Actualmente están ocupadas 8 de las 12 villas que existen en "Casa Refugio Esperanza" del DIF Estatal para apoyar a mujeres y sus hijos que han sido violentadas por la pareja, son lugares cuya ubicación es desconocida incluso por quienes ahí habitan para evitar que sigan siendo acosadas, señaló la directora de esta dependencia al detallar que se les brinda todo tipo de apoyo durante poco más de tres meses para que logren salir del círculo de violencia en que se encontraban.
Durante entrevista al respecto y enmarcada en el Día Internacional de las Mujeres que se conmemora éste 8 de marzo, la doctora Rocío Azucena Manzano Chairez habló del acompañamiento que se les brinda a ellas por medio de éstos refugios, incluso están integrados en una red nacional.
La funcionaria apuntó que DIF Estatal brinda una atención a las mujeres en los diversos periodos de su vida, comenzando por niñas y adolescentes a quienes se les comienza por restituirles todos sus derechos fundamentales como casa, cuidado médico, atención psicológica y procurar su bienestar físico, entre otros.
Respecto a la Casa Refugio "Esperanza", explicó que se atiende a mujeres casadas o en alguna relación que han sido violentadas de manera más implacable y agresiva por su pareja.
Ellas por voluntad propia piden ayuda y son alojadas en una villa junto con sus hijos menores de 18 años, donde por espacio de 3 meses y medio reciben no solamente todo tipo de ayuda, desde sicológica, medica o educativa, sino además son capacitadas en diversos oficios como belleza, computación, elaboración de bisutería, corte de cabello y otras, para que al terminar su estancia en ese lugar puedan salir adelante por si mismas.
Estos espacios están debidamente equipados y se alberga a una familia por villa; cuentan con cocineta, comedor, televisión, sala y dos recámaras donde son recibidas tanto las mujeres violentadas como sus hijos, quienes reciben un amplio acompañamiento por parte de profesionales en diversas ramas.
La doctora Manzano Chairez enfatizó que la ubicación de este refugio para mujeres víctimas de violencia se mantiene en absoluta discreción, pues la idea es que ni ellas mismas saben donde se encuentran y mucho menos familiares o amistades, porque de esta manera el resguardo es mucho más seguro, libre de acoso por parte de sus parejas.