CUENCAMÉ DGO. (OEM). –Con un teatro del pueblo abarrotado por miles de personas, la autoridad municipal encabezada por Luly Martínez, realizo la entrega de un sentido reconocimiento al hijo predilecto de Cuencamé, Lorenzo Hernández Martínez, quien desde hace mas de 60 años lleva el nombre artístico de Lorenzo de Monteclaro.
Este reconocimiento lo entrego la autoridad municipal y el pueblo de la tierra de los generales, la madrugada del cinco de agosto, esto como parte de los festejos del aniversario de los 307 años de la llegada de la imagen milagrosa del Señor de Mapimí a esta cabecera, ahí el comité de festejo organizó el teatro del pueblo con la participación de varios artistas de nivel nacional e internacional, y uno de ellos fue el concierto del hijo predilecto de Cuencamé, Lorenzo de Monteclaro, quien dijo que siempre lleva a su pueblo y sus paisanos en su corazón, “y donde quiera que estoy digo con orgullo que son de Cuencamé”.
Al recibir el reconocimiento y un arcón con la comida y bebida tradicional de esta tierra, el artista calificado como la leyenda viviente de la música norteña, dijo que su nombre original era Lorenzo Hernández Martínez, y a este día contaba con más de 60 años de llamarse en la vida artista Lorenzo de Monteclaro.
Este artista de la música regional mexicana, nació un cinco de septiembre 1939 en la cabecera del municipio de Cuencamé, con 83 años de vida, cuenta con más de mil 100 canciones grabadas y éxitos por todo México, la Unión Americana y sud América, es uno de los artistas que no ha dejado de trabajar durante esos 60 años, y aun en el escenario brinda un espectáculo de calidad, como la que ofreció la madrugada de este cinco de agosto en su tierra natal.
Por su parte la alcaldesa Luly Martínez, reconoció que es muy difícil poder regalarle o entregarle un reconocimiento a un artista tan grande de México, porque lo ha recibido todo, en cada lugar donde se presenta se le otorga un reconocimiento y admiración total, lo que si no pueden hacer en otro lado, es ofrecerle el verdadero cariño de sus familia, de sus paisanos, porque en esta tierra vio por primeva vez la luz, porque en los campos de Velardeña, su segunda casa, comenzó a interpretar sus primeras canciones, y ese sentimiento no lo supra nada, ni nadie, dijo.
Concluyo señalando Luly Martínez, que, para ella como presidente municipal, era un verdadero honor poder entregar un pequeño reconocimiento a un gran artista, pero sobre todo a un gran hombre que no ha perdido el piso, que sigue siendo un hombre sencillo, amoroso, fiel devoto del Señor de Mapimí, un artista que donde se para grita con orgullo y fuerza, que es de Cuencamé.