Dice la historia que el teléfono celular se inventó en el año 1973, por parte de Martín Cooper, que era directivo de Motorola y quien hoy es considerado el padre de la telefonía móvil, a sus 95 años de edad.
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Fue hasta 1989 que llegó a México la primera compañía celular, se trató de Iusacell, que ofrecía sus servicios en el entonces llamado Distrito Federal. De ahí en adelante el uso de un teléfono celular fue popularizándose en todo el país. Al grado que hoy, prácticamente no habría nadie que no cuente con un aparato que le permita comunicarse desde donde se encuentre, y sobre todo, tener acceso a las redes sociales y otras aplicaciones de mensajería.
Ahora bien, es cierto que representó un importante avance en materia de tecnología y comunicación, pero también, con el paso del tiempo, se ha notado e identificado que ha impactado en la salud de los usuarios, por ejemplo, dicen los expertos que el teléfono celular te roba el sueño.
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Y es que usar el celular antes de dormir se trata de una práctica que está estrechamente relacionada con problemas para conciliar el sueño y descansar adecuadamente.
Raúl Aguilar Roblero, médico del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expuso que la luz que emiten los smartphones o tablets modifica los ritmos circadianos, por lo que alteran el mecanismo para conciliar el sueño por las noches.
La luz que se dispara de estos aparatos inhibe la producción de melatonina, una hormona que regula los ritmos circadianos. La luz es un factor de engaño para el organismo, pues hace creer que todavía se puede estar despierto, de tal manera que es así como se inicia el trastorno y robo del sueño.
“Es como si la luz de la pantalla de los dispositivos móviles le dijera al cerebro que no segregue melatonina. Al inhibirse se engaña al cerebro hiper-excitándolo, diciéndole aun no vayas a dormir, todavía puedes estar despierto; es cuando la persona comienza vuelta tras vuelta en la cama sin poder dormir”, alerta el investigador.