Hasta el mes de junio, el Gobierno municipal tiene autorizada la operación de mil 228 licencias para la venta de alcohol, de las cuales 33 son nuevas, mismas que se encuentran avaladas bajo una expediente que cuenta con dictámenes como el de Protección Civil, Salud y Desarrollo Urbano, este último cuidando límites y colindancias de la zona donde se instalará el negocio.
La síndico municipal, Luz María Garibay, señaló que hace tres años se recibió la administración con mil 195 licencias, además de que se dieron de baja 35, lo que significa que algunas de las que se consideran nuevas, en realidad son reasignaciones, por lo que señaló que el padrón no se ha movido significativamente.
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En este sentido, explicó que la propuesta de ampliar el horario para la venta de alcohol continúa en análisis por la Comisión de Gobernación, sin embargo la intención con esta es precisamente inhibir el clandestinaje que ya persiste en el municipio en establecimientos sin permiso que no cuentan con un dictamen de salud, y es que se puede correr el riesgo de consumir sustancias que no están clínicamente aprobadas para el consumo.
Desafortunadamente hasta el momento no se ha hecho ninguna denuncia al respecto, pues la ciudadanía tal vez desconoce que para la operación de este tipo de establecimientos se requiere de un permiso y todo aquel que se encuentre abierto deberá contar con una licencia de venta.
“Nosotros como siempre hacemos un llamado a inspectores, yo sé que tienen mucho trabajo, pero es necesario que redoblen esfuerzos para que verifiquen que los establecimientos que cuentan con venta de alcohol, tengan su licencia”, comentó la funcionaria municipal.
Asimismo explicó que durante esta administración municipal se realizó un padrón de giros, lo que permitió que la inversión se incentivara por parte de los empresarios, ya que los costos varían de acuerdo con los giros del establecimiento, actualmente el más caro es el de restaurant bar, con centro nocturno cuyo costo es de 155 mil pesos.