/ sábado 12 de enero de 2019

¿Y el patronato de la Feria hasta cuándo?

“Ya se fueron las flores de mayo, y llegaron las nieves de enero”

-Mario Molina Montes.-Compositor

La Fenadu en el último sexenio fue utilizada como caja chica y también para poner un director de la Feria que representara los intereses del Bicentenario. De ahí, las pingües ganancias que se generaron, poco faltó para que la declararan en quiebra técnica como a Pensiones del Estado.

Parafraseando al refrán, no hay mal que dure cien años, y Fenadu que los aguante. Desde la campaña del hoy gobernador José Rosas Aispuro Torres, empeñó su palabra que llegado el momento la feria sería manejada por un Patronato que se encargaría de organizar la fiesta que año con año esperamos los duranguenses.

Si la memoria no nos traiciona, el Gobernador anunció que la Feria del 2019 estaría en manos de un Patronato. Para esto, ya existe la figura jurídica que si un día se cumpliera la promesa de campaña, estaría integrada por empresarios, representantes del gobierno del estado y gentes de la sociedad civil. La idea del Gobernador iba encaminada a que un empresario encabezara el Patronato, la razón, por muchos años ellos la manejaron con éxitos artísticos, culturales y financieros. De existir ese Patronato y si es encabezada por empresarios, el Gobernador podría matar dos pájaros de un tiro: primero, la Fenadu dejaría de ser un pretexto para pagar caprichos y facturas políticas, y segundo, a través de organismos empresariales se abriría una puerta para que la sociedad esté representada, después de todo, los empresarios son ciudadanos como cualquiera de nosotros.

Tal vez en seis meses o siete estaremos viviendo la Fenadu 2019. Su organización y logística requiere de tiempo completo, y cada día que pasa es un día perdido. No hay que olvidar que un Patronato sería parte importante de la alternancia por la que se votó en 2016. Nosotros nada más opinamos, pero no decidimos. Podemos asegurar que si hicieran una consulta ahora que están de moda, ganaría el Sí para que la feria regrese a manos de un Patronato. La sociedad no verá con buenos ojos si la Fenadu se sigue manejando con un criterio político, eso le ha hecho mucho daño a la Feria Nacional de Durango. Para comenzar, “haiga como haiga sido” la rendición de cuentas no ha sido transparente y aunque usted lo dude, en nuestra fiesta giran muchos millones en torno a ella. Claro que hay que invertirle, pero que también haya ganancias para darle un uso de interés social.

En la futura organización de la feria hay muchas cosas que hacer que en el pasado dejaron de hacerse. Por ejemplo: al cartel de la Velaria debería dársele un giro de 180 grados. Los artistas que se presentan en ese escenario, el 90% los vemos casi todos los años. La diversión de la feria debe ser para todos los gustos y no como muchas veces sucede, se traen a los artistas favoritos de zutana o zutano. Habrá mucho que hacer. Para empezar, que las instalaciones de la feria dejen ser un elefante blanco, para ello se requiere voluntad política, imaginación y creatividad. ¿Qué de malo tendría que la alternancia llegara un día también a la feria? De seguro, algún día será.

“Ya se fueron las flores de mayo, y llegaron las nieves de enero”

-Mario Molina Montes.-Compositor

La Fenadu en el último sexenio fue utilizada como caja chica y también para poner un director de la Feria que representara los intereses del Bicentenario. De ahí, las pingües ganancias que se generaron, poco faltó para que la declararan en quiebra técnica como a Pensiones del Estado.

Parafraseando al refrán, no hay mal que dure cien años, y Fenadu que los aguante. Desde la campaña del hoy gobernador José Rosas Aispuro Torres, empeñó su palabra que llegado el momento la feria sería manejada por un Patronato que se encargaría de organizar la fiesta que año con año esperamos los duranguenses.

Si la memoria no nos traiciona, el Gobernador anunció que la Feria del 2019 estaría en manos de un Patronato. Para esto, ya existe la figura jurídica que si un día se cumpliera la promesa de campaña, estaría integrada por empresarios, representantes del gobierno del estado y gentes de la sociedad civil. La idea del Gobernador iba encaminada a que un empresario encabezara el Patronato, la razón, por muchos años ellos la manejaron con éxitos artísticos, culturales y financieros. De existir ese Patronato y si es encabezada por empresarios, el Gobernador podría matar dos pájaros de un tiro: primero, la Fenadu dejaría de ser un pretexto para pagar caprichos y facturas políticas, y segundo, a través de organismos empresariales se abriría una puerta para que la sociedad esté representada, después de todo, los empresarios son ciudadanos como cualquiera de nosotros.

Tal vez en seis meses o siete estaremos viviendo la Fenadu 2019. Su organización y logística requiere de tiempo completo, y cada día que pasa es un día perdido. No hay que olvidar que un Patronato sería parte importante de la alternancia por la que se votó en 2016. Nosotros nada más opinamos, pero no decidimos. Podemos asegurar que si hicieran una consulta ahora que están de moda, ganaría el Sí para que la feria regrese a manos de un Patronato. La sociedad no verá con buenos ojos si la Fenadu se sigue manejando con un criterio político, eso le ha hecho mucho daño a la Feria Nacional de Durango. Para comenzar, “haiga como haiga sido” la rendición de cuentas no ha sido transparente y aunque usted lo dude, en nuestra fiesta giran muchos millones en torno a ella. Claro que hay que invertirle, pero que también haya ganancias para darle un uso de interés social.

En la futura organización de la feria hay muchas cosas que hacer que en el pasado dejaron de hacerse. Por ejemplo: al cartel de la Velaria debería dársele un giro de 180 grados. Los artistas que se presentan en ese escenario, el 90% los vemos casi todos los años. La diversión de la feria debe ser para todos los gustos y no como muchas veces sucede, se traen a los artistas favoritos de zutana o zutano. Habrá mucho que hacer. Para empezar, que las instalaciones de la feria dejen ser un elefante blanco, para ello se requiere voluntad política, imaginación y creatividad. ¿Qué de malo tendría que la alternancia llegara un día también a la feria? De seguro, algún día será.