El 60% de los alumnos de nivel básico han reportado evidencias de sus trabajos de manera periódica, indicó el secretario de Educación en el Estado de Durango (SEED), Rubén Calderón Lujan, quien puntualizó que un 20% son intermitentes y el resto están ausentes.
Explicó que se trabaja en una comunión entre maestros y estudiantes, la cual debe continuar hasta el regresar a clases presenciales.
El Funcionario estatal dejó claro que se tiene registro de los alumnos que están asistiendo y los que no, así como de los intermitentes, “en este punto se están implementado estrategias para convertirlos en asistente y el ausente a intermitente por lo menos”.
Calderón Lujan dijo que son diversos los factores que influyen para que los menores no suban evidencias o no se conecten a clases virtuales, como la falta de empleo de sus padres.
Dichas declaraciones las realizó al término de la sexta reunión del Consejo Técnico Escolar, donde puntualizó que de las 4 mil 300 escuelas de nivel básico, 2 mil 372 ya han subido la información a la plataforma destinada a los consejos, sobre los avances que llevan y se espera que se sumen más instituciones.
Cabe hacer mención que son 401 mil ,634 alumnos de educación básica los que estudian en la entidad, nueve mil 63 de ellos cursan su educación inicial, 10 mil 883 que asisten a los Centros Múltiples de Educación Especial y a las Unidades de Servicios de Apoyo a la Educación Regular USAER, 67 mil 755 de preescolar, 219 mil 167 de primaria y 94 mil 766 de secundaria.
“Veo las clases en la tele, bueno a veces”
Fer, tiene nueve años, en teoría cursa el tercer año de primaria, pero debido a que en su casa solo hay un celular y no cuenta con internet, ahora es parte de la estadística del 20% de alumnos que no suben evidencias a la plataforma.
“Veo las clases en la tele, bueno a veces”, ríe Fer mientras cuenta su experiencia en este ciclo escolar, pues dijo que en ocasiones se le hacen aburridas, e incluso ha tenido algunos acercamientos con su maestra, quien la anima a seguir estudiando.
La pequeña Fer vive al oriente de la ciudad, su papá trabaja en una maquiladora cercana a la zona, su mamá vende ropa usada en los tianguis, tiene dos hermanos más, “mi mamá empeñó su celular, se me hace que cuando vaya por él voy a ver las tareas que me mando la maestra”.
A pesar de que no se ha conectado en reiteradas ocasiones a su clase virtual está segura que regresará a la escuela primaria cuando la vacuna se dé a sus maestros, entonces “estaré muy feliz y le echaré muchas ganas”.
