Desde Nápoles llegó al Teatro Ricardo Castro para presentar una propuesta musical antológica, un proyecto que incluye composiciones originales junto con composiciones de la tradición napolitana, mexicana, brasileña, un verdadero "viaje" interactivo entre la música y la magia que involucra a la audiencia tanto emocional como literalmente.
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Previo a su presentación Danise indicó que regalaría a los duranguenses un concierto lindo, y recordó que todo inició cuando vivió en un barrio difícil en Nápoles y la música le dio una alternativa para cambiar.
Con su piano regresó a realizar una gira por dicho lugar y después de un tiempo se dio cuenta que más de 20 jóvenes seguían su ejemplo, es por ello que "esperó llegar al corazón de la gente, la música es muy importante para sanar y llegar a su corazón", dijo.
El pianista abrió escena con una composición de su autoría basado en una leyenda de una sirena, seguida de Tango Mediterráneo, pieza que escribió en la pandemia para cerrar con La Llorona.
En el contrabajo Luis Bonilla lo acompañó para llenar el concierto de alegría mientras los pies descalzos de Vincenzo Danise llevaban el ritmo del tema “Si Dios Quiere”.
Poco a poco la banda de jazz se conformó hasta llegar a los metales Karina, quien trajo muchas sorpresas musicales al concierto.
El concepto de concierto tradicional quedó atrás en la presentación de Vincenzo Danise pues la interacción con el público se hizo presente entre plática y aplausos.
Celeste Ruelas fue la cantante invitada para abrir el concierto, quien con su reciente producción “Sabor a México”, deleitó a los asistentes con grandes temas.
Esta actividad, fue convocada por el Instituto Municipal para el Desarrollo Humano y Valores, a través de la Dirección de Arte y Cultura; en coordinación con la Dirección Municipal de Fomento Económico y Turismo , ya que forma parte de un programa de hermanamiento entre ciudades del mundo que se encuentra en su primera etapa.