a decir que se habían regresado los ventiladores a la empresa de León Manuel Bartlett, vendidos a millón y medio de pesos cada uno, porque no cubrían las especificaciones requeridas para utilizarlos contra el Covid–19, pero la compra ya se había realizado, es como cuando intentas robar y te cachan las cámaras de seguridad y sólo te piden regresar lo robado; posteriormente se descubrió que los tentáculos del clan Bartlett, llegaban a 12 empresas y 23 residencias, una de ellas de un millón de dólares, de ese tamaño es el capital a la vista, es decir, sólo la punta del iceberg de Manuel Bartlett padre e hijo en este sexenio.

Otro factor a considerar es que el hijo de Bartlett está también asociado con uno de los empresarios más prósperos del momento, aún y en esta etapa de recesión económica brutal, me refiero al hijo de nuestro flamante presidente de la República, quien por cierto, actualmente, no muchas personas saben que es el único autorizado (por parte del gobierno de su papá) para comprar insumos médicos en esta fase de la pandemia en México, no cabe duda de que aquí sí cabe la frase “En cada crisis unos lloran y otros venden pañuelos”.

Hoy es viernes 15 de mayo, no hay nada que celebrar para el sector educativo, pero tampoco para ninguno de los más de 550 mil trabajadores que tan sólo en abril perdieron su empleo; así es como el gobierno de la Cuarta Transformación (4T) ha gestionado su actuar frente a la epidemia del coronavirus, aprovechando la oportunidad de la enfermedad de su pueblo, para empobrecer a los más pobres y enriquecer a sus funcionarios y los hijos de los grandes funcionarios (incluidos los hijos del propio López Obrador), quienes ya se codean con las grandes cerveceras, entre otros negocios.

¿Qué va a pasar con México? Esa es la pregunta que millones de nacionales nos hacemos mientras cientos de personas están muriendo por el virus, mientras la corrupción se reinventa en el gobierno, “La mafia del poder” que tanto se criticó en campaña, pero recargada de ineptitud y cinismo.

Hoy México paga muy caro el haber desmantelado los presupuestos de salud y también el de las catástrofes y emergencias, para dárselos “a los pobres” a través de los programas de Bienestar, para asegurar el voto de Morena durante las próximas elecciones, luego la 4T se adjudicó también el presupuesto de los fideicomisos para la cultura en México y por si fuera poco, le solicitó al Congreso de la Unión, desviar el 10% del presupuesto total de México, para manejarlo a su antojo, sólo que hubo un morenista en el Senado de la República, que se ha dado cuenta del estado mental del presidente López Obrador, calificado por muchos como “desfasado” por decirlo amablemente y detuvo esta locura de saqueo del presupuesto.

Por supuesto que la frase del flamante protagonista de las “mañaneras” aquella de “la pandemia nos cayó como anillo al dedo” pasará a la historia porque en realidad AMLO se refería a justificar el decrecimiento económico de -2.5% (aún antes de que se cerrara la economía frente a la pandemia) y a la temible corrupción que hemos visto por parte del Gobierno, el pésimo manejo sanitario y económico de un gobierno que sistemáticamente no solamente se equivoca, sino se burla, se ríe de la tragedia que vive nuestro país.

Aún no hemos llegado a la fase crítica de la pandemia, el famoso “pico” que no termina de aparecer, pero sería bueno que algún periodista (de verdad periodista y no uno de los boots que asisten a las mañaneras), le preguntara al presidente… ¿de qué se ríe usted señor presidente?, porque realmente no entiendo que es lo que le causa hilaridad cada mañana, en medio de una crisis de magnitudes literalmente pandémicas.

Feliz fin de semana. Cuídese #QuedeseEnCasa #QuédeseVivo.

ÚLTIMASCOLUMNAS