Que en Enrique Benítez va a expulsar del PRI a María Luisa González Achem.
Ja, ja, ja, ja, ja.
Quizá haya elementos para proceder dijo, -quizá- pero si no han procedido contra los que les dieron con las puertas en la cara al PRI después de tanto que los favoreció.
Hasta ahora y que recordemos, solamente un intento de expulsión hace ya bastante tiempo en contra de Raúl Medina Samaniego, ínclito líder de choferes.
Pero nunca prosperó. Y ahora el prieto de Rodeo se fue solito y va ser regidor por el Movimiento Ciudadano y Benítez y su gente nomás se quedaron como el chinito.
Satisfecha debe sentirse la señora Samay Méndez por el brillante papel que hizo en la contienda por el Comité Municipal panista de Santiago Papasquiaro.
Sacó 110 votos contra 137 del ganador, pero fíjese usted en esto, la señora iba rascándose con sus propias uñas y el ganador tenía a su favor el presupuesto de la Unión de Ejidos y la bendición del presidente electo César Rivas y además mucho de la misoginia que todavía impera en la tierra de los hermanos Revueltas.
Felicidades señora, y a’i le encargo una bolsita de pinole.
A Rosario Robles, acusada de robar cientos de millones, le darán la oportunidad de seguir su proceso en libertad.
En esta ciudad, a una señora que se robó un galón de leche para alimentar a su niño, le siguen su proceso encerrada.
¡Justicia jija de la hingada!
¿Por qué le dicen la esfinge de Nombre de Dios a Rubén Solís?
Y la de arena, pinta para ser uno de los mejores rectores de la UJED, si no el mejor.
Hay un interno en el Cereso sentenciado a 100 años de prisión.
Tenemos una duda, ¿cuándo salga será en la mañana o en la tarde?
Según Marcos Trujano, que tiene buena información de esto, la marihuana llegó a costar hasta 8 mil pesos kilo, ahora se consigue a 500.
La crisis invade a los narcos.
Demanda general en las filas de Morena, que los dos delegados Rosendo y Armando, se vayan al rancho de Andrés Manuel.
No lo querrán reconocer, pero la debacle del partido en las pasadas elecciones es su culpa, por la prepotencia de los dos.
En el caso de Durango, uno quería que fuera Otniel, otro que fuera Gonzalo.
En Gómez y en Lerdo igual estaban, cada quién con su gallo.
Y si Marina Vitela ganó fue porque traía con queso las tortillas y no por la influencia de los delegados.