A las 6:30 de la mañana María de Lourdes Avalos Anaya sale de su domicilio para llegar en punto de la 7:00 horas a su lugar de trabajo, ella pertenece a las cuadrillas de barrido manual.
Con cuatro hijos, una de ellos de escaso 10 meses de edad, María de Lourdes cada día al regresar a su casa debe cerciorarse de dejar su vestimenta de trabajo fuera de su domicilio, al igual que su cubre bocas y calzado, pues no quiere ser portadora del Covid-19.
Con un kit que contiene cloro, gel antibacterial, alcohol, además de guantes y cubre bocas todas las mañanas la trabajadora municipal recorre parte de la Avenida 20 de Noviembre, para recolectar los desechos que se acumulan en la calle y papeleras de la calle principal de la ciudad.
A pesar de que el número de basura ha disminuido debido a que las rutas del transporte público no transitan por el Centro Histórico, Lourdes se enfrenta todos los días al riego de ser contagiada en caso de no seguir los protocolos sanitarios.
“La gente es muy inconsciente, no se pone a pensar que nosotros también tenemos familia. Encontramos tirados en la vía publica guantes de látex, muchos cubre bocas en la papeleras, incluso algunos comerciantes tiran los papeles del baño en los cestos, por ahorrarse una bolsa los vacían directamente y ese es un foco de infección grande tanto para nosotros, como para las demás personas”.
La trabajadora de los también conocidos como “carritos” señaló que cuentan con personal médico que checa su temperatura a la entrada y salida de cada turno, y tanto en Sindicato como la Dirección de Servicio Públicos están al pendiente de ella y sus compañeros con el objetivo de evitar brotes de contagio.
¿Tienes miedo?
No, en ocasiones me dan nervios, pero miedo no tengo, ya que cumplo las medidas de seguridad que se me marcan, constantemente me lavo las manos, limpio mi carrito y antes de entrar a mi casa me quito la camisola, cachucha, cubre bocas y me lavo las manos.
¿Tus hijos bajo el cuidado de quien están?
De mi esposo, hace un tiempo se accidentó y quedó en silla de ruedas, así que yo tengo que trabajar y él está al cuidado de los pequeños.
Para finalizar Avalos Anaya dijo sentirse una trabajadora importante en esta pandemia y siempre, ya que sin el barrido manual la ciudad no sería la misma. Por lo que llamó a las personas a ser conscientes y no dejar los residuos peligros como cubre bocas o guantes en las papeleras, estos deben ser depositados en bolsas de platico antes de ser desechados, “debemos pensar siempre en las otras personas, todos tenemos familia y debemos cuidarnos”.