/ jueves 8 de agosto de 2019

¿Y quién para el IMAC?

Durante las campañas, ninguno de los aspirantes a la presidencia municipal de Durango presentó de manera formal un proyecto de cultura municipal, y mucho menos reunir en un foro a toda la comunidad cultural y que de ahí saliera el proyecto.

Nos enteramos que algunos candidatos, como es la costumbre en las campañas, se reunieron con diferentes grupos artísticos, desde cantantes, músicos, teatreros, escritores y hasta magos, pero esta política aislada electoral nunca ha dado resultados, porque no se refleja en una política cultural municipal.

Hoy, seguramente al presidente municipal electo Jorge Salum del Palacio le sobran tiradores para ese puesto.

Unos dicen “lo conocí desde niño, fuimos juntos a la escuela”, otros dicen por donde quiera que fueron sus vecinos, y que en ocasiones hasta les da ride en su motocicleta. Los meros meros de la cultura comentan que tienen más de 30 o 40 años de trayectoria artística, ya sea escribiendo, organizando conferencias, presentando libros, publicando una revista, y ese es el argumento para decir que son los indicados para estar al frente del IMAC.

Desconocemos si Jorge Salum del Palacio ya tiene decidido quién será el nuevo director de cultura municipal, si así es, deseamos que no se haya decidido por una persona que ha sido su amigo toda la vida, y como la amistad se refleja en la nómina, hay que darles ese puesto para que cobren puntualmente sus quincenas. La cultura es algo que debe tomarse en serio.

Ya no queremos tener como director del IMAC a otro “Beethoven”, que se dio vuelo trayendo de Europa a sus amigas y amigos, tal vez con el fin de pagarles los favores que le hicieron cuando vivió en Europa. Herrera Noriega, por su narcisismo cultural convirtió al Festival Ricardo Castro en una sucursal de Viena y de Salzburgo que nos costó muchos millones de pesos a los duranguenses en impuestos. Ojalá que esa pesadilla cultural no se repita jamás.

La solución la tiene en sus manos el presidente electo, tiene la oportunidad de que por primera vez exista una verdadera alternancia cultural en el municipio, la clave es, como él mismo lo ha dicho, un gabinete plural, sin colores partidistas y, sobre todo, que haya resultados en el Instituto Municipal de Arte y Cultura.

En principio, sería bueno que el próximo director del IMAC no declare a los medios “vengo a aprender”, como lo hizo en su momento Luis Videgaray.

En cultura no hay que improvisar, porque sale más caro el caldo que las albóndigas. Existe en el medio cultural de Durango una figura muy polémica, querida por unos y otros ni siquiera quieren verlo, pero nadie le niega que ha sido el mejor director del IMAC y en dos ocasiones del Instituto de Cultura del Estado.

Es un intelectual irreverente, pero su estilo ha dado resultados al frente de la cultura. Los mejores festivales Revueltas él los ha realizado, rodeado de un equipo de conocedores de la gestión cultural, como Fernando Andrade Cancino, Víctor Hugo Galván y el famoso “Guarus”, entre otros.

Nadie como él ha bajado más recursos como responsable del ICED, por si usted no lo sabe, él consiguió los primeros 100 millones para el Bebeleche. Tiene anécdotas como cuando en una reunión de la Conago interrumpió a Josefina Vázquez Mota para decirle que la cultura no se hacía con discursos, que se hacía con recursos financieros. Ha sido al único que corrieron del ICED y, arrepentidos, después lo regresaron. Nadie le ha dicho a un presidente municipal en una cena que no servía para nada.

Ya adivinó, este retrato hablado es el de Luis Ángel Martínez Diez, el famoso “Churumbel”, para bien o para mal.

El presidente municipal electo debería leer con cuidado la amplia semblanza de Luis Ángel, como gente de la cultura y su importancia. Por algo conoció a José Revueltas, a Heberto Castillo, Fidel Castro, a los líderes españoles que hoy gobiernan España.

Luis Ángel es bueno para hacer amistades y amigos del mundo de la cultura. Lo mismo lo hace con políticas y políticos.

En la actualidad, ha logrado construir una buena relación con la esposa del presidente de la República.

El “Churumbel” no es monedita de oro, pero con toda seguridad sería un buen director del IMAC por segunda vez. Bueno, como dijo el clásico, eso dice la gente.

Durante las campañas, ninguno de los aspirantes a la presidencia municipal de Durango presentó de manera formal un proyecto de cultura municipal, y mucho menos reunir en un foro a toda la comunidad cultural y que de ahí saliera el proyecto.

Nos enteramos que algunos candidatos, como es la costumbre en las campañas, se reunieron con diferentes grupos artísticos, desde cantantes, músicos, teatreros, escritores y hasta magos, pero esta política aislada electoral nunca ha dado resultados, porque no se refleja en una política cultural municipal.

Hoy, seguramente al presidente municipal electo Jorge Salum del Palacio le sobran tiradores para ese puesto.

Unos dicen “lo conocí desde niño, fuimos juntos a la escuela”, otros dicen por donde quiera que fueron sus vecinos, y que en ocasiones hasta les da ride en su motocicleta. Los meros meros de la cultura comentan que tienen más de 30 o 40 años de trayectoria artística, ya sea escribiendo, organizando conferencias, presentando libros, publicando una revista, y ese es el argumento para decir que son los indicados para estar al frente del IMAC.

Desconocemos si Jorge Salum del Palacio ya tiene decidido quién será el nuevo director de cultura municipal, si así es, deseamos que no se haya decidido por una persona que ha sido su amigo toda la vida, y como la amistad se refleja en la nómina, hay que darles ese puesto para que cobren puntualmente sus quincenas. La cultura es algo que debe tomarse en serio.

Ya no queremos tener como director del IMAC a otro “Beethoven”, que se dio vuelo trayendo de Europa a sus amigas y amigos, tal vez con el fin de pagarles los favores que le hicieron cuando vivió en Europa. Herrera Noriega, por su narcisismo cultural convirtió al Festival Ricardo Castro en una sucursal de Viena y de Salzburgo que nos costó muchos millones de pesos a los duranguenses en impuestos. Ojalá que esa pesadilla cultural no se repita jamás.

La solución la tiene en sus manos el presidente electo, tiene la oportunidad de que por primera vez exista una verdadera alternancia cultural en el municipio, la clave es, como él mismo lo ha dicho, un gabinete plural, sin colores partidistas y, sobre todo, que haya resultados en el Instituto Municipal de Arte y Cultura.

En principio, sería bueno que el próximo director del IMAC no declare a los medios “vengo a aprender”, como lo hizo en su momento Luis Videgaray.

En cultura no hay que improvisar, porque sale más caro el caldo que las albóndigas. Existe en el medio cultural de Durango una figura muy polémica, querida por unos y otros ni siquiera quieren verlo, pero nadie le niega que ha sido el mejor director del IMAC y en dos ocasiones del Instituto de Cultura del Estado.

Es un intelectual irreverente, pero su estilo ha dado resultados al frente de la cultura. Los mejores festivales Revueltas él los ha realizado, rodeado de un equipo de conocedores de la gestión cultural, como Fernando Andrade Cancino, Víctor Hugo Galván y el famoso “Guarus”, entre otros.

Nadie como él ha bajado más recursos como responsable del ICED, por si usted no lo sabe, él consiguió los primeros 100 millones para el Bebeleche. Tiene anécdotas como cuando en una reunión de la Conago interrumpió a Josefina Vázquez Mota para decirle que la cultura no se hacía con discursos, que se hacía con recursos financieros. Ha sido al único que corrieron del ICED y, arrepentidos, después lo regresaron. Nadie le ha dicho a un presidente municipal en una cena que no servía para nada.

Ya adivinó, este retrato hablado es el de Luis Ángel Martínez Diez, el famoso “Churumbel”, para bien o para mal.

El presidente municipal electo debería leer con cuidado la amplia semblanza de Luis Ángel, como gente de la cultura y su importancia. Por algo conoció a José Revueltas, a Heberto Castillo, Fidel Castro, a los líderes españoles que hoy gobiernan España.

Luis Ángel es bueno para hacer amistades y amigos del mundo de la cultura. Lo mismo lo hace con políticas y políticos.

En la actualidad, ha logrado construir una buena relación con la esposa del presidente de la República.

El “Churumbel” no es monedita de oro, pero con toda seguridad sería un buen director del IMAC por segunda vez. Bueno, como dijo el clásico, eso dice la gente.