/ lunes 8 de julio de 2019

Visión

Estado fallido o narco estado

El tema de la inseguridad en México es grave y estructural, de tal razón las desavenencias traducidas en protestas de la policía federal contra el gobierno sólo son la punta del iceberg.

Desde el punto de vista técnico hay que empezar a interpretar lo dicho por el director del Observatorio Nacional Ciudadano Francisco Rivas -el Gobierno Federal no cuenta con una estrategia integral para hacerle frente al crimen organizado y a la inseguridad, a parte hay ingenuidad al pensar que con las políticas sociales disminuirá el índice de homicidios-.

Y ya ni hablar del Frankenstein que se llama Guardia Nacional que para los policías federales que bloquearon la carretera México-Pachuca ni el gobierno sabe cómo va a operar, aquí el meollo del tema.

Para los especialistas en la materia la conformación de la Guardia Nacional desde el punto de vista orgánico es controversial ya que formalmente es civil pero realmente militar, aparte se pretende involucrar y coordinar a tres instituciones (Marina, Ejército, Policía Federal) de mucho arraigo y estructura lo cual en los hechos será sumamente difícil si no es que imposible, ejemplo se pretende evaluar a la Policía Federal militarmente, aquí parte de la desavenencia, la policía tiene formación civil no militar.

En cuanto al problema laboral, es del dominio público los puntos del pliego petitorio demandado por la Policía Federal destacando la indemnización y reubicación laboral.

Volviendo a lo técnico, el tema es más complejo de lo que parece, de entrada, hay que decir que en México cada seis años nos reinventamos y tal parece con ocurrencias, ahí está cuando inició Peña Nieto su gobierno y ofertó la Gendarmería como la panacea, en los hechos ha sido un fracaso costoso y lo más lamentable y tendencioso, es que con el experimento de la Guardia Nacional se dejó de lado el tema del Mando Único o Mixto.

Explico: Desde el sexenio de Felipe Calderón se empezó a tratar el tema el cual contemplaba que por estado habría un mando el cual articularia a todos los municipios. Aquí el atorón por así ubicar la negativa fue que los ayuntamientos enarbolaban la bandera de la soberanía, para éstos, en su mayoría con dicho mando se violaba la sagrada y remunerante autonomía, en el fondo lo que éstos defendían era la autonomía presupuestal ¡fondos ilimitados provenientes de la Federación! los cuales se gastaban en una total discrecionalidad.

Según un estudio de Harvard, más del 85% de los municipios de todo el país si no están infiltrados están influenciados por el crimen organizado, mismo esquema con la mayoría de los gobiernos estatales.

En este escenario de corrupción y degradación es donde está la base del problema y no ha habido la voluntad política para enfrentarlo a pesar de que México en su momento firmó los acuerdos de Palermo, los cuales refieren que el gobierno atacará en todas su modalidades al crimen organizado.

En nuestro país se le dio la espalda a tales acuerdos con la modalidad de plata o plomo y de ahí la pax narca: Las autoridades al ser omisas están traicionando a sus gobernados al dejarlos en un estado de indefensión ante la delincuencia, de tal razón deberían ser señalados como traidores a la patria y la omisión debería ser considerada como delito grave: Entendible lo dicho por el exgobernador Maximiliano Silerio Esparza, esperemos que con la Guardia Nacional realmente mejore la seguridad pero que ataquen en donde está el mal, porque todos sabemos dónde está.

Todos sabemos cómo en el tema de las ventanas clandestinas, que de clandestinas no tienen nada. Así de perverso y falaz el escenario.

Volviendo a lo técnico con el experimento de la Guardia Nacional, la cual ya ha sido señalada y demandada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ante la Suprema Corte, porque desde el Congreso de la Unión se incurrió en omisiones, es decir, no se generaron las normas necesarias para una adecuada reglamentación como mandata la constitución.

Siguiendo por lo técnico con el Frankestein se dejó envarado y de lado lo del Mando Único, situación que le da justificación a los gobiernos locales a seguir nadando de muertito y con ello el aparato policial civil que en su mayoría está corrompido ya al servicio de los malos, tal parece que seguirá con sus respectivas consecuencias y la pagana será la sociedad con lágrimas de sangre.

Ante todo lo planteado, desgraciadamente tendré que comentar que el actual gobierno federal en materia de seguridad se precipitó al implementar una estrategia muy cuestionada por su conformación técnica, no obstante le deseo éxito a la Guardia Nacional, pero si no lo tiene es como decir la última llamada, a razón de que otro sexenio de fracaso en la materia el país que ya tienen medio cuerpo en la anarquía pudiera entrar en un espiral de violencia, la cual por inercia nos llevaría a un estado fallido o a un narco estado.

P.D. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) los primeros siete meses del gobierno de AMLO han sido los más violentos desde que se tiene registro, 19 mil 944 homicidios dolosos y lo peor, es que los especialistas estiman que el índice, lejos de disminuir, aumentará.

Estado fallido o narco estado

El tema de la inseguridad en México es grave y estructural, de tal razón las desavenencias traducidas en protestas de la policía federal contra el gobierno sólo son la punta del iceberg.

Desde el punto de vista técnico hay que empezar a interpretar lo dicho por el director del Observatorio Nacional Ciudadano Francisco Rivas -el Gobierno Federal no cuenta con una estrategia integral para hacerle frente al crimen organizado y a la inseguridad, a parte hay ingenuidad al pensar que con las políticas sociales disminuirá el índice de homicidios-.

Y ya ni hablar del Frankenstein que se llama Guardia Nacional que para los policías federales que bloquearon la carretera México-Pachuca ni el gobierno sabe cómo va a operar, aquí el meollo del tema.

Para los especialistas en la materia la conformación de la Guardia Nacional desde el punto de vista orgánico es controversial ya que formalmente es civil pero realmente militar, aparte se pretende involucrar y coordinar a tres instituciones (Marina, Ejército, Policía Federal) de mucho arraigo y estructura lo cual en los hechos será sumamente difícil si no es que imposible, ejemplo se pretende evaluar a la Policía Federal militarmente, aquí parte de la desavenencia, la policía tiene formación civil no militar.

En cuanto al problema laboral, es del dominio público los puntos del pliego petitorio demandado por la Policía Federal destacando la indemnización y reubicación laboral.

Volviendo a lo técnico, el tema es más complejo de lo que parece, de entrada, hay que decir que en México cada seis años nos reinventamos y tal parece con ocurrencias, ahí está cuando inició Peña Nieto su gobierno y ofertó la Gendarmería como la panacea, en los hechos ha sido un fracaso costoso y lo más lamentable y tendencioso, es que con el experimento de la Guardia Nacional se dejó de lado el tema del Mando Único o Mixto.

Explico: Desde el sexenio de Felipe Calderón se empezó a tratar el tema el cual contemplaba que por estado habría un mando el cual articularia a todos los municipios. Aquí el atorón por así ubicar la negativa fue que los ayuntamientos enarbolaban la bandera de la soberanía, para éstos, en su mayoría con dicho mando se violaba la sagrada y remunerante autonomía, en el fondo lo que éstos defendían era la autonomía presupuestal ¡fondos ilimitados provenientes de la Federación! los cuales se gastaban en una total discrecionalidad.

Según un estudio de Harvard, más del 85% de los municipios de todo el país si no están infiltrados están influenciados por el crimen organizado, mismo esquema con la mayoría de los gobiernos estatales.

En este escenario de corrupción y degradación es donde está la base del problema y no ha habido la voluntad política para enfrentarlo a pesar de que México en su momento firmó los acuerdos de Palermo, los cuales refieren que el gobierno atacará en todas su modalidades al crimen organizado.

En nuestro país se le dio la espalda a tales acuerdos con la modalidad de plata o plomo y de ahí la pax narca: Las autoridades al ser omisas están traicionando a sus gobernados al dejarlos en un estado de indefensión ante la delincuencia, de tal razón deberían ser señalados como traidores a la patria y la omisión debería ser considerada como delito grave: Entendible lo dicho por el exgobernador Maximiliano Silerio Esparza, esperemos que con la Guardia Nacional realmente mejore la seguridad pero que ataquen en donde está el mal, porque todos sabemos dónde está.

Todos sabemos cómo en el tema de las ventanas clandestinas, que de clandestinas no tienen nada. Así de perverso y falaz el escenario.

Volviendo a lo técnico con el experimento de la Guardia Nacional, la cual ya ha sido señalada y demandada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ante la Suprema Corte, porque desde el Congreso de la Unión se incurrió en omisiones, es decir, no se generaron las normas necesarias para una adecuada reglamentación como mandata la constitución.

Siguiendo por lo técnico con el Frankestein se dejó envarado y de lado lo del Mando Único, situación que le da justificación a los gobiernos locales a seguir nadando de muertito y con ello el aparato policial civil que en su mayoría está corrompido ya al servicio de los malos, tal parece que seguirá con sus respectivas consecuencias y la pagana será la sociedad con lágrimas de sangre.

Ante todo lo planteado, desgraciadamente tendré que comentar que el actual gobierno federal en materia de seguridad se precipitó al implementar una estrategia muy cuestionada por su conformación técnica, no obstante le deseo éxito a la Guardia Nacional, pero si no lo tiene es como decir la última llamada, a razón de que otro sexenio de fracaso en la materia el país que ya tienen medio cuerpo en la anarquía pudiera entrar en un espiral de violencia, la cual por inercia nos llevaría a un estado fallido o a un narco estado.

P.D. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) los primeros siete meses del gobierno de AMLO han sido los más violentos desde que se tiene registro, 19 mil 944 homicidios dolosos y lo peor, es que los especialistas estiman que el índice, lejos de disminuir, aumentará.

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