Desde el punto de vista del presidente de los Productores de Mezcal y sus Derivados, Carlos Soto, la dinámica de cambio que ocurre en el país y en Durango, es una oportunidad inmejorable para aprovechar las bondades que brinda el suelo duranguense para producir agave en dimensiones industriales reales y con calidad de exportación, aunque en este momento eso es prácticamente imposible porque los esfuerzos son dispersos.
Explicó que una de las áreas de oportunidad que existen, es la relativa al hecho de que Jalisco está saturado en su producción, es una entidad cuyo territorio agavero está completo, ya no puede crecer, incluso acude a otras regiones del país para adquirir las piñas para producir mezcal.
Por otra parte, Durango es el único estado en todo México, con posibilidades de producir sotol, mezcal y tequila.
En efecto, hay ya algunos productos que incluso se exportan a diversos países en el mundo, pues cada vez son más conocidas las bondades de una bebida tan exquisita como es el mezcal.
Sin embargo, solamente existen esfuerzos dispersos, y lo más grave, es que la materia prima se está acabando, es decir, al maguey, cuya producción en un porcentaje muy amplio se da de manera natural y no a través de plantaciones, se extingue, sin que se desarrollen esfuerzos trascendentes y efectivos para revertir este efecto.
Sí hay plantaciones, pero son las menos; “insisto, los esfuerzos son disgregados, desarticulados y una golondrina no hace verano, de tal manera que si bien es cierto que hoy hay cierto auge en la producción de mezcal, si continúa la dinámica actual, pronto se acabará si no hay plantaciones grandes”.