¿A qué vino AMLO?
Si nos basamos a los resultados, es decir a que se comprometió en cuanto a proyectos importantes de infraestructura que no hay ninguno, entonces la respuesta a la interrogativa es que no vino a nada o de pura gira politiquera.
Y ante lo dicho creo que es hasta negativo que venga porque el hecho de que nos visite sin comprometerse a nada, por el solo hecho de visitarnos, ya es una forma de retribuirnos con pura distinción y cortesía política.
Porque eso de venir y que el Ejecutivo federal manifieste y reitere que visita mucho a nuestro Estado y que aquí las autoridades locales también manejen las visitas como muestra de interés, creo que es erróneo.
Siguiendo por el hilo conductor de las visitas y las peticiones, creo que en el pedir está el dar, para explicar esto último comentaré lo siguiente: en los 80's, 90's del siglo pasado cuando el que escribe fungía como secretario del deporte del Comité Directivo Estatal del PRI participé en muchas actividades y una que recuerdo muy bien fue cuando me habla vía telefónica la diputada federal Judith Murguía que estaba en la Comisión de Turismo y me pide que cuando arribara el secretario de Turismo de aquellos tiempos, Pedro Joaquín Coldwell, se le presentaran proyectos importantes en la materia.
El caso es que anduve en la comitiva y de tal razón fuimos al aeropuerto a recibirlo con bombo y platillo, de ahí nos trasladamos a la presa del Águila, y si mal no recuerdo, se le pidieron cierto número de especies acuáticas, ranitas y pececitos, etc.; yo no podía creerlo, pensaba que le iban a pedir financiamiento para toda una infraestructura recreativa y deportiva, pero no y qué decepción.
Posteriormente y de regreso hicimos escala en la calle Howard, hoy conocida como Villas del Oeste, y ahí el empresario, Fernando Núñez, el Howard Hughes de los alacranes, presentó un proyecto de golf en la sierra, creo que por el Espinazo del Diablo, era como el nido del águila, algo muy raro por no decir inviable.
Después nos trasladamos a El Calvario con las Madres de la Cruz y ahí lo que no podía faltar es que ciertos diputados locales utilizaron el micrófono para lucimiento personal, con puras ocurrencias, por no decir endejadas, y el único que presentó un proyecto sustentado, y era de carácter recreativo, fue el presidente municipal Jorge Clemente Mojica.
Al terminar la gira, y si más no recuerdo, el titular de Sectur, de regreso al aeropuerto iba encantado porque sí pensaba que le íbamos a pedir varios millones con unos cientos nos conformamos o nos conformó, así el enanismo en nuestra tierra. Y de esos tiempos a los actuales, presidentes y secretarios vienen y van y al final seguimos igual, lo cual hace preguntar ¿qué ha pasado?
Políticamente nuestros gobernadores, creo, que se agachan mucho, es decir, no se ponen a la altura del Ejecutivo federal mediante propuestas técnicamente importantes y sustentadas y en paralelo con un manejo político demandante por no decir exigente, creo que muchos ejecutivos locales, no sé si es error o egoísmo, ya que quieren vender la idea que sus administraciones son excelentes en lugar de decir que somos el cuarto Estado más pobre del país, el número uno del norte, es decir ser autocríticos y ese ha sido un craso error. Tampoco se trata de ir a recibir al Ejecutivo federal descalzos, pero de ahí a vender la idea de que todo está bien, reitero, grave error.
Ahora con AMLO el tema de presentar proyectos visionarios y con sustento técnico está salvado, ya que al respecto existe todo un portafolio de proyectos ejecutivos y no como antes planes que no eran más que ocurrencias. Aquí el punto es que se debe de asumir una postura más exigente, incluso aguerrida.
Con el tema del Metrobús La Laguna se debió hacer una consulta popular y seria y no como la patito que llevó a “mano alzada” en su momento y en singulares circunstancias AMLO, que no sólo nos quitó una obra que ya estaba autorizada por el Congreso de la Unión, con recursos etiquetados y una parte ya ejercidos, y sin agua va se cancela y de paso se le faltó al respeto al primer Mandatario local.
Ante tal ofensivo y atropellante cuadro la respuesta creo que debió haber sido diferente y con las características planteadas.
Entrando al terreno de las conclusiones creo que a Durango para nada le va ir bien con el actual gobierno federal, de hecho puedo decir que como Estado estamos en la orfandad presupuestal lo que significa seguir en el subdesarrollo e incomunicados. Tal condenatorio y tendencioso escenario condena a toda una generación a la pobreza.
