/ domingo 31 de julio de 2022

Y ahora, a pagar las facturas

Como dijo el clásico, amor con amor se paga. El médico Esteban Villegas Villareal, gobernador electo del Estado de Durango, tiene muy poco tiempo para cumplir los acuerdos políticos con el PAN, PRD y los grupos de interés al interior del PRI que lo apoyaron para obtener su triunfo. Recordamos que cuando se conformó la alianza, el entonces candidato dijo: “Ganaremos juntos y juntos gobernaremos en la alianza con los ciudadanos”. Y ya encarrerado el gato, eso aplica también para Toño Ochoa, presidente municipal electo.

En países donde las coaliciones son legales, se gobierna dándole puestos públicos a los partidos de acuerdo al porcentaje de los votos que obtuvieron. Aquí en México las coaliciones terminan el día de la jornada electoral, pero eso no impide que a la hora de ejercer el poder haya gobiernos de facto. Si el gobernador electo tomara como modelo esta premisa, entonces el PRI se puede servir con la cuchara grande. El PAN sólo pudo aportar 100 mil votos contra más de 240 mil del tricolor. ¿Se repetirá la historia?


Antes de la alianza los priistas decían que ellos tenían los votos y derecho a encabezarla, como así sucedió. El mismo argumento podría ser utilizado por Esteban Villegas a la hora de integrar el gabinete estatal, y nombrar los puestos claves como la secretarías de Finanzas, de Gobierno y la SECOPE.

Como si fuera una ironía, el médico Villegas Villareal, ahora sí el orgullo de San Juan del Río, no tendrá un día de campo al interior de su partido para cumplirles a los grupos de interés. En este contexto, el diputado Ismael Hernández Deras podría representarle un dolor de cabeza. Todos recordamos que Esteban Villegas no era, por mucho, el candidato del grupo de Ismael. Sin embargo, al final la voluntad de Alito se impuso y los grupos del tricolor tuvieron que doblar las manos. En torno a la figura de Hernández Deras está también la de Maximiliano Silerio y Rubén Escajeda Jiménez, por mencionar sólo algunos. Ya veremos, en su momento. la influencia de los grupos de Las Águilas y de Mezquital en el gabinete de Esteban Villegas Villareal ya como gobernador constitucional.

En lo personal, el gobernador electo también tiene compromisos con el equipo que lo acompañó en su proyecto político hasta llegar al Bicentenario. Diría Juan Gabriel: “Tú ponte en mi lugar a ver qué harías”. No es lo mismo prometer pagar facturas cuando eres candidato que cuando llegas a ser gobernador. Hay una premisa que dice: no podrás conocer a una persona hasta que le des el poder para ejercerlo. ¿Será la excepción el médico Esteban Villegas Villareal? El priista viene de una elección histórica, inédita, la cual quizá no vuelva a repetirse en Durango. Esa victoria tiene algunas lecturas; le da legitimidad para ejercer el poder, pero también el enorme compromiso de gobernar para todos y no sólo para un grupo o para los 350 mil ciudadanos que votaron por él.

Los 100 mil votos que le aportó el PAN a la alianza "Va Por Durango" no deben preocuparle a Esteban. La verdad sea dicha, los panistas podrán pedir, pero no exigir, esa es la diferencia entre los priistas y las palomitas blancas vestidas de azul. ¿Se cumplirá aquello que se prometió, “vamos en alianza con la sociedad”? ¿A quiénes veremos de la sociedad civil en el gabinete de Esteban Villegas Villareal? Toño Ochoa, con sus matices, también tiene un problema que resolver: Si fuera por los votos, entonces los gabinetes estatal y municipal estarían integrados por una mayoría priista.

Como dijo el clásico, amor con amor se paga. El médico Esteban Villegas Villareal, gobernador electo del Estado de Durango, tiene muy poco tiempo para cumplir los acuerdos políticos con el PAN, PRD y los grupos de interés al interior del PRI que lo apoyaron para obtener su triunfo. Recordamos que cuando se conformó la alianza, el entonces candidato dijo: “Ganaremos juntos y juntos gobernaremos en la alianza con los ciudadanos”. Y ya encarrerado el gato, eso aplica también para Toño Ochoa, presidente municipal electo.

En países donde las coaliciones son legales, se gobierna dándole puestos públicos a los partidos de acuerdo al porcentaje de los votos que obtuvieron. Aquí en México las coaliciones terminan el día de la jornada electoral, pero eso no impide que a la hora de ejercer el poder haya gobiernos de facto. Si el gobernador electo tomara como modelo esta premisa, entonces el PRI se puede servir con la cuchara grande. El PAN sólo pudo aportar 100 mil votos contra más de 240 mil del tricolor. ¿Se repetirá la historia?


Antes de la alianza los priistas decían que ellos tenían los votos y derecho a encabezarla, como así sucedió. El mismo argumento podría ser utilizado por Esteban Villegas a la hora de integrar el gabinete estatal, y nombrar los puestos claves como la secretarías de Finanzas, de Gobierno y la SECOPE.

Como si fuera una ironía, el médico Villegas Villareal, ahora sí el orgullo de San Juan del Río, no tendrá un día de campo al interior de su partido para cumplirles a los grupos de interés. En este contexto, el diputado Ismael Hernández Deras podría representarle un dolor de cabeza. Todos recordamos que Esteban Villegas no era, por mucho, el candidato del grupo de Ismael. Sin embargo, al final la voluntad de Alito se impuso y los grupos del tricolor tuvieron que doblar las manos. En torno a la figura de Hernández Deras está también la de Maximiliano Silerio y Rubén Escajeda Jiménez, por mencionar sólo algunos. Ya veremos, en su momento. la influencia de los grupos de Las Águilas y de Mezquital en el gabinete de Esteban Villegas Villareal ya como gobernador constitucional.

En lo personal, el gobernador electo también tiene compromisos con el equipo que lo acompañó en su proyecto político hasta llegar al Bicentenario. Diría Juan Gabriel: “Tú ponte en mi lugar a ver qué harías”. No es lo mismo prometer pagar facturas cuando eres candidato que cuando llegas a ser gobernador. Hay una premisa que dice: no podrás conocer a una persona hasta que le des el poder para ejercerlo. ¿Será la excepción el médico Esteban Villegas Villareal? El priista viene de una elección histórica, inédita, la cual quizá no vuelva a repetirse en Durango. Esa victoria tiene algunas lecturas; le da legitimidad para ejercer el poder, pero también el enorme compromiso de gobernar para todos y no sólo para un grupo o para los 350 mil ciudadanos que votaron por él.

Los 100 mil votos que le aportó el PAN a la alianza "Va Por Durango" no deben preocuparle a Esteban. La verdad sea dicha, los panistas podrán pedir, pero no exigir, esa es la diferencia entre los priistas y las palomitas blancas vestidas de azul. ¿Se cumplirá aquello que se prometió, “vamos en alianza con la sociedad”? ¿A quiénes veremos de la sociedad civil en el gabinete de Esteban Villegas Villareal? Toño Ochoa, con sus matices, también tiene un problema que resolver: Si fuera por los votos, entonces los gabinetes estatal y municipal estarían integrados por una mayoría priista.