/ lunes 6 de junio de 2022

Unidad por Durango

¿Qué sigue para Durango? Independientemente de los resultados, y de los juicios de inconformidad que se promuevan por supuestas irregularidades, quien resulte triunfador a ocupar la gubernatura deberá iniciar una gran “operación cicatriz” que impulse la unidad de los duranguenses, luego que la sociedad quedara fragmentada a causa de las campañas electorales.

Esa convocatoria a dejar atrás los enconos que se generaron al calor de las acciones proselitistas, que habrá de emitir quien ocupe la silla principal del Bicentenario, deberá estar por encima de colores políticos, y sobre todo, de los deseos de venganza y revancha que se quedan como secuela de las agresiones en que se incurriera para defender o atacar los espacios en disputa.

El llamado sería a dejar atrás la elección, y que sean los tribunales las instancias que definan los posibles conflictos que generen las impugnaciones bien razonadas, que se pudieran emprender por parte de quienes no estén conformes con los resultados, ya sea por los márgenes estrechos de diferencia o presuntas anomalías que se hayan suscitado durante la jornada ciudadana.

Al quedar “entre dos” la elección para suceder a José Rosas Aispuro Torres, la división de la población fue manifiesta, no solamente en las actividades en busca del voto, sino en las calles, al interior de los hogares, en el transporte público, en las empresas, todo porque las dos candidaturas conjuntaron a siete partidos: la coalición “Juntos Hacemos Historia”, de Morena, PT, Pvem y RSP, y “Va por Durango”, del PAN, PRI y PRD. Movimiento Ciudadano participó solo.

Los partidos, además de iniciar al interior la sanación de irritación y molestia de sus respectivos militantes, están obligados a retirar de la vía pública del 6 al 12 de junio, la propaganda que contaminó el territorio estatal, so pena de no hacerlo, de hacerse acreedores a las sanciones que les impondría el árbitro del proceso.

Una vez más, Durango quedará por encima de las filias y fobias político-electorales que se ocasionan en la lucha por ocupar los espacios de poder, que esta ocasión fueron 406: 39 Presidencias Municipales, 39 sindicaturas, 327 regidurías y la gubernatura. Lo que sigue es empujar por que lleguen las inversiones que detonen la economía y resuelvan problemas de infraestructura, como lo sería la presa Tunal II, los proyectos de agua saludable, y el corredor industrial del T-MEC, con la aduana y puerto seco.

¿Qué sigue para Durango? Independientemente de los resultados, y de los juicios de inconformidad que se promuevan por supuestas irregularidades, quien resulte triunfador a ocupar la gubernatura deberá iniciar una gran “operación cicatriz” que impulse la unidad de los duranguenses, luego que la sociedad quedara fragmentada a causa de las campañas electorales.

Esa convocatoria a dejar atrás los enconos que se generaron al calor de las acciones proselitistas, que habrá de emitir quien ocupe la silla principal del Bicentenario, deberá estar por encima de colores políticos, y sobre todo, de los deseos de venganza y revancha que se quedan como secuela de las agresiones en que se incurriera para defender o atacar los espacios en disputa.

El llamado sería a dejar atrás la elección, y que sean los tribunales las instancias que definan los posibles conflictos que generen las impugnaciones bien razonadas, que se pudieran emprender por parte de quienes no estén conformes con los resultados, ya sea por los márgenes estrechos de diferencia o presuntas anomalías que se hayan suscitado durante la jornada ciudadana.

Al quedar “entre dos” la elección para suceder a José Rosas Aispuro Torres, la división de la población fue manifiesta, no solamente en las actividades en busca del voto, sino en las calles, al interior de los hogares, en el transporte público, en las empresas, todo porque las dos candidaturas conjuntaron a siete partidos: la coalición “Juntos Hacemos Historia”, de Morena, PT, Pvem y RSP, y “Va por Durango”, del PAN, PRI y PRD. Movimiento Ciudadano participó solo.

Los partidos, además de iniciar al interior la sanación de irritación y molestia de sus respectivos militantes, están obligados a retirar de la vía pública del 6 al 12 de junio, la propaganda que contaminó el territorio estatal, so pena de no hacerlo, de hacerse acreedores a las sanciones que les impondría el árbitro del proceso.

Una vez más, Durango quedará por encima de las filias y fobias político-electorales que se ocasionan en la lucha por ocupar los espacios de poder, que esta ocasión fueron 406: 39 Presidencias Municipales, 39 sindicaturas, 327 regidurías y la gubernatura. Lo que sigue es empujar por que lleguen las inversiones que detonen la economía y resuelvan problemas de infraestructura, como lo sería la presa Tunal II, los proyectos de agua saludable, y el corredor industrial del T-MEC, con la aduana y puerto seco.