Sin duda, la historia de la mayoría de los “líderes sociales” en Durango, está llena de chantajes, corrupción, control social, en complicidad con partidos políticos para la compra de votos en tiempos electorales, y otras linduras de las que no nos enteramos.
El fondo de este asunto es que todo se hace con recursos públicos, de los impuestos que pagamos los ciudadanos. Eso significa que los partidos y los políticos se gastan parte del presupuesto para controlar a los “líderes sociales” para su beneficio personal o de grupo.
Como decía José Alfredo Jiménez: “pero todo, todo se acaba, la dicha grande también se va”. Tenemos que decirlo: El presidente municipal Jorge Salum “agarró el toro por los cuernos”. Ya les mandó un mensaje a los “líderes” en la persona de Luis Ángel Mejorado, cuya
especialidad es chantajear, bloquear calles, toma de edificios públicos y lo más grave, utilizar a las personas para lograr sus fines.
Más claro ni el agua: Jorge Salum dio a conocer a la opinión pública, que se le estaban dando 55 mil pesos mensuales que al año suman 660 mil pesos. Licha García, la dirigente vitalicia del sindicato de los trabajadores del Municipio, quien por cierto es candidata a diputada local, tendrá que regresar 900 mil pesos de nuestros impuestos que utilizó en beneficio propio. Unas de cal por unas de arena. Con todo y eso, pretende ser diputada por
segunda ocasión. Nunca es tarde para empezar. Personas como Luis Ángel Mejorado o Licha García, no pueden poner de rodillas a ningún presidente municipal o funcionario público. Tampoco burlarse de la sociedad, que no tiene por qué pagar los platos rotos de nadie. Que haya piso parejo.
