Movimiento Ciudadano trae candidata en Santiago Papasquiaro, se llama Cecilia Vences y fue trabajadora de una radiodifusora local.
Merece ganar, pero está muy difícil con César Rivas, que busca la reelección.
Los ingenieros de la sociedad mexicana le ofrecerán su apoyo a Esteban Villegas.
El sanjuanero crece, hay que decirlo, en su campaña cada día hay algún grupo que se le suma, y aunque no podemos descartar a Marina Vitela, sí habrá qué decir que su camino hacia el Bicentenario está más difícil que el del sanjuanero.
No sólo médicos faltan en el medio rural, los centros de Salud no tienen enfermeras, no tienen equipo, no tienen medicina, y a esto agréguele los sueldos de hambre que les pagan.
Cierto, la inseguridad es otro factor, pero no es el único, así que si los cubanos van a cubrir esas plazas, bienvenidos los isleños.
Ahora resulta que Zuriel Rosas, el secretario del Ayuntamiento de Gómez Palacio, acusa de que lo están espiando mediante micrófonos ocultos en su oficina.
Qué mal anda ese Ayuntamiento.
Y esto nos lleva: Juan Ávalos Méndez es el coordinador de la campaña de Marina en esa Comarca.
Este señor fue secretario de Turismo, diputado local y presidente del PRI de Gómez.
Por su amistad con la enfermera, se sumó a su campaña para presidenta y le ofrecieron la Secretaría del Ayuntamiento o la Coordinación de Gabinete.
No se la dieron, le daban Desarrollo Económico, no la aceptó, pero se retiró con mucha dignidad sin darle la espalda a Marina.
Esto habla bien de él, porque hubo otros casos como el de Omar Castañeda, a quien Marina hizo síndico y luego diputado federal.
Como no lo pudo -o no lo quiso- hacer presidente, se lo echó de enemigo.
Tan enemigo, que es el que está orquestando todos los obstáculos de la señora.
Otro, Pablo César Aguilar fue diputado local con el apoyo de Marina.
También quería la Presidencia, no se le pudo dar y se fue al PRD.
El interés tiene pies, dicen.
Hablan muy bien de la labor de Gustavo Lugo y Roberto Arreola, expriistas en la campaña de Marina Vitela.
La capacidad de los dos, así como la de Óscar García Barrón, se está demostrando en la campaña.
Sigue pesando en la autoridad del rector Rubén Solís la presencia de cuando menos 50 aviadores en la Universidad Juárez y el problema mayor, es que para deshacerse de ellos hay que indemnizarlos y la indemnización cuesta como 50 millones.
Yo por eso no soy rector.