Eliot Ness
Al citado Ness se le recuerda como aquel valeroso agente del Tesoro estadounidense que no sólo enfrentó sino encarceló al temido y sanguinario gangster Al Capone, declarado enemigo público de Chicago.
El caso citado es un testimonio de que cuando se tiene valor y convicción se puede enfrentar cualquier reto por adverso que sea, en ese caso se ponía en riesgo la integridad física, familiar y patrimonial, no sólo la de Eliot sino la de todo su grupo, al enfrentar al poderoso clan del citado gangster.
Ahora pasando a nuestra frustrante y triste realidad, aquí en México contamos con un Sistema Nacional Anticorrupción, que como lo he dicho, se creó como moneda de cambio para atenuar los escándalos de los casos de corrupción de la administración de Peña Nieto, donde nada menos estaba implicada su esposa, La Gaviota, y su colaborador más importante y cercano, Luis Videgaray, extitular de Hacienda.
Aparte, dicho bodrio de sistema se concibió limitado precisamente para que no funcionara plenamente y ya ni hablar de su autonomía que en este país está y la división de poderes son una falacia.
Tal escenario se replicó en todas las entidades del país, donde Durango no ha sido la excepción y ya estando en el plano local acaba de iniciar la Fiscalía Anticorrupción y con un catálogo de más de 20 tipos penales de delitos. Al respecto el titular de la Fiscalía, Héctor García Rodríguez, ofreció una conferencia de prensa, llevada a cabo en la sede de tal fiscalía, ubicada dentro del complejo del denominado Palacio Federal.
Según el fiscal se da inicio a las funciones de las agencias del Ministerio Público especializadas en el combate a la corrupción y siendo preciso enfatizó que el MP está dotado de autonomía técnica y operativa para ejercer sus atribuciones constitucionales.
Volviendo al catálogo de delitos de corrupción este comprende: Enriquecimiento ilícito; operaciones con recursos de procedencia ilícita; intimidación; incumplimiento, ejercicio indebido y abandono del servicio público; uso ilegal de la fuerza pública y abuso de autoridad; tráfico de influencia; cohecho; extorsión; peculado; concusión; ejercicio abusivo de funciones; delitos en contra de la adecuada impartición de justicia y delitos en el ámbito de la procuración de justicia.
Ahora pasando a los números la citada Fiscalía cuenta aproximadamente con un presupuesto de 19 millones 600 mil pesos, cuando esta demanda 75 millones de pesos para el ejercicio 20-20; lo que se ve difícil para el diputado panista Octavio Fernández Zamora, el cual también comenta que primero el fiscal con trabajo y resultados justifique tal aumento.
Ante todo lo planteado y analizando las recientes declaraciones del fiscal Héctor García Rodríguez en cuanto que ahora sí iniciarán con los trabajos sustantivos, es decir recibir demandas ciudadanas y actuar en consecuencia; pero nunca ha comentado, o al menos yo no lo he escuchado, que actuará de oficio.
Y para ello citó el Código de Procedimientos Penales, el cual refiere que el Ministerio Público está obligado a perseguir de oficio aquellos probables delitos de los que se entere por cualquier medio.
Al respecto estará enterado el fiscal anticorrupción estatal de los malos manejos que probablemente se dan en el Ayuntamiento de Durango, porque un día sí y otro también se da a conocer, y por diversos medios de comunicación, despilfarros, ocurrencias, manejos nebulosos de recursos públicos, etc. etc. que con ello, y bajo el sustento del código de procedimientos citado, ¿no tiene para actuar de oficio? que de no hacerlo, reitero, la Fiscalía y la carabina de Ambrosio.
De ser así me queda claro que tal Fiscalía no es más que lo que dije, una moneda de cambio, porque realmente en este país lo que sobran son leyes y si hay duda al respecto, y sobre todo en temas de corrupción, ahí está el Código Penal Estatal que en su Artículo 322 de la reforma del 2017 contempla claramente enriquecimiento ilícito, que es muy amplio y claro, y se pudiera actuar con la sola presunción.
Desgraciadamente éste no se ha estrenado cuando cada seis años surgen nuevos ricos de sexenio y andan tan campantes y aparte exhibiendo su riqueza mal habida la cual se traduce en pobreza ciudadana.
Como conclusión general espero que en Durango contemos con un Eliot Ness en la persona del fiscal Héctor García Rodríguez, el cual tiene un compromiso histórico con Durango.
