Lo que sea de cada quien, mezcolanzas ciudadanas, mejor conocido como Partido Movimiento Ciudadano, es que ha hecho 3 adquisiciones valiosas extraídas de otros partidos:
Juan Quiñones Ruiz, el actual presidente fue diputado local, presidente estatal del PAN y senador de la República.
Es elemento valioso y posiblemente candidato a diputado federal.
Mientras tanto, el MC, conserva dos mujeres de valía, Paulina Monárrez y Martha Palencia.
La otra adquisición es Óscar García Barrón, con una larga trayectoria en el PRI:
Fue dos veces presidente municipal, de su tierra y de Ocampo; dos veces diputado local, dos veces diputado federal y dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias.
En las elecciones del 18 apuntaba hacia una candidatura a senador y si Osorio Chong hubiera sido el candidato a presidente, seguro que la obtiene, aunque también es casi seguro que sólo habría ganado la candidatura porque AMLO arrasó con todo lo que olía a priismo.
Ha mantenido durante bastante tiempo una organización de mini ganaderos, a los que apoya de vez en cuando usado sus relaciones con el gobierno.
Dicen en los mentideros políticos que estuvo a dale que dale demandando para el 21 la candidatura a diputado federal por el tercer distrito y al no tener una certeza, oyó el canto de las sirenas en Movimiento Ciudadano.
Tiene mucho que aportarle al partido y es casi seguro -decíamos- que le va a dar dolor de cabeza al candidato del PRI.
La adquisición más reciente es la de Gustavo Lugo Espinoza, también con larga trayectoria en el partido tricolor.
El grandote fue regidor en la administración de Jorge Mojica y era un edil aguerrido que trajo al trote a los regidores petistas Juan Cruz y Quica Rivera.
Fue diputado local contra la panista Margarita Pérez Gavilán, a la que le ganó por unos 20 votos.
En el Congreso del Estado fue un diputado de acción, dolor de cabeza del entonces diputado petista Santiago Gustavo Pedro Cortés.
Luego fue diputado federal y por dos veces presidente del Comité Estatal del PRI, hasta antes de estos cargos su fama era de un político bronco, listo a los encuentros.
La dirección del partido y tal vez la edad, lo fueron puliendo y ya no es lo que fue antes.
Al salir de la nómina oficial se sostuvo con un gimnasio de futbol que al parecer ya vendió.
Mucho tiempo anduvo ajeno a la grilla.
Se ha dicho, él no lo ha confirmado, que Aispuro lo protegió con un cargo menor en su administración.
Estas tres adquisiciones son valiosas para el partido que aquí fundió y luego abandonó José Ramón Enríquez.
Los 3 tienen con que dar pelea electoral, aunque por limitaciones de género sólo dos llegarán en la próxima contienda.
Quizá no ganen, pero de que darán pelea, la van a dar.
