El puente de Sahuatenipa que inaugurará el señor Presidente.
¿Sabe cuándo se empezó a construir?
Hace 40 años.
Lea usted la triste historia.
Era gobernador don Armando del Castillo Franco y presidente de Tamazula don Perfecto Rivas, padre de Jaime, ahora secretario de Bienestar Social y protector de un chamaquito de secundaria vecino de Amacuable, un rancho a 2 kilómetros de Tamazula.
Invitaron al gobernador y al presidente para que dieran la voz de arranque, no al puente, sino a un camino de Sahuatenipa, Tamazula, con 25 kilómetros de longitud.
Fue la prensa, fueron personajes destacados, don Armando se trepó a un traxcavo, tomaron las fotos, se le dio amplia difusión y en especial al entonces delegado de la SCT, Luis Jáuregui Ostos.
Pasaron unos 3 meses y el presidente vino a Durango, tuvo audiencia con el gobernador y le preguntó que cuándo continuarían las obras del camino.
¿¡Cómo, exclamó el mandatario, ya debe estar muy avanzado!?
Pues nada, que no había tal y resultó que rentaron en Culiacán alguna maquinaria para hacer la faramalla del inicio y la regresaron a sus dueños y ahí se quedó la obra, que por cierto, aún forma parte de un sueño conocido como carretera Santiago-Culiacán.
Llamó el gobernador al delegado de la SCT a ver qué pasaba y le trajo unos documentos, donde se anotaba que la obra llevaba un avance del 40 por ciento.
Pues sí. Pero era avance financiero y del avance físico nada.
Encaboronado el gobernador habló a la SCT, pidió la cabeza de Luis Jáuregui, al que nada más cambiaron de delegación, pues era compadre del entonces secretario.
Así pues, si la carretera a Culiacán va a tardar lo que tardó en construirse el puente, espérese 40 años.
Desde la Ciudad de México donde atiende un negocio propio, se reportó telefónicamente el exdirector estatal del Deporte, Alejandro Álvarez Manilla, para aclarar, que SÍ renunció y 3 veces presentó la renuncia al Gobernador. No lo corrió.
Álvarez Manilla llegó con Aispuro de México para la campaña. Es comunicólogo de profesión y de familia, así que lo natural es que fuera el director de Comunicación Social, pero ya vio usted que no, que lo mandaron al Instituto Estatal del Deporte, en donde cumplió pero no estaba a gusto.
Vanidad aparte, nos halaga que a través del internet, Álvarez Manilla nos siga leyendo, gracias licenciado y seguimos a sus órdenes.