El priista presidente del Movimiento Líder, Jesús Diez Flores, comentó que el PRI a pesar de ser un buen partido opositor se sigue quedando corto y debe dejar de ser una oposición maquillada (¿sólo eso?).
El priista presidente del Movimiento Líder, Jesús Diez Flores, comentó que el PRI a pesar de ser un buen partido opositor se sigue quedando corto y debe dejar de ser una oposición maquillada (¿sólo eso?).
Para contextualizar este importante tema, comentaré que si bien es cierto en el 2000 se dio la alternancia federal de partidos en el poder con la llegada del panista Vicente Fox Quezada a Los Pinos, lo que significó un gran avance democrático electoral, no obstante la transición política entendida como la adecuación de las instituciones y la democratización del poder, sigue en pañales.
En México el sistema político cuenta con una configuración arquitectónica de poder piramidal y está sostenida por muchas columnas, las cuales representan muchas facultades metaconstitucionales que se le otorgan al Ejecutivo federal, de ahí el centralismo entre otros vicios de diseño y de consecuencia.
Para más o menos inventariar algunos y graves, la división de poderes es una falacia como lo es el ataque a la corrupción, ¿por qué? porque el Ejecutivo nombra al fiscal y éste acaba al servicio del primero.
Todo este diseño organizacional viciado desde su concepción se supone se iría a replantear o rediseñar con la llegada de Fox, pero no, tal parece que el citado por incapacidad o por probar las mieles del poder, sucumbió y optó por gobernar inercialmente dejando intacto todos los vicios que conforman la corrupción institucionalizada, base de la impunidad, etc., etc.
En ese periodo, el PRI siendo oposición se dedicó prácticamente a bloquear, en sí oponerse a ultranza, más bien presionar para negociar y sacar “agua para su molino”, cuando de lo que se trataba era proponer cambios en el diseño organizacional. Ahora me doy cuenta qué ilusos fuimos y somos los que creemos en ello, un ejemplo: cuando Manlio Fabio Beltrones fue senador dio a conocer una reforma de Estado de última generación.
¿Y qué pasó? Cuando Peña Nieto llegó a Los Pinos, tal iniciativa se fue a dormir el “sueño de los justos”, lógicamente al priismo no le interesaba desmontar el andamiaje viciado y reconstruir uno nuevo que contemplara contrapesos para lograr la necesaria división de poderes, así como que a los fiscales los nombrara la sociedad civil, etc., etc., “sueño guajiro”. Al PRI le interesa simular con el “gatopardismo” que cambie todo para que no cambie nada, mientras el PAN, su ADN desde el siglo pasado era ser oposición, pero al llegar al poder se contaminó del mismo y acabó gobernando como el PRI, esquema feudal y con enfoque patrimonialista, es decir sucumbir al gandallismo político, gozando del protocolo piramidal oficial y la investidura virreinal y hacer negocio, de hecho la política es eso para los prianistas.
Ante lo planteado y ante la crisis actual tan compleja y sin precedentes que apenas se está gestando y propiciando la nueva crítica realidad, era para que la oposición estuviera proponiendo un rediseño organizacional de la administración pública, el cual debiera tener como ejes rectores la austeridad y el replanteamiento de la configuración piramidal a horizontal, pero desgraciadamente, la oposición sigue suspirando por volver al poder, lo cual significa retomar las concesiones ¡las mieles! instituciones estériles que sólo sirven como agencias de colocación laboral para los grupos o allegados a algún político.
Al igual Sistema Anticorrupción estéril y oneroso para simular, partidos políticos parásitos, etc., etc. ¿Qué dice Jesús Diez al respecto? ¿Será sólo oposición maquillada? ¡No!, es oportunista, carroñera y reactiva ante el gobierno, ya que carece hasta de iniciativa.