En Durango existen cerca de 500 expendedores de agua purificada, el 70% de ellos no cumple con la osmosis inversa, a fin de eliminar a su mínima expresión los metales en el agua.
Crescencio Beltrán Beltrán, titular de la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coprised) en el estado, explicó que las normas 127 y 211 exigen que en el vital líquido para consumo sólo se acepte un máximo de .025 de arsénico y la tendencia es ir disminuyendo la cantidad de dicho metal.
Añadió que en el estado está dentro de los parámetros en aguas superficiales, sin embargo al extraer el vital líquido de profundidades el flúor, plomo y arsénico deben ser eliminados por osmosis inversa y filtros, por tanto la Coprised ha implementado verificación en las plantas purificadoras, principalmente las que se ubican en las colonias, a fin de saber el contenido de los metales en el agua que venden.
De las 500 establecidas el 70% sólo usan filtros y no contienen osmosis inversa, por tanto el agua contiene metales, dijo el comisionado, quien agregó que dicho resultado no es alarmante sino para mejorar los parámetros y generar cultura tanto en el expendedor como en las personas que compran agua en garrafón.
Beltrán Beltrán explicó que los expendedores necesitan saber de normas y lo que debe de contener el agua que venden, por ello están regularizando mediante comparecencias ante Coprised, en las cuales se les exhorta a que estén apegados a las normas y sus establecimientos lleven a cabo la osmosis inversa, de no ser así serán clausurados sus establecimientos, y multados.
“El gobierno estatal está tomando las medidas posibles para que el arsénico en el agua sea menor y evitar daños a la salud a largo plazo, por ello se está analizando el agua de los pozos y los macrotanques de la ciudad”, finalizó el funcionario.