Joe Biden está decidido a dejar huella en su paso por la presidencia de los EUA. Inmediatamente firmó el primer decreto rectificando la política para enfrentar al virus, que tan fuerte ha pegado en ese país, y poco a poco más de veinte decretos sobre medio ambiente, emigración y todo con miras a acabar mejorando la economía de esa nación.
Pero además su gabinete tampoco tiene precedentes, desde el acierto de nombrar a la morena brillante senadora por California, Kamala Harris, hasta no solamente otras morenas, sino una indígena, están en su gobierno, con importantes personalidades blancas por supuesto.
Donald Trump no pudo ser juzgado “por invitación a la violencia”, que resultó en el ataque al Capitolio, aparte de que ahora pueda ser juzgado por otras razones, pero como dijo Biden, “ya estoy cansado de hablar de ese señor”, como diciendo, ya andamos ocupados y no vamos a perder el tiempo “en personajes”, y en efecto se trata de un país al que Trump polarizó, pero es una nueva política en la que estará metido EUA.
Por cierto, siguen siendo calificados algunos de los nuevos funcionarios como “de izquierda radical”, porque una aportación del respetable Bernie Sanders -entre muchas más- es haber incorporado la palabra socialismo a la política estadounidense, que es haber dado un paso adelante, porque sus entrañables socios del Reino Unido, han tenido en el gobierno a los socialdemócratas, y en Inglaterra son dos fuerzas, los “laboristas” que son los socialistas democráticos, y los “conservadores”. Como en España, monarquías con gobiernos de las dos corrientes, hoy en coalición para gobernar, el PSOE y aquí sí “la izquierda radical” que es PODEMOS, porque nadie tiene mayoría absoluta.
En cuanto a la otra potencia mundial que es Alemania, hay que estudiar la vida y las aportaciones de Willy Brandt, que aportó a la reunificación de las dos Alemanias, y fue impulsor del socialismo democrático, “la socialdemocracia” que llevó al poder en ese país, a los cuales Angela Merkel ha llegado a darles el Ministerio de Economía, y los ha invitado a ser parte de sus gobiernos, aún logrando ella la mayoría absoluta.
Y cuando Felipe González y Alfonso Guerra fueron a Francia durante el “franquismo” a una reunión de los socialistas, y Felipe fue nombrado dirigente del PSOE, no podía tener mejor maestro que Willy Brandt. El Partido Comunista de España había sido muy importante también y con “El Pacto de la Moncloa” todos compitieron y entraron al parlamento, pero muy pronto los jóvenes sevillanos del PSOE lograron la mayoría absoluta, y entre 1982 al 1996, cambiaron España y la pusieron entre las diez principales economías del mundo.
A pesar de la importancia que ya mencioné del PCE, nunca llegó a las votaciones del Partido Comunista Italiano, ni del Francés, ni los Partidos Comunistas de Portugal ni el de Grecia, pero en Portugal tiene tiempo un gobierno de coalición de los comunistas con los socialistas, y en Grecia algo como el PODEMOS español, en coalición con otras fuerzas de izquierda. Pero un acontecimiento digno de estudio es “El Eurocomunismo” de los 70s, con los italianos a punto de formar gobierno, es decir el PCI de Berlusconi y otros, pero tanto los EUA -en especial- y la URSS obstaculizaron las cosas.
Cuba fue una gran sorpresa en el mundo tomando el poder Fidel Castro en 1959, y la gran figura del siglo XX Ernesto Guevara, “El Che”, con golpes de Estado patrocinados por los EUA desde el de Guatemala en 1956, en Brasil, Paraguay, Uruguay, hasta en los 70s en Chile y Argentina, hasta el triunfo de los “sandinistas” en 1979, con un brinco a las presidencias de Pepe Mujica en Uruguay y Hugo Chávez en Venezuela, en los 90s. África, Asia y el mundo árabe nos quedan de tarea. Conocidos Mandela de Sudáfrica y Lula de Brasil.
