A finales del mes de octubre el número de quejas que se presentan ante la Policía Ambiental, derivado del exceso de ruido, aumentan en más del cien por ciento, reconoció el elemento de esta dependencia, Heber Armando de la Torre, quien señaló que son los asentamientos que se encuentran cercanos a los templos donde se incide con mayor recurrencia.
En lo que va del mes se han realizado 40 reportes auditivos, así como se ha hecho el levantamiento de 40 boletas de infracción, aunque aquí entran también por otros tipos, con sanciones económicas que varían de 10 a 15 UMAS, es decir, entre mil 85, hasta mil 628 pesos aproximadamente; aunque incluso pueden costar mucho más.
Recordó que el año pasado también se realizaron diversas sanciones, sin embargo en aquel momento solo se aplicaba una acta circunstanciada remitida al Juzgado Cívico.
Explicó que el nivel de decibeles permitidos está relacionado con las condiciones en las que se encuentren las zonas habitacionales, por lo que en lugares donde haya casas habitación solo se tiene permitido 55 decibeles; mientras que en zonas comerciales el máximo es de 68 decibeles; y eventos masivos 100 decibeles, y solo durante un tiempo específico.
De ahí que se realizan rondines para evitar que grupos de danzantes, parroquias, o incluso en domicilios particulares, donde se reúnen las personas para realizar ceremonias religiosas, utilicen la pirotécnica o se concentre por mucho tiempo el ruido generado por tambores, etc.
“Se identifican zonas específicas de alto ruido, incluso algunas son reincidentes las cuales antes de que hagan las acciones, se hacen los rondines para tratar de evitarlos”, comentó el funcionario municipal.
Como ya se había informado hace unas semanas atrás, se realizarán reuniones tanto con danzantes, como con personas que se encargan de la organización de los rituales religiosos, para controlar el uso de la cohetes, así como las danzas que generen el menor ruido posible.
Incluso ya se tiene programada la realización de un operativo para el 12 de diciembre, en el que participan dependencias como Protección Civil, Seguridad Pública, eventos especiales, Turismo y la Dirección del Medio Ambiente, a fin de revisar que no se genere mucha contaminación tanto auditiva, como de desechos sólidos urbanos.