Dentro de la fe católica cada 28 de octubre se celebra a San Judas Tadeo, uno de los santos que más fieles seguidores tiene, y que convoca a muchas personas a hacer celebraciones de todos los tamaños, luego del rosario se comparten alimentos, también hay peregrinaciones y danzas, sin embargo, para evitar aglomeraciones y posibles contagios por Covid-19 este año no fue permitida la realización de esas actividades en la capital.
Esta celebración que hacen muchas familias, en la que invierten tiempo, dinero y colaboración, es una manera de agradecimiento a las peticiones concebidas, la mayoría por temas de salud, entonces adquieren el compromiso en su fe de a hacer un rosario cada año y compartir con otras personas esa gratitud.
Es así que desde hace siete años, la señora Verónica Sánchez, dejó en manos de San Judas Tadeo la salud de su hijo de apenas un año y dos meses de edad, quien se encontraba delicado con serios problemas de bronquitis, luego de su recuperación hizo la promesa de hacerle un rosario cada año.
Junto a sus hermanas Margarita y Pilar, se organizaban para preparar la reliquia, invitando a sus vecinos de la colonia El Ciprés, que luego del primer año ya no necesitaron invitación, pues la gente comenzó a llegar sola al hogar de Verónica, hasta que de un momento a otro fueron tantas las personas que empezaron a llegar, que el interior de la casa fue insuficiente y desde hace dos años decidieron hacerlo en la calle.
Siempre a las 19:00 horas iniciaban con el rosario y al terminar compartían atole, tamales y pan; sin embargo este año la celebración fue completamente distinta debido a las indicaciones de las autoridades de salud, pero la fe que tienen se mantiene y sin duda harán un pequeño rosario pero de manera privada.
El señor Gerardo Sanavi, vecino de la colonia Morga, desde hace 10 años decidió hacer un rosario para San Judas Tadeo por algunas situaciones personales, y aunque no se involucra en la organización, es el encargado de aportar el dinero necesario para lo que se requiere y los servicios de al menos una danza.
Este año la celebración es de forma personal, solo con su familia. El rosario como de costumbre se llevará a cabo a las 19:00 horas, pero recuerda que anteriormente al menos unas 150 personas llegaban sin tener que ser invitados.
Por su parte Lidia Hernández y su familia, aceptaron la “manda” desde hace nueve años luego de la necesidad de obtener un empleo. Una celebración que tradicionalmente se lleva a cabo en grande, en la que la danza y la comida, son parte del festejo, era lo que se organizaba cada año para más de 250 personas que llegaban a su casa en el fraccionamiento El Rosario.
Aunque este año realizarán el rosario, este será en casa y solo en familia, mientras que en el caso de la comida, están comprometidos a entregar a familiares de pacientes en el Hospital General 450 el fin de semana.
Esperan que pronto esté lista la vacuna, para que se termine el problema de la pandemia por Covid-19.
La familia Soto Herrera también se tuvo que abstener de hacer una celebración en grande, también por la pandemia, aunque celebran además de San Judas Tadeo, a la Virgen de Guadalupe y a San José; el primero en la Colonia Loma Bonita, mientras que en el fraccionamiento San Ignacio para la virgen y en el Huizache el de San José; después de sus rosarios suelen ofrecer el tradicional asado rojo, con la receta original de la familia.
Lili Soto comenta que siempre se reunían muchas personas en sus rosarios, con personas que acuden de diferentes puntos de la ciudad, y cuando se tienen danzas, la congregación de personas es aún mayor, son años que hacen esas celebraciones en distintos meses, pero que por el momento se quedarán a la espera de que en el 2021 sea un mejor año.
Y es que debido a las disposiciones sanitarias para evitar contagios por Covid-19, todas las reliquias que convocan a gran número de personas, igual que las danzas y peregrinaciones, no pudieron organizarse, pero esto no fue impedimento para que las familias llevaran a cabo un pequeño rosario y compartir este momento solo con algunos de sus seres queridos y a puerta cerrada.