Ring, ring.
Comité Estatal del PRI, a sus órdenes.
¿Está el delegado Padilla?
Sí, señor.
¿Quiere hablar con él?
No, nada más quiero saber si todavía está.
Se dice que no se debe imponer a nadie por la fuerza, ni siquiera su felicidad.
Pero por la fuerza obligan al automovilista a usar cinturón y al motociclista a usar casco.
Ahora se obliga a todos a usar cubrebocas, pero aquí se entiende, no sólo es su vida, es la de los demás.
Un hitazo se anotó el magistrado Esteban Calderón, al basificar a 120 trabajadores del Poder Judicial.
Y ojalá así lo hicieran en Educación, Salud Pública y otras dependencias, donde existe la injusta práctica del contrato, que deja inseguros en sus empleos a los burócratas.
En Gómez Palacio habrá renovación del Comité Municipal del PRI, cuya presidencia ocupa interinamente, Manuela Lerma.
Ésta entró en sustitución de Raúl Meraz, quien fuera chofer y suplente del diputado de Lety Herrera.
Y aunque la exalcaldesa aparentemente está retirada, todavía la toman en cuenta, tanto, que se dice que para que llegue el regidor Juan Moreno, como substituto de Manuela, le darán la CNOP al favorecido de Lety, Francisco Bardán.
Son caras nuevas en política, que deben considerarse para el 21 y el 22: Daniel Soto, Paulina Monreal, Noel Fernández, "El Vocho" Daniel, Iván Ramírez, Antonio Morales, Patricia Marrufo, Beatriz Barragán, Minka Hernández y muchos otros que se nos quedan en la computadora.
Tepehuanes ha dado una mujer política de trascendencia, aunque su carrera se hizo fuera de su municipio.
Se trata de la guapisisísima Judith Murguía Corral, que inició en Durango como empleada del Grupo Rincón.
Don Armando del Castillo la hizo empleada administrativa de la entonces Dirección de Turismo y Cinematografía.
Fue diputada local por su tierra.
Ahí estaba, cuando con mucha audacia le pidió a Miguel de la Madrid una oportunidad en los poderes del Centro.
Su relación con Jorge de la Vega Domínguez, entonces presidente nacional del PRI, le valió una diputación federal plurinominal.
Más tarde, las relaciones que fomentó desde el Congreso le valieron ser senadora de la República.
Más tarde, aunque muy fugaz, dirigente estatal de la CNOP.
Cuando Aispuro fue la primera vez candidato a gobernador, se ligó a su suerte y el rubio la hizo otra vez diputada local, pero ahora por el PAN.
Se filtró una llamada que le hizo a un amigo suyo, alto personaje del partido, donde le pida una diputación federal plurinominal.
Esta llamada circuló en los medios políticos y le dio feo queme a la preciosa muchacha.
A partir de ahí, nada se ha sabido de ella en la administración pública, pero atento al precepto de que en política no hay cadáveres, es muy posible que Judith regrese.