DURANGO.- Un proceso que inició en el año 2015 ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena finalmente derivó en la inhabilitación de 10 militantes de dicho partido político, a quienes se les acusa de haber participado en asambleas simuladas “hicieron una especie de fraude interno hace cuatro años”, informó Silvestre Flores de los Santos, quien aseguró que se trata de una situación que se ha peleado el propio Tribunal Electoral del Estado (TEE) el encargado de restituirles sus derechos político electorales.
La lista presentada por Morena en el resolutivo CNHJ-DGO-263/18, aparecen los nombres de Carlos Medina Alemán, Iván Ramírez Maldonado, Rosendo Salgado Vázquez, Nancy Castillo Montoya, Ricardo Salgado Vázquez, Guillermo Enrique Novelo, Hipólito Trujillo Silva, María del Refugio Lugo Licerio, Martha Imelda Valdez Ruiz y Gustavo Aguilar Micceli.
A quienes a modo de precaución, según informó Flores de los Santos el partido emite una amonestación pública, así como la inhabilitación para participar en el proceso de la renovación de dirigencia interna que se celebrará este fin de semana.
“Ellos han sido inclusive expulsados de Morena, algunos de ellos, es de acuerdo a la participación que tuvieron hace cuatro años en un proceso similar a este. De alguna manera es una medida precautoria para que no vuelvan a repetir esa conducta”, comentó.
Ante esto Rosendo Salgado, uno de los aludidos en el documento, aseguró que hasta el momento no ha sido notificado e ignora el tema, “esta no es la primera vez que enfrento este tipo de calumnias, esperemos cuál es el verdadero resolutivo de la comisión nacional y si ese documento es verídico o falso” señaló.
Por su parte Carlos Medina Alemán dijo no estar preocupado por lo que pueda hacer el grupo de Armando Navarro, pues finalmente el encargado de organizar las elecciones es en este caso el diputado Alfredo Ramírez Bedolla, quien fue designado por Morena a nivel nacional para este fin.
Por lo que ya preparan una impugnación vía per saltum ante el Tribunal Estatal Electoral (TEE), ya que es la instancia que sigue para resolver nuevamente el problema “ya no ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia porque precisamente el tiempo que nos queda es obvio que no alcanzaría a responder.
