Manuel Jiménez, personaje revolucionario y líder agrario de Canatlán

Su gran liderazgo lo llevó a encabezar, promover y organizar el reparto agrario en más de cuarenta núcleos

Marco A. Rodríguez | El Sol de Durango

  · miércoles 29 de abril de 2020

Foto: Cortesía | Familia Jiménez Gallegos

CANATLÁN, DGO.(OEM).- Manuel Jiménez Gallegos, aunque nacido en San Juan del Río, es un personaje Revolucionario, líder agrarista y promotor del ejido en la que hizo su tierra, Canatlán.

En sus ochenta y seis años de intensa vida, don Manuel fue hombre de amplia visión agraria social, algo casi imperdonable en las primera décadas del siglo pasado, cuando la Revolución Mexicana era una guerra civil de muchas aristas y con resultados muy tardados en cuanto a la distribución social de la tierra al campesino, al jornalero, al peón de la hacienda.

Nació en la pequeña localidad El Resbalón, del Partido de San Juan del Río, el día quince de mayo del año 1890, un trabajo permanente, falleciendo en Canatlán el día ocho de agosto de 1976, en el municipio que gobernó en tres ocasiones.

Hijo de Manuel Jiménez Soto y Dominga Gallegos, hermano menor de Octaviano y Bonifacia, cursó hasta el tercer año de primaria y la familia tuvo que dejar El Resbalón para irse a vivir a Canatlán, dando desde sus primeros años del amor por la lectura.

En el año de 1910 se enlista en las tropas del General Domingo Arrieta y al año siguiente conoce a la señorita Francisca Nuñez Orozco, originaria de La Cañada y en 1912 contraen matrimonio, procurando a siete hijos: Elías, Celia, Angelina, Guadalupe, Estela, Amelia y Concepcion, respectivamente.

Esta historia es una recabación de recuerdos contados por amigos, familiares, y por personas que atestiguaron la fructífera labor social que realizó a lo largo de su vida, un líder que siendo tres veces alcalde de Canatlán vivió en la pobreza y enseguida en la medianía económica, producto de su honradez y buena fe.

Foto: Cortesía | Familia Jiménez Gallegos

El primero de abril de 1912 se suma a los miles de campesinos que se integraron a los ejércitos de la revolución, cambiando su residencia a La Sauceda.

Participó en la batalla contra el ejercito de "El Cheche" Campos, quien los había perseguido hasta La Sauceda, lucha en la cual Manuel participó activamente al frente de cuarenta revolucionarios, derrotando al ejército de Campos.

A mediados del año 1913 se trasladan a la ciudad de Durango para tomar esta importante plaza, sumándose las tropas de los Arrieta, los Pereyra, Calixto Contreras y Severiano Ceniceros.

A medianoche del 17 de junio iniciaron los ataques y a las nueve de la mañana del día siguiente las campanas del templo de los Remedios anunciaban que los revolucionarios se habían apoderado de la plaza.

Participó en batallas como las de Torreón a finales de septiembre de 1913, en la toma de Jerez, Zacatecas a finales de Octubre, en diciembre luchó en combates realizados en Lerdo y Gomez Palacio, mientras que en el mes de abril de 1914 participa en la toma de la plaza de Torreón y el 23 de junio del mismo año es de los revolucionarios que atacaron y tomaron la plaza de Zacatecas.

Como consecuencia de las demandas agrarias de la revolución, el Gobernador del Estado Pastor Rouaix promulgó la primera ley

agraria del país en octubre de 1913, permitiendo crear algunos ejidos para que los grupos de campesinos trabajaran la tierra de manera organizada.

El 6 de enero de 1915 Venustiano Carranza promulgó la primera ley agraria, que contemplaba la expropiación de latifundios para dotar de tierra a pueblos que carecieran de ella, estableciendo la Comisión Nacional Agraria, para llevar a cabo estas reformas.

Corría el año 1917 cuando Manuel se vio precisado a radicar en los poblados de Medina y Bruno Martínez debido a la constante lucha agrarista y su liderazgo lo mostró en ambos lugares; fue jefe de cuartel de 1917 a 1918 en el de primero y del año 1919 a 1926 en el segundo.

En el año 1918 se organiza en Canatlán el Comité Particular Ejecutivo Agrario y fue uno de los fundadores.

Su gran liderazgo lo llevó a encabezar, promover y organizar el reparto agrario en más de cuarenta núcleos, orientando a los peones de las haciendas, los organizó y encabezó sus demandas, lo que le valió ser tenazmente perseguido por los guardias blancos de los hacendados pero muy estimado y respetado por sus compañeros campesinos.

Presente en la repartición de las haciendas La Negra, La Sauceda, Los Pinos, El Toboso, Sauces, Cañas, San Bartolo, Medina, San Rafael, Cacaria y Santiaguillo, las cuales fueron otorgadas a los campesinos que trabajaban en ellas.

La dotación de tierras para el ejido de Canatlán fue efectiva en el año 1925, siendo Jimenez Gallegos el primer comisariado ejidal y retomando el puesto dos veces más.

Esa inmensa lucha Social agrarista estuvo inmersa en un profundo océano de dificultades, odios, coraje y temor de los hacendados, provocando que fuera aprehendido en el pueblo de Canatlán por los guardias blancos con la intención de trasladarlo a la ciudad de Durango para ser fusilado, como sucedió con otros líderes campesinos, como José Guadalupe Rodríguez.

Ya entrada la noche iban caminando a la altura de Chupaderos cuando los soldados que lo trasladaban decidieron quedarse a dormir y en un momento de la noche, Manuel logró escapar, corriendo sin descansar y caminando durante toda la noche, hasta llegar a Donato Guerra, llegando a una cueva del picacho de La Silla, frente a Dolores Hidalgo.

En esa travesía tuvo la suerte de encontrarse con Luis Jiménez, quien le dio la mano, apoyándole con ropa y comida.

Ocho meses se mantuvo escondido y fue su abnegada esposa Francisca, " Quica", quien compareció ante las autoridades competentes logrando que su esposo regresara a casa con la garantía que no atentarían contra su libertad.

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