/ lunes 19 de agosto de 2019

VISIÓN

México ensangrentado y sin estrategia en seguridad

Recientemente se dio un encuentro entre el ejecutivo federal y más de 30 gobernadores agrupados en la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) para abordar temas de seguridad.

Dicha reunión se caracterizó por señalamientos cruzados, empezando por los gobernadores donde algunos señalaron que falta una estrategia sólida en la materia y hay una desatención a delitos del fuero federal y una sobrestimación de los alcances de la Guardia Nacional y como respuesta Andrés Manuel López Obrador reviró comentando que el problema está en el déficit de policías municipales y estatales y su mala preparación.

Otra vez reviran los de la Conago pero en voz de Silvano Aureoles Conejo, gobernador de Michoacán, quien comentó que se percibe un alejamiento por parte de la Fiscalía General de la República (FGR) para darle seguimiento a los delitos que suceden en las entidades, al igual el michoacano se pronunció por disminuir las altas expectativas que se tienen sobre la puesta en marcha de la Guardia Nacional en todo el país.

Todavía fue más lejos al criticar la determinación del presidente de la República de enviar 25 mil elementos de la Guardia Nacional a las fronteras norte y sur, únicamente para hacerle el trabajo a Donald Trump, cuando sólo se han enviado 3 mil a nueve de las trece regiones comprometidas en su Estado.

Como relevo de Aureoles Conejo el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, comentó que le hizo la petición a Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República, que le sean enviados más policías investigadores federales pues sólo cuenta con 26 en la entidad, ¡inaudito!

Ante todo lo planteado oportuno, es lamentable que el país está enlutado y ensangrentado por un desbordamiento de la delincuencia y la violencia de una forma inusitada y en paralelo no se cuenta con una estrategia sólida en seguridad pública.

¿Cómo entenderlo y explicarlo? Muy sencillo: En este país cada seis años nos reinventamos con puras ocurrencias. Felipe Calderón inició su mandato declarando imprudentemente la guerra al narcotráfico, lo único que logró como comúnmente se dijo fue “alborotar el avispero”.

Después Enrique Peña Nieto vendió la idea de la Gendarmería, la cual al final de su sexenio fue una caricatura y ahora AMLO, que anduvo 18 años en campaña y criticando el modelo de seguridad de sus antecesores el cual se basó en militarizar la seguridad pública, esquema que él está haciendo y al cubo y por tiempo indefinido.

Desde el punto de vista técnico, el meollo de todo el problema es que se ha dejado de lado la policía civil, desde con Felipe Calderón se hablaba del mando único el cual nunca prosperó por la negativa de los gobernantes locales de todo el país y de todos los partidos, las razones es que realmente nunca han querido agarrar al toro por los cuernos, es decir, atacar frontalmente al crimen organizado a pesar de que México firmó y se comprometió en los acuerdos de Palermo, los cuales precisamente tratan del ataque frontal al narcotráfico, y a escala municipal están en la misma línea y perversamente argumentando la autonomía, cuando lo que les ha interesado es el subsidio económico en la materia.

Mientras no se tengan policías civiles leales, entrenadas, coordinadas y al servicio de la sociedad en México la delincuencia y la violencia no se revertirán sino por el contrario tenderán a exacerbarse.

Y ante el amenazante cuadro planteado según expertos en la materia, la Guardia Nacional crea más interrogantes que respuestas, ya que desde su conformación ha dejado mucho que desear, se ve difícil sino es que imposible el que se pueda coordinar tres instituciones como son la Marina, el Ejército y la Policía Federal en un solo mando aparte los procesos de organización y de reclutamiento han sido muy cuestionados no sólo por hacerlos al vapor sino por carecer de bases y esto es grave para el país y máxime cuando se cuenta con estructuras criminales como el Cártel Jalisco Nueva Generación que ya tiene presencia en 22 entidades y al parecer va por más, tal organización es una amenaza para la seguridad nacional.

Como conclusión general la seguridad en este país, que debe ser prioridad, al parecer no cuenta con una sólida organización y esto es condenatorio y sobre todo para la población que es la que paga y con lágrimas de sangre.

México ensangrentado y sin estrategia en seguridad

Recientemente se dio un encuentro entre el ejecutivo federal y más de 30 gobernadores agrupados en la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) para abordar temas de seguridad.

Dicha reunión se caracterizó por señalamientos cruzados, empezando por los gobernadores donde algunos señalaron que falta una estrategia sólida en la materia y hay una desatención a delitos del fuero federal y una sobrestimación de los alcances de la Guardia Nacional y como respuesta Andrés Manuel López Obrador reviró comentando que el problema está en el déficit de policías municipales y estatales y su mala preparación.

Otra vez reviran los de la Conago pero en voz de Silvano Aureoles Conejo, gobernador de Michoacán, quien comentó que se percibe un alejamiento por parte de la Fiscalía General de la República (FGR) para darle seguimiento a los delitos que suceden en las entidades, al igual el michoacano se pronunció por disminuir las altas expectativas que se tienen sobre la puesta en marcha de la Guardia Nacional en todo el país.

Todavía fue más lejos al criticar la determinación del presidente de la República de enviar 25 mil elementos de la Guardia Nacional a las fronteras norte y sur, únicamente para hacerle el trabajo a Donald Trump, cuando sólo se han enviado 3 mil a nueve de las trece regiones comprometidas en su Estado.

Como relevo de Aureoles Conejo el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, comentó que le hizo la petición a Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República, que le sean enviados más policías investigadores federales pues sólo cuenta con 26 en la entidad, ¡inaudito!

Ante todo lo planteado oportuno, es lamentable que el país está enlutado y ensangrentado por un desbordamiento de la delincuencia y la violencia de una forma inusitada y en paralelo no se cuenta con una estrategia sólida en seguridad pública.

¿Cómo entenderlo y explicarlo? Muy sencillo: En este país cada seis años nos reinventamos con puras ocurrencias. Felipe Calderón inició su mandato declarando imprudentemente la guerra al narcotráfico, lo único que logró como comúnmente se dijo fue “alborotar el avispero”.

Después Enrique Peña Nieto vendió la idea de la Gendarmería, la cual al final de su sexenio fue una caricatura y ahora AMLO, que anduvo 18 años en campaña y criticando el modelo de seguridad de sus antecesores el cual se basó en militarizar la seguridad pública, esquema que él está haciendo y al cubo y por tiempo indefinido.

Desde el punto de vista técnico, el meollo de todo el problema es que se ha dejado de lado la policía civil, desde con Felipe Calderón se hablaba del mando único el cual nunca prosperó por la negativa de los gobernantes locales de todo el país y de todos los partidos, las razones es que realmente nunca han querido agarrar al toro por los cuernos, es decir, atacar frontalmente al crimen organizado a pesar de que México firmó y se comprometió en los acuerdos de Palermo, los cuales precisamente tratan del ataque frontal al narcotráfico, y a escala municipal están en la misma línea y perversamente argumentando la autonomía, cuando lo que les ha interesado es el subsidio económico en la materia.

Mientras no se tengan policías civiles leales, entrenadas, coordinadas y al servicio de la sociedad en México la delincuencia y la violencia no se revertirán sino por el contrario tenderán a exacerbarse.

Y ante el amenazante cuadro planteado según expertos en la materia, la Guardia Nacional crea más interrogantes que respuestas, ya que desde su conformación ha dejado mucho que desear, se ve difícil sino es que imposible el que se pueda coordinar tres instituciones como son la Marina, el Ejército y la Policía Federal en un solo mando aparte los procesos de organización y de reclutamiento han sido muy cuestionados no sólo por hacerlos al vapor sino por carecer de bases y esto es grave para el país y máxime cuando se cuenta con estructuras criminales como el Cártel Jalisco Nueva Generación que ya tiene presencia en 22 entidades y al parecer va por más, tal organización es una amenaza para la seguridad nacional.

Como conclusión general la seguridad en este país, que debe ser prioridad, al parecer no cuenta con una sólida organización y esto es condenatorio y sobre todo para la población que es la que paga y con lágrimas de sangre.

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