/ viernes 18 de junio de 2021

Redefinen rol de las mujeres skates en serie Betty

El colectivo femenil Skate Kitchen continúa su lucha contra los estereotipos y presentan la segunda temporada de su serie Betty 

La primera vez que la skater Rachelle Vinberg acudió a un skatepark, hace casi 10 años, de inmediato todos los varones presentes la voltearon a ver con sorpresa, y en cada movimiento que daba, se quedaban analizando su técnica cuidadosamente.

En ese entonces, era de las pocas mujeres que practicaban ese deporte y a los hombres que frecuentaban las pistas les costaba trabajo creer que una joven pudiera desenvolverse con la misma habilidad que ellos.

Meses más tarde, la también actriz forjó una amistad con otra skater llamada Nina Moran y con los años su grupo fue creciendo, hasta el punto en que ellas y otras compañeras que conocieron en el camino (Ajani Russell, Moonbear Adams y Dede Lovelac) fundaron el colectivo Skate Kitchen, a través del cual se han dedicado a romper estereotipos y abrir espacio a las mujeres en el skate.

“El feminismo ha hecho a este deporte un lugar mejor, incluso para los hombres. Antes era algo que la gente asociaba con que eras rudo, que debías ser muy masculino, tenías que beber y ser un idiota, y eso era divertido. Pero ahora eso no está cool, no es divertido burlarse de otras personas y eso mismo hace que los hombres estén abiertos a aceptarlo”, comenta Rachelle en entrevista.

Ajani agregó que antes los parques eran lugares incómodos para una mujer, e incluso reveló que en más de una ocasión intentaron “enseñarle” trucos sólo para coquetear con ella. Por ello celebra que hoy en día exista más apertura, pues se dice harta de que las personas vean con malos ojos que un adolescente se dedique a este deporte.

“También me dedico al modelaje, lo he estado haciendo más tiempo del que he practicado skate. A veces en eventos de trabajo o juntas le digo a la gente que patino, y se ríen de mí, porque estoy muy arreglada para ese día. Me dicen “tú no patinas, eres muy bonita”, y luego ven mis piernas y se dan cuenta que sí lo hago porque tengo muchas cicatrices y moretones”.

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Durante sus sesiones de patinaje en Nueva York, Rachelle y Nina conocieron a la cineasta Crystal Moselle, quien al ver su labor se interesó en difundirla, y en 2016 las invitó a participar en un proyecto titulado Women´s tales. Iniciado en 2011, ha lanzado cada año una serie de cortometrajes dedicados a plasmar las historias de éxito de mujeres que triunfan en distintos ámbitos.

Dos años más tarde, y bajo la batuta de la misma directora, el colectivo lanzó la cinta Skate kitchen, que sigue la vida de una chica llamada Camille (Rachelle) que, atormentada por vivir con una madre conservadora, encuentra inspiración en un colectivo de jóvenes skaters.

El proyecto se estrenó con gran éxito en el Festival de Sundance en 2018, y posteriormente derivó en una serie de HBO titulada Betty, que estrena su segunda temporada este viernes, donde las ahora actrices vuelven a interpretar a sus alter egos.

Dede compartió que para la escritura del libreto ellas trabajan muy de cerca con los guionistas, para asegurarse que cada uno de los capítulos sea lo más apegado posible a su realidad.

“Va mucho de nuestra experiencia, y ellos toman notas, pero al final del día escogen cuáles son las historias o cuáles partes quieren incorporar al show. Pueden añadirle algo para hacerlo más entretenido y que se relacione con lo que sucede en la serie, pero nosotras les damos mucha retroalimentación”.

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La actriz enfatizó que este proyecto significa mucho para su comunidad porque a través del título están retomando una palabra que en los 90 se utilizaba para insultar a las mujeres, y hoy desean cambiar su significado, tal como hicieron con el nombre de su colectivo.

“Antes describía a una chica que acechaba a muchos hombres, no es la mejor palabra. Decidimos usarla porque va de la mano con lo que significa Skate kitchen, que surgió del hecho que cuando las chicas subían videos patinando, recibían comentarios diciendo de que las mujeres deberían estar en la cocina haciendo sándwiches. Ahora reclamamos la palabra Betty y simplemente cobra sentido con lo que está pasando y los temas que estamos abordando”, finalizó.



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La primera vez que la skater Rachelle Vinberg acudió a un skatepark, hace casi 10 años, de inmediato todos los varones presentes la voltearon a ver con sorpresa, y en cada movimiento que daba, se quedaban analizando su técnica cuidadosamente.

En ese entonces, era de las pocas mujeres que practicaban ese deporte y a los hombres que frecuentaban las pistas les costaba trabajo creer que una joven pudiera desenvolverse con la misma habilidad que ellos.

Meses más tarde, la también actriz forjó una amistad con otra skater llamada Nina Moran y con los años su grupo fue creciendo, hasta el punto en que ellas y otras compañeras que conocieron en el camino (Ajani Russell, Moonbear Adams y Dede Lovelac) fundaron el colectivo Skate Kitchen, a través del cual se han dedicado a romper estereotipos y abrir espacio a las mujeres en el skate.

“El feminismo ha hecho a este deporte un lugar mejor, incluso para los hombres. Antes era algo que la gente asociaba con que eras rudo, que debías ser muy masculino, tenías que beber y ser un idiota, y eso era divertido. Pero ahora eso no está cool, no es divertido burlarse de otras personas y eso mismo hace que los hombres estén abiertos a aceptarlo”, comenta Rachelle en entrevista.

Ajani agregó que antes los parques eran lugares incómodos para una mujer, e incluso reveló que en más de una ocasión intentaron “enseñarle” trucos sólo para coquetear con ella. Por ello celebra que hoy en día exista más apertura, pues se dice harta de que las personas vean con malos ojos que un adolescente se dedique a este deporte.

“También me dedico al modelaje, lo he estado haciendo más tiempo del que he practicado skate. A veces en eventos de trabajo o juntas le digo a la gente que patino, y se ríen de mí, porque estoy muy arreglada para ese día. Me dicen “tú no patinas, eres muy bonita”, y luego ven mis piernas y se dan cuenta que sí lo hago porque tengo muchas cicatrices y moretones”.

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Durante sus sesiones de patinaje en Nueva York, Rachelle y Nina conocieron a la cineasta Crystal Moselle, quien al ver su labor se interesó en difundirla, y en 2016 las invitó a participar en un proyecto titulado Women´s tales. Iniciado en 2011, ha lanzado cada año una serie de cortometrajes dedicados a plasmar las historias de éxito de mujeres que triunfan en distintos ámbitos.

Dos años más tarde, y bajo la batuta de la misma directora, el colectivo lanzó la cinta Skate kitchen, que sigue la vida de una chica llamada Camille (Rachelle) que, atormentada por vivir con una madre conservadora, encuentra inspiración en un colectivo de jóvenes skaters.

El proyecto se estrenó con gran éxito en el Festival de Sundance en 2018, y posteriormente derivó en una serie de HBO titulada Betty, que estrena su segunda temporada este viernes, donde las ahora actrices vuelven a interpretar a sus alter egos.

Dede compartió que para la escritura del libreto ellas trabajan muy de cerca con los guionistas, para asegurarse que cada uno de los capítulos sea lo más apegado posible a su realidad.

“Va mucho de nuestra experiencia, y ellos toman notas, pero al final del día escogen cuáles son las historias o cuáles partes quieren incorporar al show. Pueden añadirle algo para hacerlo más entretenido y que se relacione con lo que sucede en la serie, pero nosotras les damos mucha retroalimentación”.

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La actriz enfatizó que este proyecto significa mucho para su comunidad porque a través del título están retomando una palabra que en los 90 se utilizaba para insultar a las mujeres, y hoy desean cambiar su significado, tal como hicieron con el nombre de su colectivo.

“Antes describía a una chica que acechaba a muchos hombres, no es la mejor palabra. Decidimos usarla porque va de la mano con lo que significa Skate kitchen, que surgió del hecho que cuando las chicas subían videos patinando, recibían comentarios diciendo de que las mujeres deberían estar en la cocina haciendo sándwiches. Ahora reclamamos la palabra Betty y simplemente cobra sentido con lo que está pasando y los temas que estamos abordando”, finalizó.



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