Con la reactivación del culto público una vez que la entidad pasó al semáforo naranja, la población espera tener sus celebraciones que habían dejado pendientes como bautizos, bodas y presentaciones; por lo que la Iglesia Católica pide prudencia a los ciudadanos, pues aún no se pueden hacer celebraciones de manera masiva.
Ante esta solicitud, el vocero de la Arquidiócesis de Durango, Noé Soto, señaló que la situación se debe controlar, pues no pueden abrir inmediatamente como si ya se hubiera regresado a la normalidad, por lo que se van a desarrollar los acontecimientos pendientes de manera escalonada, en atención a las agendas que ya se había programado.
Dijo que la gente tenía ganas de volver a las celebraciones presenciales, porque se requiere el cuidado de la espiritualidad y cultivo de la fe, además aseguró que al interior de los templos se tienen buenos protocolos y medidas, por lo que es muy difícil se pueda dar una fuente de contagio en alguno de estos lugares.
Mencionó que la población les había comentado que, si se abren los tianguis y otros espacios, por qué no se permitía la apertura a los templos, en este sentido aclaró que siempre se han respetado las disposiciones de las autoridades de salud y ahora harán lo propio al permitir solo el 25% de aforo.
Bautismos y bodas son los eventos que más habían quedado pendientes, y precisamente para diciembre con una mayor agenda para bodas, sobre todo en los templos del centro de la ciudad.
Este martes, varios creyentes acudieron a las oficinas de la Catedral Basílica Menor a preguntar los requisitos para poder reagendar su celebración, una vez que se anunció la apertura de templos.