CANATLÁN, Dgo. (OEM).- La presa Caboraca empezó a verter sus aguas al río La Sauceda, luego de las lluvias constantes que se han presentado en los últimos días en la regiones de la sierra y el valle del estado de Durango, lo que representa una alerta para las autoridades municipales y también motivo de regocijo para los usuarios de la Unidad de Riego Caboraca.
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Alejandra Rutiaga Rosales, secretaria técnica del gobierno municipal informó que desde la noche del viernes la presidente Ángela Rojas Rivera convocó a las instituciones de protección, policía y al cuerpo de prevención para estar monitoreando de manera permanente cauces del río La Sauceda y los arroyos que atraviesan Canatlán, poblados y localidades, para evitar posibles desastres por inundación o arrasamiento de agua.
Los desbordamientos e inundaciones en el arroyo Mimbres representan un riesgo para fraccionamientos como Los Manzanos, en su punto de unión con el fraccionamiento Soledad Álvarez, donde el arroyo hace curva a escasos siete metros de un par de viviendas del primero de los asentamientos, que ya tiene historia un par de arrasamiento directo de sus aguas.
Por su parte Armando Parra Ramos, presidente de la Unidad de Riego Caboraca, informó que la presa Caboraca empezó a derramar este sábado 3 de septiembre por la mañana, lo que representa un gran beneficio para los poco menos de 200 usuarios de la unidad y los productores precarios que año con año son apoyados con agua para riego.
Esta presa tiene una capacidad para almacenar 45 millones de metros cúbicos de agua, vierte sus aguas en el río La Sauceda y proporciona riego a las presas Caboraca y San Bartolo, ambas en el municipio de Canatlán.
De igual manera, expresó que al menos se asegura riego para dos años o cuatro ciclos agrícolas, más allá del volumen de agua que pueda llegar en esos años 2023 y 2024, que servirá para mantener el riego a las mil 90 hectáreas más las ubicadas en la zona precaria.
