/ miércoles 2 de enero de 2019

Winston Churchill

Algunas de las decisiones de Churchill fueron controvertidas como el caso de la hambruna en Bengala, el bombardeo de Dresde o el trazado de las fronteras entre Polonia y la Unión Soviética tras la guerra.

Considerado en junio de 1950 como el “Hombre de la mitad del siglo” por la revista francesa Time Magazine, en junio de 2000, fue rebautizado por “El estadista del siglo”, Winston Leonard Spencer-Churchill llegó a cambiar el rumbo de la historia con la complicidad de un destino que pocas veces le fue adverso.

La vida de Churchill ha sido una novela y como tal la relata Francois Kersaudy, en su libro sobre el político inglés, basado de investigaciones realizadas en archivos de ocho países, la consulta de más de 400 obras y entrevistas a muchos actores y testigos, este relato épico muestra como un hombre solitario, con excepcionales talentos y singulares debilidades se convirtió en un referente de la historia del siglo XX, sobre todo considerando los grandes cataclismos hacen que surjan los grandes hombres.

Descendiente de familias de la aristocracia y la nobleza británicas, Sir Winston Leonard Spencer Churchill nació el 30 de noviembre de 1874 en Blenheim, Inglaterra, se formó en el ejército británico y participó en diversos frentes de batalla.

“Todos somos gusanos, le confió modestamente a una amiga el joven Winston, pero creo que yo soy una luciérnaga”, destaca el autor, porque en su vida, la realidad supera a la ficción. Con la misión de informar sobre la guerra de independencia cubana contra España, Winston emprendió rumbo hacia Nueva York y de ahí a La Habana y en 1896 acompañó a su regimiento a la india como periodista y el libro donde narra su experiencia, La historia de la Fuerza Expedicionaria de Malakand se convirtió en éxito.

En 1899 tomó parte en la Guerra bóer convirtiéndose en héroe nacional al conseguir escapar tras haber sido capturado. En 1900 regresó a Inglaterra y se lazó a la vida política. A la edad de 25 años fue elegido, por primera vez, como miembro parlamentario del Partido Conservador. Durante su vida sirvió bajo seis soberanos y llegaría a convertirse en uno de los políticos más grandes de todos los tiempos.

Churchill alertó sobre el peligro del dictador alemán Adolf Hitler y cuando estalla la II Guerra Mundial es nombrado de nuevo Primer Lord del Almirantazgo. Y el 10 de mayo de 1940 le ofrecen suceder a Arthur Neville Chamberlain como primer ministro.

En el transcurso de los difíciles días de la II Guerra Mundial, Winston Churchill luchó por conseguir ayuda militar y apoyo moral de Estados Unidos. Cuando la Unión Soviética y Estados Unidos entraron en la guerra en 1941, formó la “Gran Alianza”.

En 1945 era un personaje admirado en todo el mundo. Sus discursos lo consagraron como uno de los grandes oradores de la historia, pronunciados hacia el pueblo británico durante los años de la guerra, brindando inspiración, esperanza y levantando el espíritu de combate de las tropas y de toda la población.

En su gestión como primer ministro, Churchill hizo frente a innumerables conflictos, Londres y otros puntos de Inglaterra fueron bombardeados por las fuerzas alemanas, sin embargo el inquebrantable espíritu de lucha de Churchill y el ejército permanecieron inmutables porque la derrota no era opción.

Mantuvo una excelente y sólida relación con el presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, siendo de suma importancia en la posterior participación de los Estados Unidos en el conflicto bélico, primero como meros suministradores y luego como fuerza aliada determinante en la conclusión de la guerra.

Durante la guerra, Churchill, a petición de MI5, servicio de inteligencia inglés, usó dobles en sus desplazamientos. Uno de ellos murió al ser derribado su avión por la inteligencia alemana. Fue apodado el “Bulldog Británico” por su costumbre de visitar los frentes de batalla, en medio del peligro, al contrario de otros líderes políticos. Algunas de las decisiones de Churchill fueron controvertidas como el caso de la hambruna en Bengala, el bombardeo de Dresde o el trazado de las fronteras entre Polonia y la Unión Soviética tras la guerra.

El final de la Segunda Guerra Mundial coincidió con el final de su gestión como Primer Ministro del Reino Unido. Fue derrotado en las elecciones de 1945 pero resultó victorioso en las de 1951, y durante su segundo mandato prestó especial atención a las relaciones exteriores del Imperio y los conflictos bélicos que se iniciaban en Asía y Europa Oriental, Dejó su cargo en 1955.

En 1953 recibió el Premio Nobel de Literatura por su dominio de la descripción histórica y biográfica, así como su brillante oratoria en defensa de los valores humanos”.

Entre sus obras más famosas se encuentran la II Guerra Mundial (6 volúmenes, 1948-1953), Historia de los pueblos de habla inglesa (4 volúmenes, 1956-1958) y sus Memorias (6 volúmenes, 1948-1954). En 1953 recibió el Premio Nobel de Literatura y se le concedió el título de Sir. Winston Churchill falleció en Londres el 24 de enero de 1965, cuando contaba 90 años.

El éxito del personaje es atribuible tanto a sus defectos como a sus virtudes, sin embargo, como lo marca el autor, falta todavía distancia como para apreciar la verdadera dimensión de un hombre tan complejo y rico en contradicciones como Winston Churchill. Es reconocerlo en la historia y en sus decisiones que cambiaron la historia del mundo, que debemos conocer para no repetirla.

Algunas de las decisiones de Churchill fueron controvertidas como el caso de la hambruna en Bengala, el bombardeo de Dresde o el trazado de las fronteras entre Polonia y la Unión Soviética tras la guerra.

Considerado en junio de 1950 como el “Hombre de la mitad del siglo” por la revista francesa Time Magazine, en junio de 2000, fue rebautizado por “El estadista del siglo”, Winston Leonard Spencer-Churchill llegó a cambiar el rumbo de la historia con la complicidad de un destino que pocas veces le fue adverso.

La vida de Churchill ha sido una novela y como tal la relata Francois Kersaudy, en su libro sobre el político inglés, basado de investigaciones realizadas en archivos de ocho países, la consulta de más de 400 obras y entrevistas a muchos actores y testigos, este relato épico muestra como un hombre solitario, con excepcionales talentos y singulares debilidades se convirtió en un referente de la historia del siglo XX, sobre todo considerando los grandes cataclismos hacen que surjan los grandes hombres.

Descendiente de familias de la aristocracia y la nobleza británicas, Sir Winston Leonard Spencer Churchill nació el 30 de noviembre de 1874 en Blenheim, Inglaterra, se formó en el ejército británico y participó en diversos frentes de batalla.

“Todos somos gusanos, le confió modestamente a una amiga el joven Winston, pero creo que yo soy una luciérnaga”, destaca el autor, porque en su vida, la realidad supera a la ficción. Con la misión de informar sobre la guerra de independencia cubana contra España, Winston emprendió rumbo hacia Nueva York y de ahí a La Habana y en 1896 acompañó a su regimiento a la india como periodista y el libro donde narra su experiencia, La historia de la Fuerza Expedicionaria de Malakand se convirtió en éxito.

En 1899 tomó parte en la Guerra bóer convirtiéndose en héroe nacional al conseguir escapar tras haber sido capturado. En 1900 regresó a Inglaterra y se lazó a la vida política. A la edad de 25 años fue elegido, por primera vez, como miembro parlamentario del Partido Conservador. Durante su vida sirvió bajo seis soberanos y llegaría a convertirse en uno de los políticos más grandes de todos los tiempos.

Churchill alertó sobre el peligro del dictador alemán Adolf Hitler y cuando estalla la II Guerra Mundial es nombrado de nuevo Primer Lord del Almirantazgo. Y el 10 de mayo de 1940 le ofrecen suceder a Arthur Neville Chamberlain como primer ministro.

En el transcurso de los difíciles días de la II Guerra Mundial, Winston Churchill luchó por conseguir ayuda militar y apoyo moral de Estados Unidos. Cuando la Unión Soviética y Estados Unidos entraron en la guerra en 1941, formó la “Gran Alianza”.

En 1945 era un personaje admirado en todo el mundo. Sus discursos lo consagraron como uno de los grandes oradores de la historia, pronunciados hacia el pueblo británico durante los años de la guerra, brindando inspiración, esperanza y levantando el espíritu de combate de las tropas y de toda la población.

En su gestión como primer ministro, Churchill hizo frente a innumerables conflictos, Londres y otros puntos de Inglaterra fueron bombardeados por las fuerzas alemanas, sin embargo el inquebrantable espíritu de lucha de Churchill y el ejército permanecieron inmutables porque la derrota no era opción.

Mantuvo una excelente y sólida relación con el presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, siendo de suma importancia en la posterior participación de los Estados Unidos en el conflicto bélico, primero como meros suministradores y luego como fuerza aliada determinante en la conclusión de la guerra.

Durante la guerra, Churchill, a petición de MI5, servicio de inteligencia inglés, usó dobles en sus desplazamientos. Uno de ellos murió al ser derribado su avión por la inteligencia alemana. Fue apodado el “Bulldog Británico” por su costumbre de visitar los frentes de batalla, en medio del peligro, al contrario de otros líderes políticos. Algunas de las decisiones de Churchill fueron controvertidas como el caso de la hambruna en Bengala, el bombardeo de Dresde o el trazado de las fronteras entre Polonia y la Unión Soviética tras la guerra.

El final de la Segunda Guerra Mundial coincidió con el final de su gestión como Primer Ministro del Reino Unido. Fue derrotado en las elecciones de 1945 pero resultó victorioso en las de 1951, y durante su segundo mandato prestó especial atención a las relaciones exteriores del Imperio y los conflictos bélicos que se iniciaban en Asía y Europa Oriental, Dejó su cargo en 1955.

En 1953 recibió el Premio Nobel de Literatura por su dominio de la descripción histórica y biográfica, así como su brillante oratoria en defensa de los valores humanos”.

Entre sus obras más famosas se encuentran la II Guerra Mundial (6 volúmenes, 1948-1953), Historia de los pueblos de habla inglesa (4 volúmenes, 1956-1958) y sus Memorias (6 volúmenes, 1948-1954). En 1953 recibió el Premio Nobel de Literatura y se le concedió el título de Sir. Winston Churchill falleció en Londres el 24 de enero de 1965, cuando contaba 90 años.

El éxito del personaje es atribuible tanto a sus defectos como a sus virtudes, sin embargo, como lo marca el autor, falta todavía distancia como para apreciar la verdadera dimensión de un hombre tan complejo y rico en contradicciones como Winston Churchill. Es reconocerlo en la historia y en sus decisiones que cambiaron la historia del mundo, que debemos conocer para no repetirla.