Hace 30 o 40 años en Durango en temporada de Cuaresma, mucha gente respetaba el no consumir carne, los negocios de carnicerías permanecían cerrados porque realmente no vendían nada, pero desde hace 20 años esta tradición se dejó de seguir y en estas fechas se mantienen las ventas de manera normal, señaló Teófilo Chairez Ramírez presidente del Cámara de Comercio del Sector Social.
Dijo que en realidad las nuevas generaciones no consumen comida de cuaresma, no la quieren probar, no la saben preparar y prefieren la comida chatarra como las sopas maruchan, o también muchos dejaron de ser católicos.
Chuales, pipián, garbanzos, habas y lentejas como platillos para Cuaresma fueron reemplazados a partir del 2000 por otro tipo de comidas. En los mercados es raro que las personas empiecen a surtir todo lo que implica para cocinarlos, a pesar de ser comida más económica.
Reiteró que las ventas de carne se mantienen, aunque por la pandemia siguen sin recuperarse como en años anteriores, pero las personas que tienen posibilidades de comprar la siguen consumiendo regularmente.
Con la entidad en semáforo amarillo, mencionó que no se ha notado en cuanto al consumo de productos cárnicos porque la economía en los hogares sigue en malas condiciones.