/ lunes 8 de noviembre de 2021

Tu correo electrónico también contamina

Cuando somos conscientes de la cadena que involucra el envío de un e-mail entendemos su impacto ambiental

Enviar un correo electrónico, pese a lo que muchos piensen, también genera emisiones de gases de efecto invernadero, y empresas y usuarios pueden modificar sus hábitos para hacer un uso mucho más eficiente de esta herramienta de comunicación y ayudar así en la lucha contra el cambio climático.

Pensar en la huella de carbono de un correo es difícil porque la mayoría de los elementos que se usan para enviarlo o recibirlo no está a la vista, pero debemos ser conscientes de que los proveedores de buzones y las operadoras de telecomunicaciones utilizan equipos y que los dispositivos que usamos para enviarlos o leerlos los mantenemos encendidos las 24 horas del día en muchos casos.

"Una vez que somos conscientes de toda esta cadena empezamos a entender el impacto que tiene el envío de un correo electrónico en el medio ambiente", dijo el vicepresidente internacional de Customer Engagement de Validity, Guy Hanson, que ha señalado que se calcula que diariamente se envían unos 100 mil millones de correos electrónicos, el 85 por ciento de ellos spam.

Por ello, limitar a estos envíos masivos no deseados debe ser una prioridad de las autoridades, según este ejecutivo, que ha explica que un envío sin documentos adjuntos implica de media una huella de carbono de 1 gramo, cifra que aumenta a hasta los 50 gramos en el caso de los correos promocionales con muchas imágenes.

Además, la huella de carbono de nuestros dispositivos, internet y los sistemas que los soportan representa alrededor del 3.7 por ciento de las emisiones de efecto invernadero del mundo, el equivalente a las generadas por la aviación, ha añadido Hanson.

Otra forma de contribuir a reducir la huella de carbono sería apagando nuestros dispositivos cuando no los usamos / Foto: Reuters

¿CÓMO REDUCIR NUESTRA HUELLA DE CARBONO?

El punto de partida para la reducción de las emisiones de carbono es concienciar a empresas y consumidores sobre las consecuencias de sus acciones y saber que enviar menos correos electrónicos será sólo una parte de la solución porque la infraestructura que utilizan existe independientemente de si se envían o no.

Según el directivo, los proveedores de servicios (ESP) deberían dejar de operar con modelos de precios basados en CPM (costo por mil impresiones), que implican que a más volumen más barato, y sustituirlos por tarifas basadas en resultados y que recompensen la eficacia.

Por su parte, los proveedores de buzones de correo como Gmail o Microsoft, tendrían que elevar la eficiencia energética de sus granjas de servidores, y las empresas de telecomunicaciones deberían comprometerse con la neutralidad del carbono.

Las organizaciones remitentes tendrían que priorizar calidad sobre cantidad en sus campañas de e-mailing, segmentando mejor sus listas de suscriptores para hacer llegar el mensaje a las personas realmente interesadas, en el momento oportuno y en su cuenta principal; reduciendo el tamaño de las imágenes o suprimiendo correos que generan rebotes (por ejemplo, porque esté mal una dirección).

Del lado de los receptores, las opciones pasan por darse de baja de suscripciones que realmente no les interesan, en lugar limitarse a eliminar un correo, y por usar centros de preferencias.

En cuanto a los correos personales, deberíamos pensar ¿es este correo realmente necesario?, según Hanson, que ha abogado por evitar respuestas con una sola palabra como "gracias" o "jajaja" y por recortar los hilos de correo para que sólo se envíe el contenido más reciente.

Otra forma de contribuir a reducir la huella de carbono sería apagando nuestros dispositivos cuando no los usamos o cargándolos en los momentos de menor consumo, ha añadido.

No obstante, ha subrayado que el envío de una carta típica genera una huella de carbono media de 140 gramos, por lo que ha animado a las organizaciones que aún hacen envíos postales masivos, como los bancos o las energéticas, a trasladar ese tráfico al correo electrónico, pero siempre de una forma socialmente responsable.



TE RECOMENDAMOS ESCUCHAR ⬇️

Disponible en: Acast, Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts, Deezer y Amazon Music


Lee también otros contenidos de Normal ⬇️

Enviar un correo electrónico, pese a lo que muchos piensen, también genera emisiones de gases de efecto invernadero, y empresas y usuarios pueden modificar sus hábitos para hacer un uso mucho más eficiente de esta herramienta de comunicación y ayudar así en la lucha contra el cambio climático.

Pensar en la huella de carbono de un correo es difícil porque la mayoría de los elementos que se usan para enviarlo o recibirlo no está a la vista, pero debemos ser conscientes de que los proveedores de buzones y las operadoras de telecomunicaciones utilizan equipos y que los dispositivos que usamos para enviarlos o leerlos los mantenemos encendidos las 24 horas del día en muchos casos.

"Una vez que somos conscientes de toda esta cadena empezamos a entender el impacto que tiene el envío de un correo electrónico en el medio ambiente", dijo el vicepresidente internacional de Customer Engagement de Validity, Guy Hanson, que ha señalado que se calcula que diariamente se envían unos 100 mil millones de correos electrónicos, el 85 por ciento de ellos spam.

Por ello, limitar a estos envíos masivos no deseados debe ser una prioridad de las autoridades, según este ejecutivo, que ha explica que un envío sin documentos adjuntos implica de media una huella de carbono de 1 gramo, cifra que aumenta a hasta los 50 gramos en el caso de los correos promocionales con muchas imágenes.

Además, la huella de carbono de nuestros dispositivos, internet y los sistemas que los soportan representa alrededor del 3.7 por ciento de las emisiones de efecto invernadero del mundo, el equivalente a las generadas por la aviación, ha añadido Hanson.

Otra forma de contribuir a reducir la huella de carbono sería apagando nuestros dispositivos cuando no los usamos / Foto: Reuters

¿CÓMO REDUCIR NUESTRA HUELLA DE CARBONO?

El punto de partida para la reducción de las emisiones de carbono es concienciar a empresas y consumidores sobre las consecuencias de sus acciones y saber que enviar menos correos electrónicos será sólo una parte de la solución porque la infraestructura que utilizan existe independientemente de si se envían o no.

Según el directivo, los proveedores de servicios (ESP) deberían dejar de operar con modelos de precios basados en CPM (costo por mil impresiones), que implican que a más volumen más barato, y sustituirlos por tarifas basadas en resultados y que recompensen la eficacia.

Por su parte, los proveedores de buzones de correo como Gmail o Microsoft, tendrían que elevar la eficiencia energética de sus granjas de servidores, y las empresas de telecomunicaciones deberían comprometerse con la neutralidad del carbono.

Las organizaciones remitentes tendrían que priorizar calidad sobre cantidad en sus campañas de e-mailing, segmentando mejor sus listas de suscriptores para hacer llegar el mensaje a las personas realmente interesadas, en el momento oportuno y en su cuenta principal; reduciendo el tamaño de las imágenes o suprimiendo correos que generan rebotes (por ejemplo, porque esté mal una dirección).

Del lado de los receptores, las opciones pasan por darse de baja de suscripciones que realmente no les interesan, en lugar limitarse a eliminar un correo, y por usar centros de preferencias.

En cuanto a los correos personales, deberíamos pensar ¿es este correo realmente necesario?, según Hanson, que ha abogado por evitar respuestas con una sola palabra como "gracias" o "jajaja" y por recortar los hilos de correo para que sólo se envíe el contenido más reciente.

Otra forma de contribuir a reducir la huella de carbono sería apagando nuestros dispositivos cuando no los usamos o cargándolos en los momentos de menor consumo, ha añadido.

No obstante, ha subrayado que el envío de una carta típica genera una huella de carbono media de 140 gramos, por lo que ha animado a las organizaciones que aún hacen envíos postales masivos, como los bancos o las energéticas, a trasladar ese tráfico al correo electrónico, pero siempre de una forma socialmente responsable.



TE RECOMENDAMOS ESCUCHAR ⬇️

Disponible en: Acast, Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts, Deezer y Amazon Music


Lee también otros contenidos de Normal ⬇️

Cultura

Chumi; Ama de casa, madre y cosplayer por diversión

Mitzi Sumiko Daza Leal comparte su trayectoria en el mundo del cosplay y experiencias que la han llevado a convertirse en una reconocida invitada en eventos y convenciones

Deportes

Caliente de Durango consigue su primera victoria en pretemporada

Caliente de Durango elevó la sensación térmica en Delicias ganando 7-2 a los Dorados de Chihuahua en una histórica primera victoria en pretemporada

Elecciones 2024

Se registran en el IEPC aspirantes a una candidatura por la coalición Fuerza y Corazón por México

Los aspirantes a encabezar las candidatura en uno de los 15 distritos electorales locales de la coalición Fuerza y Corazón por México, hicieron acto de presencia en las instalaciones del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana

Local

Minería del oro agradece a secretaría de gobierno por proteger empleos en San Juan del Río

La empresa minera reanudó operaciones desde la tarde del domingo 24 de marzo

Cultura

Explora la cultura en el Festival Ricardo Castro 2024

Entre los destacados eventos culturales se encuentran el Museo de la Ciudad 450, el Museo de Arte Funerario "Benigno Montoya" y la Galería Episcopal de la Catedral Basílica Menor

Local

Inmobiliarios perforan pozos y llevan servicios públicos a fraccionamientos por su cuenta

El proceso de dotar de servicios públicos de manera propia y no a través del Ayuntamiento, genera un costo adicional y ello incrementa el costo de la urbanización