CANATLÁN, Dgo. (OEM).- En el ejido Canatlán estamos a la espera de conocer qué ha sucedido con el proyecto de producción de árboles frutales con el método de cultivo de células in vitro, mismo que fuera impulsado por la actual administración municipal y la Secretaría de Desarrollo Rural del Estado desde hace más de un año, informó Ramón Delgado Campos, presidente suplente del comisariado ejidal de Canatlán.
“Como consecuencia de que se conformó la nueva mesa directiva del Comisariado Ejidal de Canatlán, donde fui electo para fungir como Presidente Suplente, nos dimos a la tarea de preguntar a la directiva saliente encabezada por Timoteo Estrada (hoy presidente de la Unión de Ejidos) el estado que guarda el proyecto, mencionando el hecho de que no se le ha tomado en cuenta de tal proyecto, ni se le ha hecho una correcta entrega-recepción de todo lo relacionado a la organización que ahora preside y de la auditoría que en meses pasados realizaron dependencias de gobierno de la Ciudad de México, mismas que encontraron aparentes anomalías en el proyecto que ya se había reportado como finiquitado en todos los rubros que el propio proyecto señalaba desde su autorización.
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“Es claro que el proyecto es muy ambicioso e importante para el programa de rescate a la fruticultura en nuestra región, ya que representa la generación de árboles a precios demasiado accesibles para que cualquier persona que quiera re-plantar sus ya decadentes huertas, que algunas de ellas tienen casi siete décadas en producción y que son ahora improductivas”.
Sin embargo, y a pesar que antes de terminar el año 2018 se anunciara por la presidencia municipal que se dispondría para el ciclo 2019 de casi 80 mil árboles para su distribución, la realidad nadie ha comunicado si es verdad y sobre todo para cuándo se deben tener disponibles. Sobre todo porque el ciclo para replantar y plantar nuevos árboles lo tenemos encima, pues se requiere un mínimo de labores culturales en el campo como barbechos, nivelación de terrenos, limpieza de árboles decadentes, etc. y un sinfín de cosas que se tienen que tener para realizar dichas plantaciones.
Lo que al ejido de Canatlán que ahora representamos nos preocupa es la opacidad que se generó en este proyecto, la falta de comunicación de la anterior mesa directiva de la Unión de Ejidos con la ahora mesa directiva entrante y de los dimes y diretes que se han generado por dicho tema. Y como siempre, al final del día en México no pasa nada, menos en ciudad Canatlán donde nunca se llega al fondo de las cosas y todo se arregla con un “buen carpetazo” por parte de las autoridades, y seguimos sumidos en la “ignominia”. No obstante, nuestra mesa directiva estará pugnando porque se realicen y aterricen los proyectos ofrecidos por Gobierno con la esperanza que alguien intervenga y se aclare de una vez por toda esta maraña que parece no tener ni pies ni cabeza.
El monto del recurso que se autoriza por parte de gobierno federal es de casi nueve millones de pesos, una cantidad nada despreciable que no se visualiza en infraestructura creada para dicho proyecto y que si se hubiera apoyado en forma directa a los productores de manzana para comprar los arboles ya elaborados en algunas viveros certificados, estaríamos hablando de un aproximado de 300,000 árboles que bien podrían representar unas 200 hectáreas de árboles modernos a alta densidad, y que aplicando este esquema, en los próximos cuatro años estaríamos casi llegando a un millón de nuevos frutales de manzano y con ello lograr la meta que se ha propuesto la administración del señor Gobernador.
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Sin embargo, lo que vemos es que falta una directriz en los encargados del proyecto, que refleja un desconocimiento del tema de las manzanas, ya que los pasos que se han dado no han sido de precisión, y se vislumbra la sombra de un posible manejo inadecuado de recursos financieros.
Ojalá que alguien de gobierno retome el tema e investigue a fondo el resultado de la auditoría por parte de la Federación que fue hecha a finales del año pasado para deslindar responsabilidades y sobre todo para empezar a tener una nueva cultura de transparencia y rendición de cuentas, que ha sido tan anunciada por nuestro nuevo Presidente de la República”.