/ martes 18 de febrero de 2020

Un embajador contagiado de identidad durangueña

Recientemente el embajador de Cuba en México, Pedro Núñez Mosquera, visitó la ciudad de Durango, a invitación formulada por Gilberto Jiménez Carrillo, director del Museo Nacional Francisco Villa, en ocasión del VII aniversario del referido museo villista.

A decir del embajador cubano, Durango se convirtió en un excelente anfitrión, con enormes oportunidades y expectativas de crecimiento económico y en particular por la trascendencia de sus hombres y mujeres ilustres que, de alguna forma, se sitúan en el contexto sociopolítico de los cubanos.

Durante su estancia en la ciudad el embajador se reunió con empresarios locales; la comunidad cubana en Durango; con el Cabildo capitalino en pleno, donde el alcalde Jorge Salum del Palacio, lo nombró visitante distinguido y más tarde recibido en audiencia especial por el gobernador del Estado, José Rosas Aispuro Torres.

En lo personal tuve la oportunidad de conversar ampliamente con el embajador y su esposa María del Carmen Orellana, respecto a tópicos culturales e históricos que nos identifican como duranguenses con la comunidad cubana.

Fue precisamente el viernes 14 de febrero por la tarde, que el Museo Nacional Francisco Villa, abrió sus puertas para ser partícipes de la conferencia “Duranguenses en Cuba” charla que compartí con una nutrida asistencia y en especial con la grata la presencia del embajador Núñez Mosquera y su esposa.

El evento fue cobijado por la comunidad cultural de Durango, en particular por el Grupo Cultural Quivira, que dirige la maestra Irma Galván Juárez; festejo villista coreado por la extraordinaria voz de Karín, una magnífica cantante durangueña de boleros cubanos, concluyó dicho evento, con la inauguración pictórica del artista Josué Torres, y el clásico pastel de aniversario patrocinado por David Hernández.

Respecto a la conferencia que compartí con el público durangueño en la visita especial del embajador cubano, referí que Guadalupe Victoria conformó a través de un fraile Bletemita la Gran Legión del Águila Negra cuya pretensión fue la independencia de la isla cubana hacia la segunda década del siglo XIX, durante su gobierno federalista; en particular el mes de enero de 1826, cuando el duranguense presenta ante el Senado mexicano, un plan libertario para Cuba, y no conforme con ello, lo ratifica en noviembre de 1828, al concluir su periodo como presidente de la República.

Años más tarde, en el mes de abril de 1869, el periodista y funcionario juarista Francisco Zarco Mateos en compañía de Francisco Gómez Palacio, asumen su postura como diputados mexicanos respecto a la independencia de Cuba y su derecho de levantarse y luchar para sacudirse de la dominación española.

Durante la Revolución mexicana, el general Francisco Villa, refugió a su familia en Cuba, tras del ataque a Columbus, Nuevo México, en marzo de 1916, fue en Cuba donde nace una sobrina de Villa que a la postre fue apodada como “La Cubanita”.

Se hizo hincapié durante la charla cultural, que fue en La Habana donde dos duranguenses escribieron sus obras más representativas, Nellie Campobello, nativa de Villa Ocampo, Dgo., escribió su libro Cartucho, donde abordó la temática de la Revolución Mexicana, auxiliada y promovida por el historiador José Antonio Fernández de Castro, para concluirla su publicación en Veracruz con la ayuda del poeta estridentista Germán List Arzubide; así mismo, José revueltas escribió su libro “Diario en Cuba” y procreando con una cubana a su hija Moura Revueltas; de alguna manera, las actrices de origen duranguense como Dolores del Río, Rosaura Revueltas y Andrea Palma fueron protagonistas de filmes vinculados con La Habana.

Por lo anterior, resulta de relevancia la visita del embajador de Cuba en México, Pedro Núñez Mosquera a Durango, a los festejos del VII aniversario del Museo Nacional Francisco Villa, dejando clara su postura de alianza histórica permanente entre durangueños y cubanos.

Recientemente el embajador de Cuba en México, Pedro Núñez Mosquera, visitó la ciudad de Durango, a invitación formulada por Gilberto Jiménez Carrillo, director del Museo Nacional Francisco Villa, en ocasión del VII aniversario del referido museo villista.

A decir del embajador cubano, Durango se convirtió en un excelente anfitrión, con enormes oportunidades y expectativas de crecimiento económico y en particular por la trascendencia de sus hombres y mujeres ilustres que, de alguna forma, se sitúan en el contexto sociopolítico de los cubanos.

Durante su estancia en la ciudad el embajador se reunió con empresarios locales; la comunidad cubana en Durango; con el Cabildo capitalino en pleno, donde el alcalde Jorge Salum del Palacio, lo nombró visitante distinguido y más tarde recibido en audiencia especial por el gobernador del Estado, José Rosas Aispuro Torres.

En lo personal tuve la oportunidad de conversar ampliamente con el embajador y su esposa María del Carmen Orellana, respecto a tópicos culturales e históricos que nos identifican como duranguenses con la comunidad cubana.

Fue precisamente el viernes 14 de febrero por la tarde, que el Museo Nacional Francisco Villa, abrió sus puertas para ser partícipes de la conferencia “Duranguenses en Cuba” charla que compartí con una nutrida asistencia y en especial con la grata la presencia del embajador Núñez Mosquera y su esposa.

El evento fue cobijado por la comunidad cultural de Durango, en particular por el Grupo Cultural Quivira, que dirige la maestra Irma Galván Juárez; festejo villista coreado por la extraordinaria voz de Karín, una magnífica cantante durangueña de boleros cubanos, concluyó dicho evento, con la inauguración pictórica del artista Josué Torres, y el clásico pastel de aniversario patrocinado por David Hernández.

Respecto a la conferencia que compartí con el público durangueño en la visita especial del embajador cubano, referí que Guadalupe Victoria conformó a través de un fraile Bletemita la Gran Legión del Águila Negra cuya pretensión fue la independencia de la isla cubana hacia la segunda década del siglo XIX, durante su gobierno federalista; en particular el mes de enero de 1826, cuando el duranguense presenta ante el Senado mexicano, un plan libertario para Cuba, y no conforme con ello, lo ratifica en noviembre de 1828, al concluir su periodo como presidente de la República.

Años más tarde, en el mes de abril de 1869, el periodista y funcionario juarista Francisco Zarco Mateos en compañía de Francisco Gómez Palacio, asumen su postura como diputados mexicanos respecto a la independencia de Cuba y su derecho de levantarse y luchar para sacudirse de la dominación española.

Durante la Revolución mexicana, el general Francisco Villa, refugió a su familia en Cuba, tras del ataque a Columbus, Nuevo México, en marzo de 1916, fue en Cuba donde nace una sobrina de Villa que a la postre fue apodada como “La Cubanita”.

Se hizo hincapié durante la charla cultural, que fue en La Habana donde dos duranguenses escribieron sus obras más representativas, Nellie Campobello, nativa de Villa Ocampo, Dgo., escribió su libro Cartucho, donde abordó la temática de la Revolución Mexicana, auxiliada y promovida por el historiador José Antonio Fernández de Castro, para concluirla su publicación en Veracruz con la ayuda del poeta estridentista Germán List Arzubide; así mismo, José revueltas escribió su libro “Diario en Cuba” y procreando con una cubana a su hija Moura Revueltas; de alguna manera, las actrices de origen duranguense como Dolores del Río, Rosaura Revueltas y Andrea Palma fueron protagonistas de filmes vinculados con La Habana.

Por lo anterior, resulta de relevancia la visita del embajador de Cuba en México, Pedro Núñez Mosquera a Durango, a los festejos del VII aniversario del Museo Nacional Francisco Villa, dejando clara su postura de alianza histórica permanente entre durangueños y cubanos.