Este fin de semana en un acto proselitista en Pensilvania, ocurrió uno de los sucesos que están marcando otro rumbo a la contienda electoral en Estado Unidos, con el atentado del que milagrosamente salió ileso el aspirante republicano y ex presidente, Donald Trump, pues esto deja en evidencia que los servicios de inteligencia del país más poderoso del mundo es altamente vulnerable, y que cualquier persona, en este caso un joven de 20 años que adquirió un arma de forma legal, pudiera acceder al lugar donde sería el acto para intentar cometer el crimen, el cual afortunadamente no ocurrió.
El joven, que fue abatido en el lugar de los hechos, es un claro ejemplo de la inminente necesidad que tiene el mundo de tratar los temas de salud mental, pues el solo hecho de haber conseguido su cometido creo que el escenario político, social y económico de nuestro vecino daría un giro de 180 grados, y por ende países que dependemos de lo que allá suceda también sentiríamos las consecuencias. México está a punto de entrar a una nueva era con la llegada de Claudia Sheinbaum Pardo en la Presidencia, pero este tipo de hechos violentos donde se genera esa inestabilidad, obligaría a tener un inicio de mucha tensión a partir de octubre, pensando en las relaciones bilaterales.
Consolidar.
México debe aspirar a consolidar esta relación bilateral, pues la carrera por la Casa Blanca nos genera mucha incertidumbre como nación, máxime si llega de nuevo al poder Donald Trump, pues quizá llegue “revolucionado” a un segundo mandato; ya que uno de sus temas ha sido la migración, donde miles de mexicanos que allá radican corren el riesgo de ser deportados, o simplemente ciudadanos de otras naciones sudamericanas que sean “corridos” de territorio estadounidense no a su lugar de origen, sino a la frontera mexicana, algo que ya se ha convertido en un problema de carácter social y de inseguridad.
Esta relación bilateral debe construirse con quien llegue, a pesar de la tensión que se vive estos días.
Mercados.
Esto también ha generado incertidumbre en los mercados, de acuerdo a expertos, y no se descarta movimientos en cuanto a la paridad del peso frente al dólar. De concretarse, una vez más estaríamos padeciendo el incremento a diversos productos, y con ello una reacción en cadena que impacta al sector productivo del país, sobre todo al empresarial. Un atentado de esta naturaleza casi siempre se traduce en el nerviosismo de los mercados a través de las inversiones y en cuanto al valor de acciones, pues resulta increíble que la nación más poderosa esté pasando por un momento de inestabilidad.
Mártir.
Claro que desde este espacio descalificamos todo tipo de violencia en contra de cualquier persona, eso es claro, pero en el caso que nos ocupa creo que el propio Donald Trump, incluso desde unos instantes después del atentado, levantó el puño en una clara señal de que estaba bien, para que luego esa imagen estuviera circulando haciéndolo parecer un mártir de la democracia, pues su equipo cercano aseguró que continuará en la búsqueda de la Casa Blanca. El riesgo es que de “arrasar” en el proceso electoral de noviembre, le provocaría llegar con un alto índice de aprobación, y ello lo podría llevar a tomar decisiones muy radicales, más de lo que acostumbra, donde se perjudique el patrimonio o situación legal migratoria de nuestros paisanos que viven allá.
Biden.
Si a lo anterior le añadimos que el estado de salud del actual presidente, Joe Biden, creo que podríamos estar en la antesala de una derrota anunciada para los demócratas, pues habría que agregar que mantiene su postura de no bajarse por la carrera presidencial. Ambas situaciones tienen moralmente derrotados a los militantes del partido en el poder. Creo que en el equipo del “inquilino” de la Casa Blanca deben considerar todos estos elementos, y replantear la conveniencia o no de seguir en dicha carrera.