Aispuro ha remado contra corriente a lo largo de su administración, dos presidentes de la República y ninguno era de su partido, Peña Nieto era del PRI y López Obrador de Morena. De ahí su mérito de sacar algo para Durango, no obstante que los presidentes no sean sus correligionarios.
En el aspecto legislativo local, tampoco las ha tenido todas consigo, las dos legislaturas por las que ha transitado le han sido mayoritariamente adversas.
Ahora sí el presidente de Durango es panista, porque el anterior fue enriquista.
Panistas destacados no están en puestos destacados, salvo Alfredo Herrera Duenweg en Recursos Naturales y Rosario Castro en coordinación del Gabinete.
Los otros están en carros de segunda: José Luis López Ibáñez, subsecretario general de Gobierno; Bonifacio Herrera, director del Cobaed; Francisco Esparza, director de Pensiones y así, otros por ahí en cargos no tan relevantes.
En los primeros niveles no hay panistas, a saber:
Adrián Alanís Quiñones, secretario general de Gobierno.
Rubén Calderón Luján, secretario de Educación.
Sergio González Romero, de Salud; Joel Corral, de Desarrollo Rural; Jaime Rivas Loaiza, secretario de Bienestar Social; Arturo Díaz Medina, secretario de Finanzas.
De ahí pal’ real no son panistas, pero sí aispuristas, en el caso de Israel Soto Peña, secretario de Trabajo, del PRD, Mar Grecia Olivas, en Comunicación Social; Rafael Sarmiento, en CAED, aunque éste había sido priista como había sido priista el Gobernador.
Rodolfo Elizondo, el más destacado de los panistas, fue su jefe de asesores, pero se retiró “por motivos de salud”.
Pues con todo, hay la lleva el rubio de Amacuable. A gritos y a sombrerazos, pero conduce el timón con tino.
Luis Enrique Benítez quiérase o no, debe reconocérsele su dinámica como presidente estatal del PRI.
Diariamente tiene algo para mantener al partido en el ánimo popular.
La más reciente, es la Feria de la Salud, a la que debe darse el mérito a la doctora Patricia Marrufo Herrera, que aprovechando su relación con el sector médico de Durango, promueve programas a favor de la sociedad, todos sean o no priistas.
Cabría anotar que la doctora Marrufo Herrera es hija de otra prominente durangueña, Patricia Herrera Gurrola, pero la hija brilla con su propia luz.
Y “La China” Hernández, por su cuenta busca apoyos entre particulares para mantener los comedores indígenas que AMLO clausuró, disque para evitar la corrupción.
