Sin lluvias, no hay reconversión productiva que le funcione al campesino, declaró el presidente de la Federación Agronómica en Durango, Manuel Ríos Herrera, quien precisó que algunos productores cambiaron sus sembradíos de frijol por el de cebada, con el propósito de buscar una mayor utilidad ante la caída del precio, sin embargo hoy se puede comercializar hasta en 19 pesos el kilo de la oleaginosa.
Recordó que hace más de una década, la producción de frijol por hectárea llegaban alcanzar hasta mil 500 kilos, esto ocasionó que se desplomara el precio del frijol, lo que finalmente resultó incosteable para el campesino. Hoy la producción apenas llega a los 500 kilos por hectárea y aunque el precio de garantía es de 14 pesos por kilogramo, aún no es costeable por el bajo rendimiento y los altos costos en los insumos.
Ante la falta de un precio justo, muchos de los campesinos vieron en la reconversión productiva una forma de obtener mayores utilidades al cambiar sus siembras de frijol por la de cebada, grano que era comprado por una compañía cervecera.
Lamentablemente las condiciones climáticas se presentaron atípicas, con lluvias fuera de tiempo, la presencia de granizo, heladas y sequía, aunado a la disminución en el presupuesto para el campo y la desaparición de programas todo esto ha provocado que en estos momentos el campesino esté en crisis.
El dirigente de los profesionistas agrónomos, resaltó que sin las lluvias, no hay reconversión productiva que pueda ser buena, “necesitamos el agua para poder producir”, finalizó.