La hepatitis de origen desconocido sigue afectando a población infantil, ya está presente en 20 países con más de 230 casos reportados desde mediados de abril a la fecha, y aunque ya detectaron presencia del virus en estados cercanos como Nuevo León, Durango permanece sin positivos hasta el momento y con vigilancia epidemiológica constante, señaló el doctor Juan Carlos Espinoza Burciaga.
El director del departamento de Epidemiología en la Secretaría de Salud del Estado, fue cuestionado en torno a la evolución que ha ido teniendo este padecimiento cuya afectación es especialmente en menores de uno a seis años de edad.
Detalló que a mediados de abril se detectaron los primeros casos en Reino Unido y fue el primer país que informó sobre la presencia de dicha enfermedad a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que con corte al 10 de mayo ha identificado al menos 163 casos confirmados en Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte.
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De acuerdo a especialistas, la hepatitis no es común en los niños, especialmente la que no está relacionada con uno de los virus que la producen. Es de ahí que se ha nombrado estos casos como de origen desconocido hasta ahora.
Aunque la OMS considera que no hay muchos casos si se toma en cuenta la población infantil a nivel mundial, los 230 detectados hasta ahora y cientos más en estudio en 20 países, son lo suficientemente significativos como para justificar una investigación más profunda.
Espinoza Burciaga confirmó que ya en el estado de Nuevo León se encontraron cuatro casos, aunque Durango no tiene reporte de presencia de este tipo de hepatitis, sin embargo permanece la vigilancia epidemiológica con énfasis en el hospital Materno Infantil y nosocomios con atención a menores.
Al reiterar que se desconoce las causas que la provocan esta hepatitis de origen desconocido, indicó que hay alguna relación al consumo de alimentos o bebidas contaminadas.
El funcionario de la Secretaría de Salud estatal precisó que algunos síntomas de este padecimiento son: náuseas, vómitos, dolor abdominal, fiebre, fatiga, pérdida de apetito y dolor en las articulaciones. Los signos posteriores incluyen orina oscura y heces de color claro, así como ictericia, es decir, cuando la piel y el blanco de los ojos se tornan color amarillo.
Aunque deben tomarse precauciones como el manejo higiénico de los alimentos y lavado constante de manos, ante la aparición de algún síntoma mencionado debe acudirse al médico, especialmente porque los signos más alarmantes empiezan cuando hay presencia de orina oscura, heces de color claro y coloración amarillenta de la piel o del blanco de los ojos.
Se debes buscar atención médica inmediata si el menor comienza con síntomas virales generales y luego pasa a tener estos signos.