Hay tres doctores en Durango que quieren ser gobernadores
La cónsul de México, en Estambul, al dar el Grito de Independencia en la parte que debe decirse “¡Vivan los héroes que nos dieron patria!”: gritó ¡Viva López Obrador! Tan arrastradas ni me gustan.
Si hay tanatólogos debe haber ovariólogos.
Dato: Tánatos es el dios de la muerte, tanatólogo, es especialista en preparar al paciente y su familia contra enfermedades terminales.
Si de mí dependiera, yo haría regidor en la próxima comalada al ahora comisionado de la Coprised, Joaquín Gardeazábal Niebla.
Pero no depende de mí.
Por el rumbo de Otinapa hay un predio que se llama Cuevecilla y Culebras.
Cuevecillas no hay muchos, pero culebras hay en todo el Estado.
En pleno centro de la ciudad, en Juárez y 5 de Febrero hay un “Zocabón” y el presidente no hace nada por taparlo.
“Zocabón” se llama el restaurante de una hermana del presidente Jorge Salum.
Hay 3 doctores que quieren ser gobernadores: Esteban Villegas Villarreal, que es médico general, José Ramón Enríquez Herrera, que es oftalmólogo y Luis Enrique Benítez Ojeda, que es doctor en Derecho.
¿En qué se parecen los Oxxos a los partidos políticos.
Son tienda de conveniencia.
Quienes lucharon por un monumento a Francisco de Ibarra, que luchen por otro pa’ los indios que mató el conquistador.
Alguien en la conferencia mañanera, acusó a Otniel García y a Iván Gurrola de haberse vendido para aprobar la reestructuración de un crédito del Estado.
Ya el gobernador Aispuro lo desmintió, pero dejaron la duda entre los dos ex diputados, sobre la base de que tienen antecedentes priistas.
En su artículo de ayer, Luis Alberto Zavala llama al presidente “el presidente de los odios”.
Y vaya que sabe sembrarlos, quien no está con él está contra él.
Los funcionarios del Estado, por ley comparecerán ante el Congreso para abundar sobre el informe del gobernador Aispuro, porque se supone que los diputados quieren estar mejor informados.
Pero asegure que como siempre, los panistas se basarán en elogios, los morenistas en denuestos y a los demás ni quién los pele.