/ domingo 20 de diciembre de 2020

Varias grandes películas y el caso de Jeremy Irons

Este actor trabajó en una obra maestra titulada “La casa de los espíritus” y en “El tren a Lisboa”. Se trata de una obra maestra la primera y de una muy buena película la segunda, por cierto haciendo papeles totalmente distintos, ya que por lo visto a los actores les interesa la imagen que dejan en el público.

Y digo que “La casa de los espíritus” es una obra maestra porque fue realizada en el estilo garciamarquesco, en especial con “Cien años de soledad” en la mente del director, escenificada muy bien por los actores, que aunque el tema es cómo se preparó el golpe de estado en Chile en 1970, asunto que también se trata en “El tren a Lisboa” pero de otra manera.

Pero en la del golpe de Pinochet contra Salvador Allende, intervienen varias de las grandes estrellas del cine como Meryl Streep, Glen Close, Antonio Banderas en una de sus mejores cintas, y Jeremy Irons en el papel de un empresario que participa activamente junto con el Ejército y la Iglesia católica para que los EUA apoyen el golpe militar, como lo hicieron en varios países latinoamericanos en la segunda mitad del siglo pasado, con la mala suerte para el empresario de que su hija se enamora de Banderas, cuyo padre trabajaba en su Hacienda.

Pero aún con este tema que nadie pudiera pensar que es muy romántico, es imposible que yo pueda transmitirles la belleza de esta película, que muchos de mis lectores ya la vieron, y los que no la han visto me agradecerán cuando la vean, aunque también otras que voy a mencionar.

En “La casa de los espíritus” Jeremy hace el papel de un empresario implacable, atento con sus empleados y muy cariñoso y enamorado de su esposa, pero muy metido en la preparación del golpe a Allende, que era un socialista que después de tres intentos por fin ganó la presidencia de Chile, con el apoyo del Partido Comunista, cuyo candidato el poeta Pablo Neruda declinó a favor del Dr. Salvador Allende, quien ganó con el 36% de la votación.

Amigo del Che Guevara, con quién difería sobre la lucha armada como principal vía para llegar al poder, quien no fue a la toma de posesión de Allende porque lo mataron en Bolivia en 1967, pero sí fue su otro amigo, Fidel Castro, cosa que irritó a mucha gente que no había votado por él. Y el último comentario que voy a hacer sobre esta película consiste en decir que si hubieran recurrido al método de “La revocación de mandato”, como aquí lo hará AMLO, hubiera tenido que dejar el poder, porque sus medidas de gobierno por bien intencionadas que fueran, no las aceptó la mayoría que no había votado por la opción que él representaba. Y debo decir que la película va mucho más allá del tema político, y está basada en una novela de Isabel Allende.

Y años después Jeremy Irons hace el papel de un profesor de prepa de literatura, que en circunstancias que no les voy a contar, cae en sus manos ahí en Suiza donde trabajaba, un libro del portugués Amadeo de Prado, que el mismo día que le da una primera leída toma “El tren a Lisboa”, donde se vivió la dictadura de “Salazar”, que cayó con “la revolución de los claveles”, cosa que el profesor ni siquiera recordaba, y va conociendo a muchos de los personajes que aparecen en el libro, a la familia del escritor, y es una gran película, en otro estilo a “La casa de los espíritus”.

Por último otro párrafo, porque les parecerá interesante lo que hicieron las actrices Dominic Sanda y Stefania Sandrelli en otra obra maestra que sería un error no buscar, titulada “El conformista”, porque le dijeron al director Bernardo Bertolucci que Stefania aceptaba salir de sexy y medio idiota, siempre y cuando en otra película, la que hiciera más o menos ese papel fuera Dominic. Y la otra que les conviene buscar se llama 1900 (Novechento), que son dos cintas, como el caso de la extraordinaria, “Erase una vez en América” de Sergio Leone.

Este actor trabajó en una obra maestra titulada “La casa de los espíritus” y en “El tren a Lisboa”. Se trata de una obra maestra la primera y de una muy buena película la segunda, por cierto haciendo papeles totalmente distintos, ya que por lo visto a los actores les interesa la imagen que dejan en el público.

Y digo que “La casa de los espíritus” es una obra maestra porque fue realizada en el estilo garciamarquesco, en especial con “Cien años de soledad” en la mente del director, escenificada muy bien por los actores, que aunque el tema es cómo se preparó el golpe de estado en Chile en 1970, asunto que también se trata en “El tren a Lisboa” pero de otra manera.

Pero en la del golpe de Pinochet contra Salvador Allende, intervienen varias de las grandes estrellas del cine como Meryl Streep, Glen Close, Antonio Banderas en una de sus mejores cintas, y Jeremy Irons en el papel de un empresario que participa activamente junto con el Ejército y la Iglesia católica para que los EUA apoyen el golpe militar, como lo hicieron en varios países latinoamericanos en la segunda mitad del siglo pasado, con la mala suerte para el empresario de que su hija se enamora de Banderas, cuyo padre trabajaba en su Hacienda.

Pero aún con este tema que nadie pudiera pensar que es muy romántico, es imposible que yo pueda transmitirles la belleza de esta película, que muchos de mis lectores ya la vieron, y los que no la han visto me agradecerán cuando la vean, aunque también otras que voy a mencionar.

En “La casa de los espíritus” Jeremy hace el papel de un empresario implacable, atento con sus empleados y muy cariñoso y enamorado de su esposa, pero muy metido en la preparación del golpe a Allende, que era un socialista que después de tres intentos por fin ganó la presidencia de Chile, con el apoyo del Partido Comunista, cuyo candidato el poeta Pablo Neruda declinó a favor del Dr. Salvador Allende, quien ganó con el 36% de la votación.

Amigo del Che Guevara, con quién difería sobre la lucha armada como principal vía para llegar al poder, quien no fue a la toma de posesión de Allende porque lo mataron en Bolivia en 1967, pero sí fue su otro amigo, Fidel Castro, cosa que irritó a mucha gente que no había votado por él. Y el último comentario que voy a hacer sobre esta película consiste en decir que si hubieran recurrido al método de “La revocación de mandato”, como aquí lo hará AMLO, hubiera tenido que dejar el poder, porque sus medidas de gobierno por bien intencionadas que fueran, no las aceptó la mayoría que no había votado por la opción que él representaba. Y debo decir que la película va mucho más allá del tema político, y está basada en una novela de Isabel Allende.

Y años después Jeremy Irons hace el papel de un profesor de prepa de literatura, que en circunstancias que no les voy a contar, cae en sus manos ahí en Suiza donde trabajaba, un libro del portugués Amadeo de Prado, que el mismo día que le da una primera leída toma “El tren a Lisboa”, donde se vivió la dictadura de “Salazar”, que cayó con “la revolución de los claveles”, cosa que el profesor ni siquiera recordaba, y va conociendo a muchos de los personajes que aparecen en el libro, a la familia del escritor, y es una gran película, en otro estilo a “La casa de los espíritus”.

Por último otro párrafo, porque les parecerá interesante lo que hicieron las actrices Dominic Sanda y Stefania Sandrelli en otra obra maestra que sería un error no buscar, titulada “El conformista”, porque le dijeron al director Bernardo Bertolucci que Stefania aceptaba salir de sexy y medio idiota, siempre y cuando en otra película, la que hiciera más o menos ese papel fuera Dominic. Y la otra que les conviene buscar se llama 1900 (Novechento), que son dos cintas, como el caso de la extraordinaria, “Erase una vez en América” de Sergio Leone.